Rusia acusa a Ucrania de intentar atacar una residencia de Putin, en medio de esfuerzos de paz
Un nuevo cruce entre Rusia y Ucrania vuelve llevar las negociaciones para terminar la guerra a un punto álgido: Moscú acusa a Kiev de atacar una residencia del presidente ruso, Putin. Sin embargo, el mandatario ucraniano, Zelenskyy, lo niega.
En pleno impulso a las negociaciones para terminar con la guerra entre Rusia y Ucrania, un nuevo cruce entre las partes vuelve a elevar la tensión. El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, afirmó que Ucrania intentó atacar la residencia del presidente Vladimir Putin en el norte del país, una versión que, según indicó, podría llevar a Moscú a revisar su postura negociadora. Sin embargo, el mandatario de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, rechazó de inmediato la acusación y la calificó de falsa. En medio, el presidente de EE.UU., Donald Trump, quien apenas un día antes se había reunido con Zelenskyy, expresó su rechazo al presunto ataque y advirtió que “no es bueno” en un momento delicado para el proceso diplomático.
De acuerdo con las autoridades rusas, Kiev lanzó un ataque en la noche de este lunes contra la residencia presidencial en la región de Nóvgorod, utilizando 91 drones de largo alcance que fueron destruidos por las defensas aéreas rusas. Lavrov también detalló que no se registraron víctimas ni daños materiales.
Sin embargo, Zelenskyy negó categóricamente la acusación, al describirla como una mentira destinada a socavar las conversaciones de paz en curso. “Esto es una mentira”, afirmó, al añadir que con este señalamiento Moscú intenta justificar una nueva escalada. Este domingo, durante su encuentro con Trump, el presidente ucraniano había asegurado que el 90% de un plan de paz ya está “acordado”, y que los equipos se reunirán próximamente para avanzar en los puntos pendientes.
Rusia promete medidas de retaliación
El ministro Lavrov también advirtió desde Moscú que las fuerzas armadas rusas ya han seleccionado objetivos para ataques de represalia. “Acciones tan imprudentes como esta no quedarán sin respuesta”, sostuvo, al calificar el ataque como un acto de “terrorismo de Estado”.
En la misma línea, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, anticipó que habrá consecuencias por el incidente. “Habrá una respuesta por esto”, declaró, según la agencia citó la agencia estatal TASS.
Horas después este martes, durante una rueda de prensa en Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró que el ataque fue un "acto terrorista destinado a descarrilar el proceso de negociación". Señaló que la acción no solo iba dirigida a Putin, sino también a Trump con el objetivo “de socavar los esfuerzos” del presidente estadounidense “por contribuir a una solución pacífica del conflicto ucraniano".
Peskov añadió que, sin embargo, “las provocaciones y los actos de terrorismo de Estado de Kiev no son capaces de quebrantar este nivel de diálogo confidencial entre Putin y Trump”. "Los presidentes mantienen un diálogo confidencial y continúan dialogando", insistió.
Trump rechaza el ataque: “No me gusta”
Desde Estados Unidos, Trump, por su parte, se refirió públicamente al presunto ataque y expresó su rechazo a este tipo de acciones. “No me gusta. No es bueno”, afirmó, al señalar que fue el propio Putin quien le informó del supuesto incidente durante una conversación telefónica.
Trump sostuvo además que “no es el momento adecuado” para acciones que puedan escalar el conflicto, aunque admitió que es posible que el ataque no se haya producido. “Pero el caso es que Putin me ha dicho esta mañana que ha sucedido”, añadió.
Justamente, la Casa Blanca informó este lunes que Trump y Putin mantuvieron otra conversación telefónica “positiva”, la segunda en dos días, que estuvo centrada en la situación en Ucrania.
“El presidente Trump ha concluido una llamada positiva con el presidente Putin sobre Ucrania”, señaló la portavoz Karoline Leavitt en la red social X, sin ofrecer de inmediato más detalles sobre el contenido de la conversación.