Un mapa redibujado pieza por pieza: la anexión de Cisjordania ocupada ocurre ante la vista de todos

La anexión en Cisjordania ocupada se ha vuelto rutinaria. Aunque avanza a plena vista, en gran medida pasa inadvertida y rara vez es reportada, advierten activistas palestinos de derechos humanos. Con cada acción, Israel sigue redibujando el mapa.

By Zeynep Conkar
La violencia, el desplazamiento y la impunidad legal tanto en Gaza como en Cisjordania ocupada son expresiones diferentes de la misma política. / AA / AA

Mientras la violencia persiste en Gaza a pesar del alto el fuego mediado por Estados Unidos, Cisjordania ocupada está siendo alterada mediante una serie de acciones pequeñas y en gran medida poco visibilizadas que, en conjunto, redibujan el mapa, según advierten líderes comunitarios palestinos y organizaciones de derechos humanos.

En una conferencia de prensa virtual, activistas y referentes de la sociedad civil destacaron los efectos más amplios de la violencia, el desplazamiento y la impunidad legal en curso. Los describieron como diferentes caras de una misma política destinada a fragmentar, desgastar y, finalmente, expulsar a los palestinos de su tierra.

“Mientras que la atención global comprensiblemente se ha centrado en Gaza, ya que el genocidio continúa, Cisjordania (ocupada), incluida Jerusalén Este, soporta violencia y sufrimiento incesantes con poca visibilidad o atención de la gente de todo el mundo, incluidos los medios de comunicación”, dijo la actriz y activista Susan Sarandon, miembro de Artists4Ceasefire.

“Aunque el presidente (de Estados Unidos, Donald) Trump ha dicho públicamente que la anexión de Cisjordania no va a suceder, la realidad sobre el terreno muestra que, en la práctica, la anexión avanza cada día”.

Documentación extensa e informes de campo de Cisjordania ocupada, revisados por TRT World, revelan nuevos asentamientos, sistemas de carreteras paralelos, puestos de control militares y comunidades palestinas cada vez más confinadas en zonas aisladas. Durante la conferencia, los oradores señalaron que, pese a la evidencia en video y los testimonios de testigos, los procesamientos judiciales son casi inexistentes. Y que los colonos operan con una impunidad casi total, y es precisamente esta falta de rendición de cuentas lo que obliga a los palestinos a abandonar sus hogares.

“Necesitaba documentar”

Desde las aldeas en Masafer Yatta –un grupo de 19 caseríos palestinos en el sur de Cisjordania ocupada– hasta el centro de Jerusalén Este ocupada, las comunidades enfrentan un desplazamiento forzado creciente, según informes.

Para Mohammad Hureini, de 20 años, activista juvenil y defensor de derechos humanos de At-Tuwani en las Colinas de Hebrón (también conocidas como Monte Hebrón) en el sur de Cisjordania ocupada, esta realidad ha marcado toda su vida. Ha estado documentando la violencia de los colonos contra comunidades palestinas rurales en el Área C desde que era adolescente.

“Tenía 14 años cuando decidí llevar una cámara. Había visto las demoliciones, los colonos, las excavadoras avanzando hacia las casas de mis vecinos. Me di cuenta de que necesitaba documentar lo que estaba sucediendo en Masafer Yatta y mostrar al mundo lo que nuestra comunidad está viviendo”, dijo Hureini en la conferencia de prensa.

Su aldea fue el eje de No Other Land, el documental ganador del Óscar. “Estoy orgulloso de ser uno de los colaboradores” del film, afirmó, y describió la película como un registro sin filtros de la vida cotidiana en su comunidad. “Noventa y seis minutos del acoso, la limpieza étnica y el apartheid que vivimos cada día”, sentenció.

Hureini sostuvo que el reconocimiento internacional de la película llegó con un costo a nivel personal.

“Después de ganar el Óscar, mi primo Basel Adra y Hamdan Ballal, los directores, fueron atacados. Aquí, bajo esta brutal ocupación, ser palestino es abordado como un crimen. No importa quién seas o qué hayas hecho”.

Relató cómo su aldea se reduce año tras año, con tierras agrícolas fragmentadas por nuevas carreteras y colonos que patrullan las colinas a su alrededor. La abogada de derechos humanos Allegra Pacheco, quien también participó en la conferencia de prensa, describió la vida bajo ocupación como una existencia marcada por la inseguridad constante y la falta de previsibilidad.

“Cuando estás controlado por un ejército extranjero, no tienes control sobre nada en tu vida. No hay seguridad. No sabes qué va a pasar cuando te vayas a dormir por la noche. Tu casa puede ser allanada por el ejército israelí. Tus seres queridos pueden ser detenidos. Eso ocurre cada noche, cada día, y no hay un final a la vista”.

"Cuando un colono allana una casa palestina, si el palestino empuja al colono fuera de su propia casa, el palestino podría ser arrestado por atacar al colono, podría recibir un disparo y ser asesinado. Todas esas situaciones han ocurrido", agregó Pacheco.

También destacó que a la Autoridad Palestina se le impide entrar al 60% de Cisjordania ocupada.

“Una anexión es permanente”

Para Bushra Khalidi, líder de política de la confederación internacional de ONG Oxfam en los territorios palestinos ocupados, la situación es profundamente personal. Vive en Cisjordania ocupada mientras su familia permanece en Gaza, sin posibilidad de visitarla. 

En este contexto, describe la fragmentación impuesta a los palestinos como “un sistema que decide quién puede moverse, quién puede quedarse y quién es empujado lentamente hacia afuera”.

Según Khalidi, esa fragmentación afecta incluso los aspectos más pequeños de la vida cotidiana.

“Da forma a tu capacidad de visitar a tus padres, de llevar a tu hijo a la escuela, de conducir al trabajo, e incluso de sentarse con seguridad en tu propia sala de estar”.

“Cuando hablo de ocupación militar, castigo colectivo, o políticas que equivalen a traslado forzoso, no estoy hablando solo en términos legales. Estoy hablando como alguien que lo experimenta. Mi familia, mis vecinos y mis amigos lo viven”.

Las comunidades desaparecen del mapa mientras los colonos disfrutan de protección total del ejército israelí, afirma.

“Todos los palestinos en Cisjordania viven con el miedo de que una nueva orden militar o una norma impuesta por colonos haga desaparecer nuestras comunidades, como ya ocurrió con decenas de ellas, que hoy ni siquiera existen en el mapa”.

La Corte Internacional de Justicia ha dictaminado que la ocupación prolongada de Israel y las políticas de anexión son ilegales.

“Si los estados aceptan las conclusiones de la CIJ, sus políticas deben reflejarlas. No puedes condenar la anexión en La Haya y luego continuar con los negocios como siempre sobre el terreno”, sostuvo Khalidi.

El mapa palestino, que en 1948 incluía una porción mucho mayor de territorio, está siendo redibujado de una manera que hace que el marco de dos Estados sea cada vez más inviable, agregó.

Los palestinos, advirtió, están siendo empujados a áreas cada vez más pequeñas y separadas entre sí, una situación insostenible a largo plazo.

Para Khalidi, la rendición de cuentas es la línea divisoria entre un futuro en el que los palestinos sobreviven y uno en el que lentamente desaparecen.

“La ley es absolutamente clara. El impacto humano es absolutamente catastrófico. Y digo esto como una mujer palestina que vive estas políticas cada día. No podemos sobrevivir otra década de declaraciones sin acción”.

“Si los países siguen tratando esto como un problema a gestionar, el Estado palestino no fracasará… Simplemente desaparecerá”.