“La situación es trágica”: la vida en Gaza sin medicamentos y con hospitales devastados

Los hospitales devastados en Gaza y las farmacias sin medicamentos, consecuencia del bloqueo y los ataques israelíes, empujan a la muerte evitable a miles de pacientes crónicos.

By
"La situación es trágica", se lamenta el doctor Mohamed Abdesalam Mohcin. / AA

El frágil sistema sanitario de Gaza apenas logra responder al flujo constante de pacientes que cada día colapsa los pocos centros médicos aún operativos en Gaza. La atención se vuelve casi imposible ante la falta estructural de medicamentos y material sanitario. Artículos básicos como suplementos nutricionales, suero o desinfectantes escasean enormemente. Y a pesar del alto el fuego vigente entre Israel y el grupo de resistencia palestino Hamás, el bloqueo de este tipo de suministros continúa.

"La situación es trágica", se lamenta el doctor Mohamed Abdesalam Mohcin, que cuenta a la agencia de noticias EFE que no disponen de los materiales necesarios para realizar una simple cura. 

Mohamed es médico de urgencias en el hospital Al-Shifa, el mayor complejo sanitario en Gaza, que fue objeto de sitio y bombardeos por parte de las fuerzas israelíes a lo largo de la brutal ofensiva desde octubre de 2023. 

Los daños son visibles en cada rincón. A las puertas del hospital, en la Ciudad de Gaza, se alinean ambulancias entre el polvo y los escombros de unas instalaciones reducidas prácticamente a ruinas. Solo uno de los edificios pudo volver a operar parcialmente. Pero la escasez de material obliga al personal a administrar con cuentagotas las pocas reservas disponibles, ahora destinadas únicamente a los casos más críticos.

Sin insulina para los enfermos crónicos

A la magnitud de los heridos provocados por la ofensiva israelí contra Gaza se suma la situación de los pacientes crónicos, cada vez más desamparados. El doctor del hospital admite que no pueden atender a muchos de ellos “por la falta absoluta de medicamentos”. “Estamos registrando muertes que no tendrían por qué producirse”, lamenta, poniendo como ejemplo a los diabéticos. La insulina, explica, se ha convertido en un artículo de lujo.

En la sala de espera del Al-Shifa se amontonan los pacientes. Unos llegan en sillas de ruedas ayudados por sus familiares, mientras que otros caminan con muletas. Todos a la espera de análisis básicos, como que se les tome la tensión, mientras aguardan diagnósticos más precisos.

Entre ellos está Jaled Hamed Hajjaj, de 62 años, que ha acudido al centro tras sentir lo que sospecha es el inicio de una trombosis.

Hasta hace poco recibía su medicación para la tensión y la diabetes a través de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) y otras organizaciones, pero ahora no logra encontrarla. “No hay medicinas suficientes para todos en Gaza”, afirma. Desde su camilla señala la sala y asegura que los médicos no pueden recetar tratamientos porque, simplemente, no existen en los almacenes.

Farmacias improvisadas entre los escombros

Mientras las reservas del sistema de salud gazatí se van agotando, las farmacias, como la de Youssef Ismael Abu Abeid, también están en mínimos. Este farmacéutico ha levantado un puesto improvisado entre los escombros de la Ciudad de Gaza: unos estantes, una lona de plástico y tablas de madera bastan para montar un espacio donde vender los pocos medicamentos que le quedan.

La brutal ofensiva israelí “nos ha obligado a vivir condiciones que jamás imaginamos y nos ha llevado a tener que abrir un quiosco como este en la calle", cuenta Youssef. 

Señalando sus repisas casi vacías, advierte de que los productos disponibles no durarán más de una semana. “Intentamos sobrevivir con recursos mínimos y con muy pocas posibilidades”, reconoce.

Ya antes del comienzo del genocidio contra Gaza, el 7 de octubre de 2023, el enclave afrontaba escasez de medicamentos, debido al bloqueo impuesto por Israel, aunque no a niveles tan extremos como en la actualidad. Es que ahora, explica Youssef, no se puede encontrar ni siquiera el “40% de lo que había hace dos años”. 

Además, esta situación se ve agravada por “nuevos virus que no tienen remedio y que son consecuencia de la contaminación en la que vivimos”. 

Y aunque sigue trabajando para salir adelante, Youssef es contundente al describir el deterioro de la situación: “En Gaza estamos viviendo como en una era primitiva. Si esto continúa así, llegará un punto en el que no habrá remedio”.

Continúan los ataques en Gaza

A pesar del alto el fuego vigente en Gaza, los ataques del ejército israelí no se han detenido. Los bombardeos más recientes han causado víctimas entre la población desplazada y han sido denunciados por las facciones palestinas como violaciones evidentes del acuerdo.

Según la agencia de noticias palestina WAFA, desde el inicio de la tregua se han registrado alrededor de 591 violaciones, que han dejado 357 muertos y 903 heridos. Estas cifras se suman al balance total desde el comienzo de la ofensiva tras el 7 de octubre, que supera los 70.000 palestinos asesinados y 171.000 heridos.