Dos niños fueron asesinados cada día en Gaza desde alto el fuego, alerta Unicef
Desde que entró en vigor el frágil alto el fuego, los ataques del ejército israelí han asesinado al menos a 67 menores, lo que equivale a un promedio de dos niños muertos cada día, alertó Unicef. Mientras, el hambre, el frío y la violencia persisten.
En Gaza, el alto el fuego no ha detenido la muerte ni el sufrimiento de los niños. Desde que la tregua entró en vigor el 10 de octubre, en promedio, dos niños han sido asesinados cada día a manos del ejército israelí. En este sentido, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó este viernes que la violencia persiste y que, en poco más de un mes, al menos 67 menores de edad han perdido la vida.
El portavoz de Unicef, Ricardo Pires, subrayó durante una conferencia de prensa que detrás de cada cifra hay un niño cuya vida fue truncada violentamente, reiterando que no son meros números. Y es que el alto el fuego no ha detenido el genocidio: los últimos datos del Ministerio de Salud de Gaza indican que 280 palestinos han muerto y 672 han resultado heridos desde que comenzó la tregua.
Relató lo que los equipos de Unicef están presenciando sobre el terreno: niños durmiendo al aire libre con amputaciones, y otros huérfanos y temblando de miedo mientras sobreviven en refugios improvisados inundados.
"Yo mismo lo vi la última vez que estuve allí en agosto. La realidad impuesta a Gaza sigue siendo brutal. No hay un lugar seguro para ellos, y el mundo no puede seguir normalizando su sufrimiento", enfatizó.
Advirtiendo sobre las graves condiciones que trae consigo el invierno y los riesgos que se acumulan para cientos de miles de niños desplazados, Pires dijo que "lo que está en juego es increíblemente alto", ya que "la nueva estación es un multiplicador de amenazas". Los niños no tienen calefacción y las mantas disponibles son insuficientes, dijo. "Las infecciones respiratorias están en aumento, mientras que el agua contaminada favorece la propagación de diarrea".
Añadió que "los niños siguen trepando sobre escombros rotos, con los pies descalzos". "Demasiados niños ya han pagado el precio más alto, demasiados siguen pagándolo, incluso bajo un alto el fuego. El mundo les prometió que (la ofensiva) se detendría y que los protegeríamos", afirmó, e instó: "Ahora debemos hacerlo".
La ayuda humanitaria no alcanza
Unicef indicó que ha ampliado sus operaciones para asistir a la población de Gaza, pero que los esfuerzos siguen siendo insuficientes. Pires dijo que la agencia de la ONU "podría hacer mucho más si la ayuda humanitaria realmente necesaria ingresara más rápido". No obstante, esto no ocurre ya que Israel continúa reteniendo en los cruces fronterizos los camiones cargados con los insumos.
Desde Gaza, Martin Penner, jefe de Comunicaciones del Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) en Palestina, describió la grave situación que enfrenta la población agotada del enclave tras más de dos años de ofensiva. "Una mujer nos dijo que siente que todo su cuerpo necesita de diferentes tipos de alimentos, alimentos que no sean solo la comida enlatada y raciones secas, que es a lo único que han accedido durante dos años”, añadió.
Otros equipos y agencias de la ONU, incluido el WFP, continúan presionando para lograr un mayor acceso a Gaza, incluyendo a cientos de miles de familias desplazadas y extremadamente vulnerables. Actualmente, la agencia envía unos 100 camiones diarios al enclave con suministros de ayuda, lo que representa casi dos tercios de su objetivo diario. "Es un paso en la dirección correcta", afirmó Abeer Etefa, portavoz del WFP. Sin embargo, destacó un problema adicional: muchos de estos alimentos permanecen varios días en los puntos de cruce fronterizos, lo que aumenta el riesgo de que se deterioren.
Siguen los ataques
Durante las primeras horas del sábado, Israel llevó a cabo decenas de ataques y bombardeos en el sur y norte de Gaza, según confirmaron testigos a la agencia de noticias Anadolu. El ejército destruyó edificios residenciales e instalaciones mediante ataques aéreos y detonaciones de vehículos en Rafah y Jan Yunis, que se encuentran bajo la zona amarilla controlada por Israel.
Asimismo, se reportaron explosiones similares en los barrios de Al-Tuffah y Shujaiya, en Ciudad de Gaza, así como bombardeos y disparos provenientes del límite de la zona amarilla.
La situación fue igualmente grave el viernes, cuando el ejército israelí atacó edificios y residencias en áreas bajo control militar en Jan Yunis, Ciudad de Gaza, al este del campamento de refugiados de Bureij en el centro de Gaza, y cerca del campamento de Yabalia, en el norte.
Israel continúa ocupando más del 50% de Gaza bajo el acuerdo de alto el fuego, con la denominada "línea amarilla" separando las áreas que se encuentran bajo despliegue militar israelí de aquellas donde se refugian los palestinos.
Desde octubre de 2023, Tel Aviv ha asesinado a casi 70.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, aunque se calcula que la cifra real es mucho mayor. También ha herido a más de 170.800, y ha reducido el enclave a escombros, en un genocidio que, pese al acuerdo de tregua, sigue amenazando a la población palestina, dejando ciudades destruidas, familias destrozadas y un futuro incierto para quienes logran sobrevivir.