COP30 se extiende ante desacuerdos y divisiones sobre futuro de combustibles fósiles: ¿qué pasa?
La conferencia de la ONU sobre cambio climático, COP30, debía cerrar este viernes en Brasil, pero las negociaciones se extendieron. Los borradores dejaron fuera las referencias a combustibles fósiles, mientras las divisiones persisten.
El cronograma de la conferencia de la ONU sobre cambio climático, la COP30, era de 12 días. Se esperaban jornadas largas y debates intensos. Pero el tiempo no fue suficiente: las diferencias sobre el futuro de los combustibles fósiles fueron tan profundas que el encuentro no cerró este viernes, como estaba previsto. Tras el rechazo del borrador presentado por el anfitrión, Brasil, los países seguían discutiendo un nuevo texto que ya no incluía ni siquiera referencias a estos combustibles.
En teoría, la cumbre debía definir cómo recuperar el retraso en la reducción de emisiones y fortalecer la adaptación al cambio climático en las naciones más vulnerables. Sin embargo, después de casi dos semanas de negociaciones en Belém, en pleno Amazonas, el borrador impulsado por Brasilia llegó tan modificado que eliminaba no solo cualquier referencia a los combustibles fósiles –responsables de la mayor parte de las emisiones de carbono–, sino también la expresión “hoja de ruta”, dos ejes defendidos desde el inicio por el presidente anfitrión Luiz Inácio Lula da Silva.
La exclusión de esos puntos generó divisiones y desacuerdos en cadena. A ello se sumó la falta de consenso en torno a otro elemento fundamental: el llamado a triplicar la financiación para la adaptación a la crisis climática en los países más vulnerables. Las naciones ricas se mostraron reacias a ampliar los montos establecidos en la COP29, celebrada en noviembre pasado en Bakú, Azerbaiyán.
La Unión Europea amenaza con retirarse
Ahora bien, al menos 80 países europeos, latinoamericanos e insulares defendían la creación de una "hoja de ruta" para abandonar el petróleo, el carbón y el gas. La oposición provino de los países que producen mayor cantidad de petróleo y cuyos economías dependen de ello, pero este viernes el foco estuvo en la Unión Europea (UE), que rechazó el borrador más reciente.
De hecho, la UE incluso planteó la posibilidad de retirarse "sin acuerdo", lo que supondría una gran decepción para esta conferencia climática, iniciada el 10 de noviembre.
El representante europeo de de Clima, Cero Emisiones y Crecimiento Limpio, Wopke Hoekstra, dijo que el texto era "inaceptable" y advirtió que la cumbre podría terminar sin acuerdo. "Lo digo con pesar, pero lo que hay ahora sobre la mesa claramente no es un acuerdo", declaró a los periodistas.
Iniciativa no vinculante de Colombia
En contraste, más de veinte países, entre ellos Chile, Colombia, España y México, anunciaron este viernes un compromiso político para abandonar los combustibles fósiles, en el marco de una iniciativa impulsada por Colombia: la Declaración de Belém, de carácter no vinculante.
Para dar seguimiento a esta propuesta, Colombia destacó la necesidad de crear nuevas instancias paralelas a la COP y convocó a una conferencia internacional en la ciudad de Santa Marta, el 28 y 29 de abril de 2026.
Y ahora, ¿qué esperar?
Tras el fracaso de una reunión con los cerca de 190 países presentes el viernes al mediodía, la presidencia brasileña cambió de estrategia y mantuvo negociaciones a puerta cerrada con un grupo reducido de países representativos de distintos bloques. Muy poco se supo de esas conversaciones, que se prolongaron hasta altas horas de la noche.
El jefe de la COP30, el diplomático brasileño André Correa do Lago, instó a alcanzar un compromiso, planteando que, de lo contrario, aquellos que dudan del multilateralismo "van a estar absolutamente encantados".
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente brasileña, Marina Silva, dijo que “el tiempo no puede ser un impedimento para que se haga el debate necesario”.
Ahora bien, para aprobar un acuerdo se requiere consenso entre casi 200 naciones, en una cumbre marcada por la ausencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que no asistió al encuentro de líderes.
Por ahora, se prevé que las negociaciones continúen durante el fin de semana con el objetivo de cerrar un acuerdo que satisfaga, en la medida de lo posible, a todas las partes. Pero persiste el temor de que la COP30 termine como otras ediciones: con muchas promesas y expectativas, pero sin resultados concretos.