Ataques en el Caribe marcan la cumbre CELAC-Unión Europea en Colombia: ¿qué dijeron los líderes?

Durante la cumbre CELAC-Unión Europea en Santa Marta, Colombia, 50 países rechazaron el uso de la fuerza que viole el derecho internacional, en medio de tensión por el despliegue militar de EE.UU. en el Caribe, pero sin mencionarlo directamente.

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El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa; el de Colombia, Gustavo Petro, y la vicepresidenta de la Comisión Europea, Kaja Kallas, en la cumbre

En medio de las crecientes tensiones por las cuestionadas operaciones militares de EE.UU. contra embarcaciones en el Caribe, la 4.° Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE) reunió en Colombia a líderes y representantes de decenas de países. En la Declaración de Santa Marta, adoptada este domingo al cierre del encuentro, medio centenar de Estados plasmaron su rechazo al “uso de la fuerza” que viole el derecho internacional. Pero con un detalle que no pasó desapercibido: evitaron mencionar directamente a Estados Unidos. 

Las críticas al despliegue militar de Washington en el Caribe, cerca de las costas de Venezuela, atravesaron múltiples discursos de los líderes presentes. Aunque el presidente estadounidense, Donald Trump, sostiene que estas maniobras buscan, supuestamente, combatir el narcotráfico, su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, advierte que en realidad persiguen un cambio de gobierno.

En este marco, la declaración final sí incluyó cuestionamientos indirectos, aunque pasando por alto apuntar a la Casa Blanca: subrayó “la importancia de la seguridad marítima y de la estabilidad regional en el Caribe”, rechazando toda “amenaza” incompatible con las normas internacionales y la Carta de las Naciones Unidas.

"Abordamos la importancia de la seguridad marítima y de la estabilidad regional en el Caribe. Coincidimos en la relevancia de la cooperación internacional, el respeto mutuo y el pleno cumplimiento del derecho internacional, incluso en la lucha contra el crimen organizado transnacional y el tráfico ilícito de drogas", señala el punto 10 de la declaración.

Durante un encuentro con periodistas al final de la jornada, la vicepresidenta de la Comisión Europea, Kaja Kallas, explicó la razón principal por la cual evitaron referirse al Gobierno de Trump en el documento: "Porque no habríamos conseguido que los países se sumaran, muy sencillo".

El texto también destaca la adhesión a los principios de la ONU, “en particular la igualdad soberana de los Estados, el respeto a la integridad territorial y de la independencia política, la no intervención en asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados y el arreglo pacífico de las controversias”.

De igual modo, el documento reafirma el apoyo al proceso de paz en Colombia y recuerda que la CELAC se ha proclamado Zona de Paz, “comprometida con la solución de controversias mediante el diálogo y la cooperación, de conformidad con el derecho internacional”.

Lula y Petro, en el centro del debate

Aunque la cumbre reunió a 33 países de la CELAC y 27 de la UE, solo nueve jefes de Estado o de Gobierno estuvieron presentes. Además del anfitrión colombiano, Gustavo Petro, participaron el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez. También asistieron los líderes de Portugal, Países Bajos, Guyana, Dominica, San Cristóbal y Nieves y Granada, además de la vicepresidenta de la Comisión Europea y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa. El resto de los países estuvo representado por altos funcionarios.

Días antes, Petro había señalado presiones de Washington contra la asistencia al evento por sus posiciones contrarias, además de reiterar su rechazo a los ataques de ese país en la región.

En su discurso de cierre, el mandatario colombiano defendió el papel del multilateralismo “para solucionar problemas comunes” sin “la intención de una nación que domina a otra”. Afirmó que, a su juicio, la cumbre fue un gran éxito: “En estos 50 puntos de la declaración conjunta demostramos al mundo que es posible ponernos de acuerdo y que es posible, en términos de diferencias, lograr consensos”. 

Por su parte, Lula da Silva expresó su preocupación por la presencia militar externa en Latinoamérica. "La amenaza del uso de la fuerza militar volvió a ser parte de la cotidianidad de América Latina y del Caribe. Viejas maniobras y retóricas son recicladas para justificar intervenciones ilegales", indicó.

Sánchez, además, pidió reforzar la unidad CELAC-UE en defensa del libre comercio y del derecho internacional, en alusión, aunque sin citarlos, a los ataques letales de EE.UU. contra embarcaciones en el Caribe. 

“Si hace dos años la cumbre UE-CELAC fue una prioridad política, hoy es un imperativo geoestratégico. Porque los desafíos que enfrentamos —la vulneración del derecho internacional en Gaza o Ucrania, los ataques al libre comercio, el debilitamiento de la gobernanza global— nos afectan a todos”, señaló.

“El mundo ha cambiado mucho desde nuestra última cumbre en Bruselas. Y en un mundo tan cambiante, esta alianza ofrece algo esencial: confianza. Una relación basada en principios, respeto mutuo y visión compartida. Europa y América Latina pueden y deben ser un faro de estabilidad, prosperidad y apertura en este tiempo incierto y lleno de riesgos”, agregó.

El presidente Maduro, pese a no estar presente en la cumbre, envió una carta a los líderes en la que defendió la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, rechazando intervenciones bajo pretextos como seguridad o lucha contra el narcotráfico. La misiva incluye una crítica a las operaciones en el Caribe, que han sido calificadas por expertos de la ONU como ejecuciones extrajudiciales, y plantea cuatro exigencias: declarar a América Latina y el Caribe Zona de Paz, rechazar la militarización del Caribe, investigar las denuncias de ejecuciones y establecer mecanismos regionales de cooperación humanitaria y defensa colectiva.

Tratado Mercosur-UE, un asunto recurrente

Además, aunque el tema no dominó la agenda, los líderes abordaron el estado del acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur. Ambas regiones, socios estratégicos en tecnología y materias primas, delinearon además una hoja de ruta común en transición verde, seguridad contra el crimen organizado y comercio más allá del tratado.

Kallas se mostró "optimista" sobre el esperado y debatido acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur, integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, además del reciente ingreso de Bolivia. "Hay grandes potencias que no quieren que se produzca este acuerdo" pero "el trabajo continúa", aseguró la vicepresidenta de la Comisión Europea, con el objetivo de tener el borrador listo para diciembre. 

También Sánchez aprovechó el foro para insistir en su ratificación definitiva antes de fin de año, coincidiendo con la próxima cumbre del bloque sudamericano.

El debate sigue siendo especialmente sensible en Francia, donde agricultores y ganaderos protestan ante el temor de que el mercado europeo se vea inundado de productos sudamericanos. El Ministerio de Agricultura francés reiteró que no aceptará ningún pacto que “condene” a su sector.

"En definitiva, con esta cumbre en Santa Marta, hemos cumplido nuestros objetivos de avanzar y consolidar la relación birregional en múltiples ámbitos”, sumó, por su parte, Antonio Costa, “de forma que el progreso económico de nuestros pueblos vaya de la mano con el desarrollo, la justicia social y los derechos humanos porque esa es la convicción en el corazón del vínculo entre Europa, América Latina y el Caribe".