Bloqueo de Trump aumenta tensión en el Caribe, ¿está EE.UU. al borde de una guerra contra Venezuela?

Expertos sostienen que el tono cada vez más duro del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, apunta más a forzar la salida de Nicolás Maduro del gobierno que a lanzar una invasión militar contra Venezuela.

By Murat Sofuoglu
El despliegue militar en el Caribe, con 11 buques de guerra, busca forzar la salida de Nicolás Maduro, según expertos. / Reuters / Reuters

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció su retórica contra su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, al insinuar que sus días están “contados” y asegurar que su país enfrenta un “bloqueo total y completo” por parte del Ejército estadounidense.

Pero Maduro no ha dado señales de retroceder ante la creciente presión de Washington en el mar Caribe, incluso cuando fuerzas navales estadounidenses incautaron el Skipper, un buque que transportaba petróleo venezolano cerca de la costa del país, e impidieron la salida de otros petroleros del país.

Washington lleva adelante la llamada Operación Lanza del Sur, iniciada en septiembre de 2025 y presentada como una campaña militar y antidrogas en el Caribe y el Pacífico oriental, que también contribuyó a elevar la tensión con Caracas.

El martes por la noche, Trump afirmó que Venezuela está sitiada y recomendó a Maduro devolver a Estados Unidos “todo el petróleo, la tierra y otros activos que nos robaron”, en referencia a la cancelación de proyectos petroleros liderados por Exxon y ConocoPhillips durante el gobierno del expresidente Hugo Chávez.

Sin embargo, aunque el tono del presidente estadounidense se volvió más agresivo, expertos señalan que esto no implica necesariamente un conflicto inminente.

Si bien el despliegue militar estadounidense en el Caribe es significativo —con 11 buques de guerra, incluido el USS Gerald R. Ford, el portaaviones más grande del mundo—, una posible invasión requeriría muchas más fuerzas, afirmó Matthew Bryza, exdiplomático estadounidense.

“Es importante, por supuesto, pero los 14.000 soldados que forman parte de las fuerzas reunidas ahora en el Caribe no son suficientes para librar una guerra contra Venezuela, que tiene un gran ejército y un terreno muy difícil, con selvas montañosas”, dijo Bryza a TRT World.

Maduro condenó con firmeza las crecientes amenazas y escaladas de Trump, y describió las acciones de Estados Unidos como una campaña de “agresión multidimensional, que va desde el terrorismo psicológico hasta la piratería de corsarios”. “Hemos jurado defender nuestra patria y que en este suelo triunfen la paz y la felicidad compartida”, afirmó el martes.

Campaña de “intimidación”

Según Bryza, quien sirvió durante el gobierno de George W. Bush en el momento de la invasión a Iraq, la dura retórica de Trump apunta “a intimidar a Maduro para que renuncie y abandone el poder”.

La jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, expresó una visión similar y comparó el comportamiento de Trump con “la personalidad de un alcohólico”. “Quiere seguir haciendo estallar barcos hasta que Maduro se dé por vencido”, dijo Wiles, citada en una entrevista con Vanity Fair.

Un doble ataque estadounidense contra una embarcación acusada de narcotráfico —que incluyó un segundo bombardeo en el que murieron sobrevivientes— generó indignación en Washington, donde legisladores cuestionan la legalidad de la operación.

Expertos advierten que un bloqueo militar contra cualquier país está prohibido por la Carta de la ONU. No obstante, el Gobierno de Trump sostiene que su “bloqueo total y completo” contra Venezuela se limita a los petroleros sancionados.

Wiles señaló que la reciente afirmación de Trump de que una operación terrestre “comenzaría muy pronto” contra carteles de droga en Venezuela podría implicar ocupaciones parciales del país. “Si autorizara alguna acción en tierra, entonces es guerra y necesitaríamos al Congreso”, afirmó.

Bryza no descarta la posibilidad de ataques militares limitados en territorio venezolano, dirigidos a instalaciones de producción y pistas aéreas de carteles de droga –a los que el Gobierno de Trump declaró recientemente como organizaciones terroristas–. 

Washington sostiene que carteles venezolanos, como el Cartel de los Soles, cuya existencia Caracas niega, operan en conjunto con el Gobierno de Maduro. Sin embargo, Bryza afirma que incluso si el gobierno venezolano colaborara con estos grupos, sigue siendo “poco claro” que eso “justifique, ni moralmente ni desde el punto de vista de la prudencia política, un intento de expulsarlo del poder y el despliegue de toda esta fuerza militar estadounidense”.

También considera que Trump no ha definido claramente su objetivo final y que el presidente “actúa desde la emoción, intentando mostrarse fuerte e intimidante, sin saber cómo termina este proceso, porque no tiene claro el objetivo último”.

¿Puede renunciar Maduro?

El bloqueo estadounidense a los envíos de petróleo provocará una fuerte caída en los ingresos del gobierno de Maduro. La administración Trump afirma que esos buques forman parte de una flota fantasma utilizada por Rusia e Irán, países ya bajo sanciones occidentales.

Las ventas de petróleo representan el 90% de los ingresos por exportaciones de Venezuela, y el 70% de sus exportaciones energéticas “depende” de esa flota de buques sancionados, valuada en unos 8.000 millones de dólares anuales, según un análisis reciente del Wall Street Journal.

El número de esas embarcaciones se estima entre 900 y 1.000, según distintas fuentes.

Como resultado, un país como Venezuela, que es una economía altamente dependiente de las importaciones, con una población de 28 millones de personas y las mayores reservas de petróleo del mundo, podría verse seriamente afectado si continúa el bloqueo estadounidense en el Caribe.

“Este paso, si Trump lo concreta, tendrá un impacto muy doloroso en la economía venezolana, que ya está colapsando por las sanciones”, señaló Bryza.

Aun con el aumento de la presión estadounidense, analistas dudan de que Maduro abandone el poder, respaldado por Cuba, Nicaragua y aliados clave como Rusia, China e Irán.

“Durante la pandemia de Covid-19, los precios del crudo pesado venezolano cayeron a una fracción de los actuales y la producción se redujo a menos de la mitad del nivel actual. Aun así, Maduro resistió”, señaló otro informe del Wall Street Journal.

“Esta no es la peor presión que Maduro ha enfrentado, al menos por ahora”, afirmó Francisco Monaldi, director del programa de energía para América Latina del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice.

Bryza no cree que Maduro deje el poder. “Encontró la forma de mantenerse y está usando las amenazas militares de Estados Unidos para reunir más apoyo”, sostuvo. Y, aunque indica que no goza de gran popularidad en Venezuela, advierte que una intervención extranjera, como la que plantea Trump, podría fortalecerlo.

“Cuando Estados Unidos, con su historial de intervenciones políticas y militares en América Latina, amenaza con hacer lo mismo en tu país, incluso si no te gusta tu líder, amás a tu país. Y el líder nacional puede beneficiarse de ese sentimiento”.