Iraq vota por la continuidad: coalición del primer ministro Al-Sudani gana elecciones parlamentarias

Más de 12 millones de iraquíes votaron en elecciones parlamentarias claves para el futuro del país. La coalición del primer ministro Mohammad Al-Sudani obtuvo la mayor cantidad de votos y liderará las negociaciones para formar el próximo gobierno.

By Ibrahim Rifi
Iraq vota por la continuidad: coalición del primer ministro Al-Sudani gana elecciones parlamentarias

Iraq vivió este martes una jornada clave para su futuro. Más de 21 millones de ciudadanos estaban llamados a participar en las elecciones parlamentarias que definirán el nuevo equilibrio de poder en Bagdad, ya que será el Parlamento el encargado de designar al presidente y al próximo gobierno. La coalición del actual primer ministro, Mohammad Shia Al-Sudani, obtuvo la mayor cantidad de votos, fortaleciendo su liderazgo en un país que ha transitado en los últimos años hacia una frágil pero sostenida estabilidad política.

El primer ministro declaró en la red social X que su coalición, Reconstrucción y Desarrollo, obtuvo la victoria en las urnas y expresó “su profundo agradecimiento al pueblo iraquí por su apoyo”. Horas antes, la Comisión Electoral ya había adelantado que la alianza encabezada por él tenía una ventaja clara frente a sus competidores.

Con el 99,98% de los votos escrutados, la Comisión Electoral Independiente anunció los resultados: Al-Sudani lideró las elecciones parlamentarias de 2025 con 1.317.446 votos, obteniendo 46 escaños y convirtiéndose en la mayor fuerza dentro del marco coordinador. Su coalición ganó en ocho provincias: Bagdad, Najaf, Al-Muthanna, Karbala, Maysan, Dhi Qar, Al-Qadisiyyah y Babil, y quedó segunda en Salah al-Din. A nivel nacional, esto lo colocó por delante de otros partidos como Taqaddum, que obtuvo 945.209 votos y 28 escaños, y del Partido Democrático del Kurdistán, con 1.099.826 votos y 26 escaños.

Al-Sudani logró la victoria parlamentaria a pesar de contar con un número relativamente bajo de votos a nivel nacional debido a la estructura del sistema electoral iraquí. Irak utiliza un sistema proporcional por provincias, donde cada gobernación tiene un número fijo de escaños y los votos se asignan según la proporción obtenida en cada distrito. Además, la fragmentación del voto entre numerosos partidos y coaliciones redujo el porcentaje necesario para liderar en cada provincia.  

Mohammad Al-Sudani, que busca un segundo mandato tras asumir el poder en 2022, centró su campaña en la estabilidad y la reconstrucción. Bajo su gestión, Iraq ha mantenido una relativa distancia de las tensiones que sacuden Oriente Medio.

La jornada democrática fue seguida con atención internacional, ya que el resultado marcará el rumbo de un país clave en el equilibrio de poder regional.

Las autoridades publicaron el recuento de votos por provincia, aunque aún no se ha anunciado la distribución de escaños, que son en total 329, por formación. Cuando los resultados se confirmen, los legisladores iniciarán las negociaciones para designar al nuevo primer ministro, un proceso que podría prolongarse durante meses. Dado que ninguna lista tiene posibilidades de alcanzar la mayoría absoluta, Al-Sudani deberá negociar alianzas para garantizar su reelección.

En este contexto, cabe destacar un aspecto central de la estructura gubernamental respecto a la elección del próximo primer ministro: se basa en un sistema de reparto que asigna los principales cargos del Estado según la afiliación religiosa o étnica. Según este esquema, el primer ministro debe ser chií, el presidente del país de origen kurdo y el presidente del Parlamento siempre suní. Este mecanismo busca preservar el equilibrio entre las comunidades.

El actual Parlamento, con la mayoría cubierta por partidos y bloques chiíes, inició su mandato el 9 de enero de 2022 y tiene previsto concluir el 8 de enero de 2026. Según la ley iraquí, las elecciones legislativas deben celebrarse al menos 45 días antes de que termine el mandato.

Una participación más alta de lo esperado


Contra todo pronóstico, la participación alcanzó el 56%, superando ampliamente las expectativas, con más de 12 millones de los 21,4 millones de electores acudiendo a las urnas. En las elecciones de 2021, la participación apenas rozó el 41%.

El primer ministro Al-Sudani celebró la “alta participación” en los comicios, al afirmar en su cuenta en X: “Nuestro noble pueblo iraquí ha dado otro paso hacia la protección de su sistema constitucional democrático al superar el índice de participación en las elecciones a la Cámara de Representantes”.

“Se trata de un éxito adicional en el camino hacia la restauración de la confianza ciudadana, que hemos situado como máxima prioridad en el método de trabajo de nuestro gobierno”, agregó.

Con todo, en Bagdad, los carteles electorales cubrían las fachadas y postes, pero las calles permanecían en calma y silencio bajo un fuerte dispositivo de seguridad. Pese a ello, los colegios electorales registraron una afluencia constante durante la jornada, según reportaron periodistas de la agencia de noticias AFP. 

ONU destaca “conducta tranquila y ordenada” 

Desde las Naciones Unidas hubo elogios respecto al desarrollo del proceso electoral. “El secretario general (Antonio Guterres) celebra la conducta generalmente tranquila y ordenada de las elecciones y confía en que los actores políticos mantendrán el espíritu de paz y respeto por el proceso mientras se esperan los resultados”, señaló el portavoz Stéphane Dujarric, en un comunicado difundido por la Agencia de Noticias Iraquí.

La ONU también subrayó la importancia de un “proceso de formación de gobierno oportuno y pacífico” que refleje la voluntad del pueblo iraquí y responda a sus aspiraciones de estabilidad y desarrollo.

Un país con una historia compleja


Estas fueron las sextas elecciones parlamentarias desde la caída de Sadam Husein en 2003, cuando la invasión estadounidense puso fin a su régimen y abrió una nueva era marcada al comienzo por la inestabilidad. Con el tiempo, Iraq ha pasado a experimentar una calma frágil, con periodos de violencia entre grupos y comunidades, y luchas por el poder, pero también con una lenta pero constante reconstrucción institucional.

Con 46 millones de habitantes, Iraq sigue enfrentando enormes desafíos: servicios públicos precarios, infraestructuras deterioradas y denuncias de corrupción que han erosionado la confianza de la población. Las últimas elecciones legislativas se celebraron el 10 de octubre de 2021, dos años después de las protestas que forzaron la dimisión del entonces primer ministro Adil Abdul-Mahdi. Mustafa Al-Kadhimi lo reemplazó y supervisó aquellos comicios.