Colonos israelíes incendian una mezquita en Cisjordania ocupada en nueva oleada de ataques

Una mezquita en Deir Istiya fue incendiada y profanada por colonos israelíes ilegales, en medio de una ola de violencia récord en la Cisjordania ocupada que incluye ataques, redadas y detenciones.

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Residentes dicen que colonos israelíes incendiaron una mezquita en Cisjordania ocupada.

Una mezquita de la localidad palestina de Deir Istiya, en la Cisjordania ocupada, fue incendiada y profanada durante la madrugada del viernes en un nuevo ataque perpetrado por colonos israelíes ilegales. La agresión se enmarca dentro de una creciente ola de violencia que se extiende por toda la Cisjordania ocupada desde hace semanas.

Según periodistas de la agencia de noticias AP, los colonos irrumpieron en la mezquita y prendieron fuego a al menos tres copias del Corán, además de incendiar una parte de la alfombra y una pared del recinto. Tras el ataque, los agresores dejaron varios mensajes de odio escritos en hebreo.

Entre los grafitis se podían leer frases como “no tenemos miedo”, “nos vengaremos de nuevo” y “sigan condenando”. De acuerdo con testigos, algunas de las inscripciones parecían un desafío al general de división Avi Bluth, jefe del Comando Central del ejército israelí, quien el miércoles había emitido una inusual condena pública a la violencia de los colonos.


La ONU condena ataque a mezquita

Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, condenó “enérgicamente” tanto el ataque de los colonos contra la mezquita como “todos los ataques de colonos israelíes contra palestinos y sus propiedades”, al advertir que forman parte de un patrón creciente de violencia extremista que agrava las tensiones en la región.

Su portavoz, Stéphane Dujarric, declaró que “los actos de violencia y profanación de lugares religiosos son inaceptables” y subrayó que estos deben ser respetados y protegidos en todo momento.

Asimismo, recordó que Israel, como potencia ocupante, tiene la responsabilidad de proteger a la población civil palestina y garantizar la rendición de cuentas de los agresores.

Condenas poco habituales desde la dirigencia israelí

El ataque contra la mezquita se produjo apenas un día después de que algunos líderes israelíes expresaran críticas a una reciente agresión de colonos contra palestinos. El presidente israelí, Isaac Herzog, calificó estos incidentes como “impactantes y graves”, asegurando que la violencia de “un puñado” de perpetradores “cruza una línea roja”. Aunque la figura de Herzog es mayormente simbólica, sus declaraciones tuvieron peso.

En la misma línea, el jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, respaldó las palabras de Herzog y afirmó que el ejército “no tolerará los fenómenos de una minoría de criminales que manchan a un público que cumple la ley”.

Sin embargo, organizaciones palestinas y activistas de derechos humanos denuncian desde hace años el propio gobierno, a través del ejército y la policía, no actúa para frenar los ataques de colonos ilegales, e incluso en ocasiones facilitan su expansión y protección.

De hecho, soldados israelíes estuvieron presentes en la escena del ataque en Deir Istiya, pero no intervinieron, según testigos. El ejército no respondió a solicitudes de comentarios.

Además, el actual gobierno israelí está dominado por partidarios de extrema derecha del movimiento de colonos ilegales, como el ministro de Finanzas Bezalel Smotrich, encargado de la política de asentamientos, y el ministro de Seguridad Nacional Itamar Ben-Gvir, responsable de la policía que protege estos actos criminales.



Ataques de colonos ilegales alcanzan niveles récord

Los ataques perpetrados por estos colonos han alcanzado niveles sin precedentes en la Cisjordania ocupada, especialmente desde el inicio de la brutal ofensiva israelí sobre Gaza en octubre de 2023. Según cifras palestinas, más de 1.000 han sido asesinados y otros 10.000 han resultado heridos desde entonces.

Según datos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), el pasado mes de octubre registró el mayor número de agresiones de colonos ilegales desde que empezó a documentarlos en 2006.

En uno de los episodios más recientes, decenas de colonos israelíes enmascarados atacaron el martes los pueblos palestinos de Beit Lid y Deir Sharaf, incendiando vehículos y otras propiedades antes de enfrentarse incluso con soldados israelíes.

Además, la violencia sobre los palestinos tiene otro rostro: el de las fuerzas de ocupación israelíes, que llevan a cabo incursiones y detenciones. Al menos nueve palestinos fueron arrestados en el campo de refugiados de Al-Askar, en Nablus, durante una operación con gas lacrimógeno, bombas aturdidoras y saqueo de viviendas. En Silwad, cerca de Ramala, fueron detenidos al menos otros cuatro jóvenes y se registraron daños a propiedades locales. En Arraba, al sur de Yenín, otro palestino fue arrestado después de que los soldados convirtieran su casa en un centro de interrogatorio improvisado. Estas detenciones elevan aún más la cifra de palestinos encarcelados.

La violencia también alcanzó áreas agrícolas. El viernes, varios palestinos sufrieron asfixia por los gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas israelíes en Al-Rashayda, cerca de Belén. Los soldados dispararon munición real y granadas de gas contra agricultores locales, obligándolos a abandonar sus tierras y confiscando dos tractores.

Jumaa Rashayda, jefe del Consejo del Pueblo de Al-Rashayda, explicó que era el tercer día consecutivo en que los agricultores eran agredidos en la zona de Al-Wadi Ayash, y denunció que las fuerzas israelíes impidieron a los campesinos continuar con sus labores agrícolas, forzándolos a retirarse bajo un intenso uso de armas y granadas aturdidoras.

Ante estos actos, incluso el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, advirtió que la escalada de violencia podría poner en riesgo los esfuerzos para consolidar un alto el fuego en Gaza respaldado por Washington. “Espero que no”, declaró Rubio a los periodistas tras una reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G7 en Canadá. “No esperamos que ocurra. Haremos todo lo posible para asegurarnos de que no suceda”.