“Llegaron al infierno”: denuncian torturas a migrantes venezolanos en cárcel en El Salvador
Con testimonios desgarradores, un informe de la organización Human Rights Watch advierte que migrantes venezolanos deportados desde EE.UU. a una prisión en El Salvador sufrieron torturas, abusos sexuales y condiciones inhumanas.
Los 252 migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos en marzo de este año hacia el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una prisión de máxima seguridad en El Salvador, no sabían lo que les esperaba. Allí no encontraron simplemente un lugar de detención: según un informe de Human Rights Watch (HRW) y la ONG guatemalteca Cristosal, varios de ellos sufrieron torturas, abusos sexuales y condiciones inhumanas. El documento, titulado “Llegaron al infierno”, recoge los testimonios de los afectados y describe el trato brutal al que fueron sometidos.
Desde el primer día, fueron maltratados. Juanita Goebertus, directora de la división de América de HRW, explicó que “día tras día eran golpeados por los guardias, los golpeaban por hablar en voz alta, los golpeaban por todo”, señalando que estas torturas se prolongaron durante casi cuatro meses.Gonzalo, uno de los detenidos, recordó: “Cuando llegamos a la entrada del CECOT, los guardias nos hicieron arrodillarnos para poder raparnos la cabeza. Uno de los agentes me golpeó las piernas con una porra y caí al suelo de rodillas”. Dijo que todos recibieron un trato idéntico. “El director de la prisión nos dijo: ‘Han llegado al infierno’”, añadió.
A esto se sumaba la falta de necesidades básicas: en sus testimonios, denunciaron que el agua que les daban para beber y cocinar estaba turbia, de color amarillento y con mal olor. Además, la comida era insuficiente y la atención médica inexistente. Incluso, cuatro migrantes relataron pensamientos suicidas, y al menos uno intentó quitarse la vida mientras estaba detenido.
El informe documenta también casos de violencia sexual perpetrada por los guardias. Tres detenidos relataron haber sido víctimas directas. Uno detalló que fue llevado a una celda de aislamiento, donde fue golpeado y abusado sexualmente por cuatro agentes. “Jugaban con sus porras sobre mi cuerpo”, relató.
Detenidos sin pruebas ni cargos
Los migrantes venezolanos formaron parte de un grupo deportado desde EE.UU. en marzo bajo la Ley de Extranjeros Enemigos, una normativa de 1798 que el Gobierno de Donald Trump invocó para expulsar rápidamente a personas presuntamente vinculadas con la banda Tren de Aragua. Sin embargo, abogados y familiares cuestionan estas acusaciones, señalando que muchos de ellos no tenían relación con grupos criminales y que su detención fue ilegal.
Organizaciones de derechos humanos y expertos legales han criticado el uso de esta ley para justificar las deportaciones masivas, advirtiendo que sienta un precedente peligroso y viola normas internacionales. Además, exigen que todos los deportados tengan acceso a un debido proceso judicial.
De hecho, HRW y Cristosal confirmaron que muchos de ellos no tenían antecedentes penales ni en EE.UU., ni en Venezuela, ni en otros países de América Latina. Es decir, fueron detenidos sin pruebas ni garantía de un proceso legal.
“No somos terroristas, éramos migrantes. Fuimos a Estados Unidos en busca de protección y la oportunidad de un futuro mejor, pero terminamos en una prisión en un país que ni siquiera conocíamos, tratados peor que animales”, denunció uno de los detenidos.
El informe concluye que la expulsión forzosa de estos migrantes constituye “una desaparición forzada, que es un delito internacional en el que tanto Estados Unidos como El Salvador son cómplices”. Además, señala que los abusos y torturas representan graves violaciones de derechos humanos y del derecho internacional, y hace un llamado a la comunidad internacional para garantizar justicia a las víctimas.
Como advirtió Juanita Goebertus: “En algún momento tendrá que haber una investigación, y nosotros y otras organizaciones estamos recopilando pruebas para cuando llegue ese momento”. La rendición de cuentas, añadió, es fundamental para que actos como estos no queden impunes.
Continúan las deportaciones
Mientras tanto, la ofensiva migratoria de Trump a través de la campaña de deportación masiva continúa. Según informó el Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, casi 300 de sus ciudadanos llegaron este miércoles a Venezuela en un vuelo procedente de Texas, entre ellos 14 menores de edad.
Los repatriados fueron recibidos por funcionarios del CICPC, SEBIN, la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana, y pasaron por un llamado “túnel migratorio”, donde cada persona fue entrevistada para evaluar su situación individual.
Desde febrero de este año, cuando se reactivó el programa gubernamental de retorno voluntario, casi 15.000 venezolanos han sido repatriados desde Estados Unidos, según cifras del ministerio venezolano. Esta reactivación siguió al acuerdo de deportación firmado en enero entre Caracas y Washington, pese a que ambos países no mantienen relaciones diplomáticas desde 2019.
Tensiones y presencia militar de EE.UU.
Las denuncias de torturas y deportaciones se producen en un contexto de alta tensión entre Estados Unidos y Venezuela. Desde septiembre, el ejército estadounidense ha realizado al menos 19 ataques contra supuestas embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Caribe y frente a las costas del Pacífico, dejando al menos 76 muertos. Washington justifica estas operaciones como parte de su lucha contra el narcotráfico y acusa al Gobierno de Nicolás Maduro de estar vinculado con carteles, sin pruebas. Por su parte, Maduro rechaza firmemente estas acusaciones y afirma que estas acciones buscan forzar un cambio de gobierno.
El ataque más reciente ocurrió este domingo, con un saldo de seis personas fallecidas, según fuentes estadounidenses.
Ante esto, Venezuela ha anunciado un operativo militar masivo, que abarca medios terrestres, aéreos, navales, fluviales y con misiles, así como sistemas de armas, unidades militares, civiles, entre otros. También ha reforzado la vigilancia de sus fronteras. Este martes, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana interceptó e inutilizó una aeronave que ingresó al territorio nacional sin autorización, informó el comandante estratégico operacional Domingo Hernández Lárez. Según la agencia de noticias EFE, ya son 24 aeronaves interceptadas en lo que va del año, aunque no se detalló si hubo detenidos durante este operativo.