Venezuela busca apoyo de sus aliados ante el aumento de la presencia estadounidense en el Caribe

Documentos filtrados revelan que Maduro pidió a sus aliados sistemas de radar, misiles y reparaciones de aeronaves, mientras Trinidad y Tobago pone en alerta a su ejército por tensiones regionales.

El aumento de la presencia militar estadounidense en el Caribe representa una de las pruebas más serias para Maduro desde que asumió el poder en 2013 / Reuters

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha recurrido a Rusia, China e Irán para reforzar las capacidades de defensa del país ante el incremento de la presencia militar estadounidense en el Caribe, según documentos internos de Estados Unidos citados por The Washington Post.

De acuerdo con esos informes, Maduro busca apoyo para la adquisición de sistemas de radar, la reparación de aeronaves y, posiblemente, el suministro de misiles.

En este contexto, las peticiones dirigidas a Moscú fueron transmitidas mediante una carta al presidente ruso, Vladimir Putin, que debía ser entregada durante la visita a Rusia de un alto funcionario venezolano a comienzos de mes. Paralelamente, el mandatario también redactó una carta para el presidente chino, Xi Jinping, en la que solicitaba una “cooperación militar ampliada” como respuesta a “la escalada entre Estados Unidos y Venezuela”, según los documentos publicados el jueves por el diario.

Además, Maduro instó a Beijing a acelerar la producción de sistemas de detección por radar de empresas chinas con el objetivo de fortalecer la defensa venezolana. Por otra parte, los documentos estadounidenses añaden que “en la carta, Maduro subrayó la gravedad de la agresión estadounidense percibida en el Caribe, presentando cualquier acción militar de Washington contra Venezuela como una acción también dirigida contra China, debido a su ideología compartida”.

Asimismo, los informes señalan que el ministro de Transporte, Ramón Celestino Velásquez, coordinó un reciente envío de equipamiento militar y drones desde Irán, además de planificar una visita al país. En conversaciones con un funcionario iraní, afirmó que Venezuela necesitaba “equipos de detección pasiva, bloqueadores de GPS y, casi con certeza, drones con un alcance de mil kilómetros”.

Escalada de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela


En paralelo a estas gestiones diplomáticas, el aumento de la presencia militar estadounidense en el Caribe representa una de las amenazas más serias para Maduro desde que asumió el poder en 2013. De hecho, Washington ha llevado a cabo más de una docena de ataques contra embarcaciones que, según asegura, estaban implicadas en el narcotráfico y que partían de aguas venezolanas, dejando al menos 61 muertos desde septiembre.

Sin embargo, Estados Unidos no ha presentado públicamente pruebas que respalden sus acusaciones de narcotráfico, mientras que el presidente Nicolás Maduro ha rechazado rotundamente dichas afirmaciones.

Ante este contexto de creciente tensión, Trinidad y Tobago ha decidido poner a sus fuerzas armadas en estado de alerta e intensificar las operaciones de vigilancia a lo largo de su frontera marítima con Venezuela, según informaron medios regionales.

Por su parte, a comienzos de octubre, durante una conversación telefónica con el canciller venezolano, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, expresó su “grave preocupación por la creciente escalada de las actividades de Washington en el mar Caribe”.

Pocos días después, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que Moscú “respeta la soberanía de Venezuela” y que el asunto debe resolverse “de acuerdo con el derecho internacional”, marcando así una posición de respaldo diplomático hacia Caracas.

Del mismo modo, a mediados de octubre, el ministro venezolano de Transporte, Ramón Celestino Velásquez, viajó a Moscú para mantener conversaciones con su homólogo ruso, según confirmó el Ministerio de Transporte de Rusia.

De acuerdo con documentos obtenidos por The Washington Post, Velásquez también fue el encargado de entregar una carta de Maduro a Putin, en la que el mandatario venezolano solicitaba apoyo para reforzar las defensas aéreas del país. En dicha carta, Maduro pedía la restauración de varios aviones Sukhoi Su-30MK2 de fabricación rusa y el reacondicionamiento de ocho motores y cinco radares en Rusia.

Además, solicitaba la adquisición de 14 lotes de misiles —presumiblemente de origen ruso— y la provisión de un “apoyo logístico no especificado”, según detalla la documentación.

Por otro lado, los registros estadounidenses indican que el presidente venezolano destacó el papel de los cazas Sukhoi como “el principal elemento disuasorio” de las Fuerzas Armadas venezolanas. En este sentido, propuso un plan de financiación a medio plazo de tres años a través de la corporación estatal rusa Rostec, aunque sin especificar el monto.

Finalmente, a comienzos de este mes, Maduro anunció el despliegue en todo el territorio nacional de 5.000 sistemas portátiles de defensa antiaérea Igla-S, también de fabricación rusa, como parte de sus esfuerzos por fortalecer las capacidades militares del país frente a la creciente presencia de Estados Unidos en el Caribe.


SOURCE: TRT Español y agencias