Nasry Asfura, el candidato respaldado por Trump, gana las elecciones presidenciales en Honduras
Nasry Asfura, candidato conservador y respaldado por Trump, fue elegido presidente de Honduras tras semanas de retrasos. Mientras su rival Salvador Nasralla cuestiona los resultados, EE.UU. y países de América Latina felicitaron al mandatario electo.
Tras semanas de incertidumbre, retrasos interminables, fallas técnicas y acusaciones cruzadas de fraude, Honduras llegó finalmente a un desenlace electoral. En medio de un proceso tenso y cuestionado, el país centroamericano eligió a su próximo presidente. Nasry Asfura, candidato del conservador Partido Nacional y respaldado públicamente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se convirtió este miércoles en el virtual presidente electo.
Según los datos difundidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), Asfura obtuvo el 40,3 % de los votos, imponiéndose por un margen mínimo al aspirante del Partido Liberal, Salvador Nasralla, quien alcanzó el 39,5 %. Más atrás quedó la candidata del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre), Rixi Moncada, en una contienda marcada por la polarización y la desconfianza.
La estrechez del resultado y el colapso del sistema de procesamiento electoral obligaron a las autoridades a contar manualmente alrededor del quince por ciento de las actas, que representan cientos de miles de papeletas. El lento escrutinio alimentó la tensión política y mantuvo al país en vilo durante semanas.
En este escenario, Asfura logró imponerse en su tercer intento por llegar a la presidencia. Conocido popularmente como “Papi a la orden”, por su estilo directo y su discurso centrado en el trabajo, el dirigente del opositor Partido Nacional sucederá a la actual mandataria, Xiomara Castro, a partir del 27 de enero de 2026. Cuatro años atrás, en las elecciones de 2021, Asfura había sido derrotado por la líder de Libre, a quien entonces felicitó personalmente tras su victoria.
¿Quién es Nasry Asfura?
Empresario del sector de la construcción y de origen palestino, Nasry Asfura nació el 8 de junio de 1958 en Tegucigalpa. Fue alcalde de la capital hondureña durante dos períodos consecutivos, etapa en la que impulsó proyectos de infraestructura orientados a modernizar la ciudad. Antes, había ocupado cargos como regidor municipal y ministro del Fondo de Inversión Social.
Durante la campaña electoral, Asfura centró su mensaje en la estabilidad fiscal, la creación de empleo y el desarrollo de infraestructura productiva. Todo ello bajo el lema “trabajo y más trabajo”, con el que buscó proyectar una imagen austera, pragmática y distante de la política tradicional.
Casado con Lissette Del Cid y padre de tres hijas, Asfura asume la presidencia en un contexto de fuerte polarización política y con el desafío de revitalizar a un Partido Nacional debilitado tras años de denuncias de corrupción y vínculos con el narcotráfico.
Unas elecciones bajo sospecha
Las elecciones presidenciales hondureñas quedaron envueltas en la controversia desde la jornada de votación del 30 de noviembre. Fallas en los sistemas electrónicos de transmisión de resultados, interrupciones en el conteo y retrasos prolongados en el escrutinio marcaron el proceso, obligando a realizar recuentos manuales de miles de actas con presuntas inconsistencias.
Todo ello se desarrolló en un clima de máxima tensión política, agravado por acusaciones de intentos de manipulación del software electoral, denuncias de un supuesto intento de golpe de Estado por parte del Gobierno y la presión de Estados Unidos, que anunció la revocación de visas a funcionarios vinculados al proceso electoral.
Nasralla rechaza los resultados
En este contexto, Salvador Nasralla, candidato del Partido Liberal y segundo en la contienda, rechazó este miércoles la declaratoria oficial de los resultados, al considerar que “no reflejan la verdad” de la voluntad popular. Exigió que se cuenten manualmente todos los votos, papeleta por papeleta, y no que se valide el resultado únicamente a partir de las actas como documentos de resumen.
“No acepto la declaratoria emitida por el Consejo Nacional Electoral porque no refleja la verdad completa del voto ciudadano. Por cuarta vez consecutiva me han negado esa oportunidad. No es un capricho; no se debió dar un resultado sin contar todos los votos”, afirmó en una comparecencia de prensa.
Pese a la dureza de sus palabras, Nasralla aseguró que no convocará a la violencia ni al desorden. Dijo que defenderá su reclamo por vías legales y pacíficas. “No llamo ni al desorden ni a la violencia; llamo a algo más fuerte: a la conciencia, al respeto y a la defensa pacífica del voto. Defenderé el voto por la vía legal, cívica y pacífica hasta que se conozca por completo la verdad”, sostuvo.
El dirigente liberal afirmó que guardar silencio ante lo que considera “una injusticia” no le “da paz” y advirtió que la validación de los resultados “les va a pesar toda la vida” a las autoridades del CNE, a las que acusó de dejar sin revisar “diez mil urnas que representan más de dos millones de votos”.
“No voy a aceptar un resultado construido sobre omisiones; aceptar eso sería traicionar la confianza de quienes votaron”, sentenció, recalcando que la democracia solo “se honra con cuentas claras, cabales y completas”.
En esa línea, lamentó que se tolere un conteo limitado “con el aval” del presidente estadounidense, Donald Trump, quien, según dijo, habría sido mal informado. A su juicio, este escenario desacredita tanto el proceso electoral como la confianza de los hondureños en el valor de su voto.
Países aliados de Trump celebran resultado
En el plano internacional, Estados Unidos y ocho países de América Latina alineados con la Administración Trump —Argentina, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana— felicitaron este miércoles a Nasry Asfura por su victoria y llamaron a una transición pacífica del poder tras la confirmación oficial de los resultados.
En un comunicado, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, afirmó que Washington espera “trabajar con la administración entrante para avanzar en la cooperación bilateral y regional en materia de seguridad, poner fin a la inmigración ilegal hacia Estados Unidos y fortalecer los lazos económicos entre ambos países”. Asimismo, instó a “todas las partes a respetar los resultados confirmados” para garantizar una transición pacífica.
De forma paralela, los ocho países latinoamericanos expresaron su reconocimiento al triunfo de Asfura en un pronunciamiento conjunto difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay. En él manifestaron su disposición a trabajar con el nuevo Ejecutivo, especialmente en áreas como comercio, seguridad, migración y fortalecimiento de la democracia.
Los gobiernos firmantes reafirmaron su solidaridad con el pueblo hondureño y expresaron su deseo de que la transición se desarrolle de manera pacífica y ordenada. También destacaron la responsabilidad cívica de la ciudadanía durante la jornada electoral y la paciencia mostrada durante el prolongado escrutinio, interpretadas como una muestra de compromiso con la paz y la institucionalidad.
Finalmente, valoraron el desempeño del Consejo Nacional Electoral pese a las presiones registradas en las últimas semanas y reconocieron la labor de su personal en todo el país. Asimismo, subrayaron el papel de las misiones de observación electoral de la OEA y la Unión Europea, cuya presencia, junto a la de observadores nacionales, contribuyó a reforzar la legitimidad de los resultados.