Israel expulsó a 32.000 palestinos en Cisjordania ocupada, el mayor desplazamiento desde 1967

Israel llevó a cabo en enero de 2025 una ofensiva que desplazó por la fuerza a decenas de miles de palestinos, demolió viviendas y cometió, según HRW, “crímenes de guerra y de lesa humanidad”.

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Los palestinos transportan sus pertenencias tras la decisión de Israel de demoler sus casas en el campo de Nur Shams.

Un informe de la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció que Israel ha expulsado por la fuerza a 32.000 palestinos de Cisjordania ocupada en el mayor desplazamiento desde 1967, una operación que la organización describe como un “crimen de guerra y un crimen de lesa humanidad”.

La operación, bautizada “Muro de Hierro”, comenzó el 21 de enero de 2025 y convirtió en ciudades fantasma los campos de refugiados de Yenín, Tulkarem y Nur Shams, tras demoler viviendas y obligar a miles de familias a huir bajo la amenaza directa de francotiradores. En ellos, los tres campos quedaron desiertos. La organización también registró la demolición de 850 viviendas, edificios, carreteras e infraestructuras.

La crudeza del operativo aparece con nitidez en los testimonios recopilados por la organización. Uno de ellos es el de Nadim M., de 60 años, relató que soldados israelíes lo “inmovilizaron con bridas”, registraron su casa y ordenaron a toda su familia abandonar el área. Según cuenta, les advirtieron que cualquier desvío los expondría al “fuego de francotiradores desplegados en puntos elevados”.

Para HRW, lo ocurrido constituye “desplazamiento forzoso” y “un crimen de guerra” según el derecho internacional humanitario. Y va más allá: afirma que los hechos también encajan en la definición de “crímenes de lesa humanidad”, tal y como recoge el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

Por ello, la organización exige a Israel que ponga fin a las demoliciones, permita el retorno inmediato de los residentes, garantice la atención humanitaria básica y coopere con las investigaciones abiertas por la ONU y la Corte Penal Internacional.

Consultado por el informe, el portavoz de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, aseguró que la ONU está “bien informada” y recordó que el organismo lleva tiempo alertando sobre el deterioro de la situación en Cisjordania ocupada, especialmente en plena temporada de cosecha de aceitunas. Añadió que estas preocupaciones han sido transmitidas a Israel “tanto en privado como públicamente”.

Una nueva redada en Beit Ummar

Mientras tanto, las redadas israelíes continúan sacudiendo Palestina. Este miércoles, el ejército lanzó una amplia redada en la localidad de Beit Ummar, al sur de Cisjordania ocupada, donde detuvo a alrededor de 100 palestinos, según testigos citados por la agencia de noticias Anadolu. 

La redada tuvo lugar horas después de que un colono israelí muriera y otros tres resultaran heridos, en un ataque con atropello y apuñalamiento en el cruce de Gush Etzion por dos palestinos, quienes posteriormente fueron abatidos por las fuerzas israelíes. Sus nombres y sus muertos fueron confirmados por el Ministerio de Salud como Imran Al-Atrash, de Hebrón, y Walid Mohammed Sabarneh, originario de Beit Ummar. 

En un acto de castigo colectivo, la madrugada del miércoles las fuerzas israelíes irrumpieron en Beit Ummar, registraron decenas de viviendas, incluida la casa de la familia Sabarneh, y causaron daños en su interior, según detallaron testigos. Relataron que el ejército llevó a cabo una campaña masiva de detenciones y convirtió el estadio municipal en un centro improvisado de interrogatorio. 

Avances en las políticas de anexión

Paralelamente, Israel continúa avanzando en medidas que refuerzan el control territorial. Según reveló este jueves el diario Hareetz, la Administración Civil israelí emitió una orden para confiscar 1,8 millones de metros cuadrados (1.800 dunams) en el norte de Cisjordania ocupada, bajo el pretexto de desarrollar un sitio arqueológico. 

De acuerdo con el diario israelí Haaretz, la apropiación proyectada perjudicará directamente tanto a Sebastia como al cercano pueblo de Burqa. 

Los propietarios palestinos tienen 14 días para presentar objeciones antes de que la confiscación se haga efectiva. Se trata de la mayor apropiación de tierras con fines arqueológicos en Cisjordania ocupada desde 1967.

Sebastia, ubicada en la carretera que conecta Nablus y Yenín, abarca unas 477 hecáreas y su zona arqueológica, según el Ministerio de Turismo palestino, se remonta a la Edad del Bronce (3200 a.C.), con vestigios árabes, cananeos, romanos, bizantinos, fenicios e islámicos.

Este proceso de ampliación del control arqueológico se vio reforzado en julio de 2024, cuando la Knesset aprobó una ley que extiende la autoridad de la Autoridad de Antigüedades de Israel a los sitios arqueológicos de todas las áreas de Cisjordania ocupada, según el centro de estudios palestino Madar.

Por otra parte, las autoridades israelíes emitieron 40 órdenes de demolición y suspensión de obras en los últimos dos días en el barrio de Wadi Al-Hummus, al sureste de Jerusalén Este ocupado. La Gobernación de Jerusalén explicó que Israel entregó 30 avisos de demolición a edificios ubicados fuera del muro de separación, aun cuando están en Área A y cuentan con permisos oficiales palestinos.

Según los Acuerdos de Oslo de 1995, Cisjordania quedó dividida en Área A (control administrativo y de seguridad palestino), Área B (administración palestina y control de seguridad israelí) y Área C (control total israelí). El Área A representa apenas el 18% del territorio.

Un clima de violencia en aumento

Desde el estallido del genocidio en Gaza tras el 7 de octubre de 2023, Israel ha intensificado sus operaciones militares en Cisjordania ocupada. En este periodo, al menos 1.076 palestinos han sido asesinados, 10.700 han resultado heridos y más de 20.500 han sido arrestados, según organizaciones palestinas y agencias internacionales.

En julio, la Corte Internacional de Justicia emitió un dictamen histórico en el que declaró ilegal la ocupación israelí del territorio palestino y exigió la evacuación de todos los asentamientos en Cisjordania ocupada y Jerusalén Este ocupada.