Una nueva capa de presión se cierne sobre las ya deterioradas relaciones entre Venezuela y Estados Unidos, luego de que Caracas ordenara a su Armada escoltar los buques que transportan productos derivados del petróleo, según un informe publicado por el diario The New York Times este miércoles. La medida, apunta el reporte, “aumenta el riesgo de una confrontación” con Washington, luego de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunciara este martes el “bloqueo total y completo” a todos los barcos petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela.
Citando datos de seguimiento de buques y fuentes que hablaron bajo anonimato, el diario estadounidense indicó que fueron varios los barcos que zarparon escoltados por la Armada desde la costa oriental de Venezuela –exactamente desde Puerto José, en el estado de Anzoátegui– entre la noche de este martes y la mañana del miércoles. The New York Times, además, detalló que el destino de las embarcaciones cargadas con “urea, coque de petróleo y otros productos derivados del petróleo” son “los mercados asiáticos”.

Pero el panorama se torna aún más complejo con la declaración de un funcionario estadounidense, familiarizado con las discusiones en Washington, que le dijo al periódico que la Casa Blanca está al tanto de la orden de Caracas para escoltar los buques y que estudia diversas acciones, aunque no especificó cuáles. La publicación además aclara que los barcos protegidos por la Armada no figuraban en la lista de buques sancionados por EE.UU., por lo que no fue posible esclarecer si podrían estar sujetos al bloqueo de Trump.
Venezuela asegura que exportaciones de petróleo siguen “con normalidad”
Por su parte, la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) aseguró este miércoles en un comunicado "que las operaciones de exportación de crudo y derivados se desarrollan con normalidad". "Los buques petroleros vinculados a las operaciones de PDVSA continúan navegando con pleno aseguramiento, respaldo técnico y garantías operativas”, añadió la compañía. Luego, en lo que pareció una alusión al bloqueo y la presión de Washington, sostuvo: "Ninguna de estas agresiones ha logrado mellar la capacidad operativa”.
En la misma línea, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostuvo que su Gobierno continuará "el comercio para allá y para acá" del petróleo, al acusar a Trump de tener una “pretensión guerrerista”. “Es ilegal (...) pretender impedir el libre comercio naval en los mares y océanos del mundo”, advirtió el mandatario antes de aseverar que “Venezuela seguirá comerciando todos sus productos… seguirá el comercio para allá y para acá de nuestro petróleo y de todas nuestras riquezas naturales".
Maduro también se refirió a que con cada mensaje que llega desde Washington se esclarecen aún más las intenciones de EE.UU. "Ya todo el mundo ve la verdad, la verdad ha sido develada, se pretende en Venezuela un cambio de régimen para imponer un gobierno títere que no duraría ni 47 horas que llegue a entregarle la Constitución, la soberanía y todas las riquezas y convierta a Venezuela en una colonia. Sencillamente, eso no va a pasar".
Las declaraciones desde Caracas se producen en respuesta al redoble de acusaciones de Trump este miércoles. Un día después de anunciar el “bloqueo total” a los petroleros sancionados por Washington que entren y salgan de Venezuela, el mandatario aseguró que el país latinoamericano supuestamente le quitó a EE.UU. sus “derechos energéticos”. "Recuerden que nos quitaron todos nuestros derechos energéticos. Nos quitaron todo nuestro petróleo no hace tanto. Lo queremos de vuelta. Nos lo quitaron ilegalmente", comentó el mandatario a la prensa.
Haciendo sus declaraciones desde la base aérea Andrews, a las afueras de Washington, insistió: "Lo queremos de vuelta. Nos quitaron nuestros derechos petroleros, a pesar de que hay mucho petróleo allí, como saben, expulsaron a nuestras empresas, y lo queremos de vuelta", insistió.
Los comentarios de Trump también fueron objeto de la reacción del ministro de Defensa Vladimir Padrino, quien reiteró las denuncias de que la presión militar y política de Washington tiene la mira puesta en el petróleo del país, y no en lo que ha querido justificar como su lucha contra el narcotráfico. Padrino sostuvo que Caracas no caerá “en provocaciones”. "Le decimos al gobierno norteamericano y a su presidente que no nos intimidan sus burdas y soberbias amenazas", apuntó el funcionario.
También destacó que con el bloqueo a los petroleros y la incautación de EE.UU. la semana pasada de un buque que transportaba crudo frente a las costas de Venezuela, a Washington se le cayó “todo el montaje”. Cabello afirmó que los mensajes de Trump son "una confesión" y que así "se caen todas las caretas y todo el montaje". "Ni una gota de petróleo puede salir de aquí para Estados Unidos si agreden a Venezuela (…) bajo ninguna circunstancia", insistió. Luego aseveró que “no habrá petróleo regalado, ni robado, para ningún poder extranjero".
Estados Unidos se quedó con el petrolero decomisado, señalando que tras la incautación se realizaría un “proceso legal” para embargar el crudo que iba a bordo. La medida fue calificada en su momento por Caracas como un “robo descarado” y un “acto de piratería”. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela afirmó en su momento que esta acción deja “finalmente al descubierto las verdaderas razones” de la presión sobre el país. “No es la migración. No es la democracia. No son los derechos humanos. Siempre se trató de nuestras riquezas naturales, de nuestro petróleo”.
¿Ofrecimiento a petroleras de EE.UU. para ir a Venezuela?
Ahora bien, al parecer la Casa Blanca no sólo está evaluando opciones militares y de presión directa sobre Caracas. Un informe exclusivo del medio Politico reveló que el Gobierno de Trump les está preguntando a empresas estadounidenses de petróleo si les interesa regresar a Venezuela una vez que Maduro salga del poder. Este acercamiento de la administración a la industria petrolera “es la señal más reciente” de que Washington “sueña con un futuro post-Maduro para Venezuela, y de cómo los mercados petroleros mundiales contribuyen y obstaculizan ese objetivo”, se lee en el reporte.
Y, detalla Politico, la respuesta del sector no ha sido positiva. Según se explica, los mercados, saturados de oferta y con precios en mínimos de casi cinco años, le han permitido al presidente de EE.UU. “una inusual libertad para intensificar la presión militar” sobre Venezuela, “el miembro sudamericano de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)”. Sin embargo, advierte la publicación citando a funcionarios y expertos, “esos precios también son demasiado bajos como para incitar a las empresas a correr el riesgo de invertir cuantiosas sumas en las deterioradas instalaciones petroleras venezolanas”, cuyas instalaciones nacionalizó el hoy fallecido expresidente Hugo Chávez hace décadas.
“El precio de referencia del petróleo en Estados Unidos rondaba los 56 dólares por barril el miércoles por la tarde, su nivel más bajo desde enero de 2021. Esto significa que Trump tiene pocos motivos para preocuparse de que un ataque a Venezuela dispare los precios de la gasolina, pero también significa que las compañías petroleras estadounidenses tienen mejores opciones de inversión en otros lugares”, añadió Politico.
Luego, citando a una fuente, sostuvo que la industria no tiene mucho interés en trasladar o abrir operaciones en Venezuela considerando los bajos precios y “yacimientos más atractivos a nivel mundial”.
EE.UU. lanza nuevo ataque contra embarcación en el Caribe
En lo que ya se ha vuelto un reiterado anuncio, Estados Unidos volvió a informar sobre un “ataque letal” contra una embarcación en aguas del Pacífico oriental que mató a cuatro personas. De acuerdo al Comando Sur del Ejército de EE.UU., información de inteligencia supuestamente “confirmó que la embarcación estaba transitando por una conocida ruta narcotraficante en el Pacífico oriental y estaba llevando a cabo operaciones de tráfico de drogas". Con esta nueva operación, Washington ya ha destruido al menos 27 embarcaciones y matado a casi 100 personas desde septiembre, cuando empezaron los bombardeos justificados en lo que reclama es su “lucha” contra el narcotráfico.
Múltiples expertos y líderes han señalado que quienes iban en las embarcaciones atacadas por el Pentágono son civiles y sus supuestos vínculos con el narcotráfico no justifican el uso de la fuerza letal, por lo que las acciones constituirían ejecuciones extrajudiciales. Organizaciones de derechos humanos han señalado además que los operativos letales violan el derecho internacional.
Desde septiembre, expertos del Consejo de Derechos Humanos de la ONUadvirtieron que “el derecho internacional no permite que los gobiernos simplemente asesinen a presuntos traficantes de drogas”. "Las actividades criminales deben ser interrumpidas, investigadas y procesadas de acuerdo con el Estado de derecho, incluyendo la cooperación internacional", indicó en ese momento un comunicado firmado por tres expertos que colaboran regularmente con el organismo.














