La incógnita sobre quién gobernará Honduras parece, finalmente, cerca de despejarse. Desde la elección presidencial, el 30 de noviembre, el país atravesó una seguidilla de pausas y fallas técnicas en el conteo de votos, además de controversias y denuncias cruzadas. Un escenario que se mantuvo hasta que este martes el Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó un informe que habilita la proclamación de un ganador “con los datos que hasta este momento se tienen a disposición”.
Los últimos resultados oficiales conocidos otorgaban una ventaja de menos de un punto porcentual al candidato de derecha Nasry Asfura, respaldado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Una diferencia mínima que mantiene abierto el enigma hasta último minuto.
Con el escrutinio en el 99,2%, Asfura, del Partido Nacional, lidera con el 40,29% de los votos, seguido muy de cerca por Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con el 39,52%. Por su parte, Rixi Moncada, del partido gobernante Libre, se ubica en tercer lugar con el 19,18%.
Por ahora, el CNE no confirmó cuándo hará el anuncio oficial. Resta saber si la definición llegará mientras el país se prepara para la Nochebuena este miércoles, como anticipó el partido de Asfura, o si el proceso se estirará hasta la fecha límite del 30 de diciembre.
Denuncias dentro del Consejo Electoral
Ahora bien, lo que causó el retraso de más de tres semanas para anunciar al nuevo presidente de Honduras fueron las denuncias de irregularidades e inconsistencias en las actas, además de pausas y fallas técnicas en el conteo.
En la última semana, el CNE había anunciado la revisión de miles de actas. Ese proceso se llevó adelante a puertas cerradas y bajo un fuerte hermetismo, en medio de constantes cuestionamientos de candidatos y dirigentes políticos, incluidos miembros del gobierno y la propia presidenta en funciones, Xiomara Castro.

Finalmente, tras varios días de revisión, la resolución aprobada este martes desestimó varias impugnaciones, lo que allana el camino para la designación de un ganador. No obstante, la decisión del CNE no fue unánime. Solo dos de los tres consejeros votaron a favor. El tercero, Marlon Ochoa, representante de Libre, rechazó el informe y afirmó: “No debo ni puedo participar en un acto ilícito porque me convertiría en cómplice (...). Aquí se consumará un golpe de Estado electoral”.
Según Ochoa, aún deben resolverse 288 impugnaciones, nulidades y reclamos pendientes. El funcionario presentó la noche del martes una denuncia ante el Ministerio Público, en Tegucigalpa, para que se investiguen presuntos delitos electorales. Aseguró además que entregó audios que, según afirmó, evidencian un fraude electoral orquestado por los partidos de centroderecha y de derecha. Subrayó que todavía existen actas sin escrutar, lo que, advirtió, invalida cualquier proclamación anticipada.
Además, Ochoa denunció injerencia del Gobierno de Estados Unidos en el proceso electoral. El consejero agregó que el viernes pasado le fue negada una visa por EE.UU., en un hecho que vinculó con su rol dentro del organismo electoral.
Por otro lado, las consejeras del CNE Ana Paola Hall y Cossette López, denunciaron este lunes que son víctimas de una “evidente persecución política” impulsada desde distintas instituciones para impedir la declaratoria oficial. Según afirmaron, el proceso electoral fue “altamente accidentado”, marcado por “obstáculos constantes y múltiples presiones indebidas”, así como por “coacción e intimidación” que “atentan” contra la independencia del ente electoral.
Asimismo, de acuerdo con las consejeras, las presiones provienen del Ministerio Público, el Parlamento hondureño, la Corte Suprema de Justicia y, más recientemente, de la Procuraduría General de la República.
Nasralla rechaza la declaratoria y pide apoyo a Trump
En paralelo, Nasralla anunció que no aceptará la declaratoria mientras siga pendiente la revisión de más actas con inconsistencias. “No acepto la declaratoria (...), están impidiendo el conteo voto por voto”, afirmó este martes en un video difundido en sus redes sociales.
Según explicó, inicialmente se habían identificado 2.793 actas con inconsistencias para su revisión, pero el Consejo Nacional Electoral redujo ese número a 2.102, dejando afuera 691 actas.
Además, en un giro de los acontecimientos, Nasralla envió el lunes por la noche una carta a Trump, en la que solicitó su apoyo para un proceso especial de escrutinio y pidió que todas las actas con inconsistencias sean recontadas. El gesto llamó la atención, ya que el mandatario estadounidense había expresado previamente su respaldo a Asfura y había calificado al resto de los candidatos, incluido Nasralla, como comunistas.
En la misiva, Nasralla sostuvo que “la voz del presidente Trump importa en Honduras” y le pidió que exija públicamente que todas las actas sean incluidas en el proceso de revisión especial en curso.
“La decisión del CNE implica la exclusión de miles de votos disputados”, afirmó. Y agregó: “Esto no se trata de favorecer a un candidato, sino de garantizar que se respete la voluntad del pueblo”.
Además, el candidato liberal tomó distancia de su antigua alianza con el partido gobernante y rechazó cualquier vinculación con la presidenta Castro y el partido Libre, al tiempo que “reafirmó su histórica oposición al comunismo”.
Llamado de la ONU a la calma
Mientras el país espera los resultados oficiales bajo este clima de tensión y denuncias cruzadas, el secretario general de la ONU, António Guterres, pidió este martes “calma” y “moderación”. “El secretario general sigue de cerca la situación en Honduras tras las elecciones generales del 30 de noviembre”, indicó su portavoz, Farhan Haq, en un comunicado.
Guterres “valora el desarrollo pacífico y ordenado de la votación”, pero “observa con preocupación el aumento de las tensiones mientras aún se espera la declaración oficial de los resultados”, señaló Haq.
“El secretario general insta a todos los actores a ejercer la máxima moderación, abstenerse de discursos o acciones que puedan escalar las tensiones y permitir que las instituciones electorales completen su labor sin interferencias, resolviendo las disputas por los canales legales establecidos”, agregó el comunicado. Guterres también subrayó “la importancia de declarar los resultados oficiales dentro del calendario constitucional y garantizar una transición ordenada el 27 de enero”.
En este contexto, todo indica que Honduras seguirá en vilo durante las próximas horas —o días—, hasta que el resultado final intente darle cierre a una de las elecciones más tensas de los últimos años.












