Consejo de Seguridad aprueba plan para Gaza con fuerza internacional y Junta de Paz: las claves

La resolución, aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU con abstenciones de Rusia y China, apoya el plan del presidente Trump para Gaza. Incluye la fuerza internacional de estabilización, una Junta de Paz y abre camino para un Estado palestino.

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La creación de la Junta de Paz fue el punto más disputado durante las negociaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Tras semanas de negociaciones y en medio de la urgencia por aliviar el sufrimiento de los palestinos, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este lunes una resolución que respalda el alto el fuego entre Israel y Hamás en Gaza. La medida autoriza el despliegue de una fuerza internacional de estabilización y crea la Junta de Paz, un organismo encargado de supervisar la administración, la seguridad y la reconstrucción del enclave. El texto también traza un camino para la futura gobernanza del territorio tras el brutal genocidio de Israel y abre la puerta a un posible de Estado palestino.

La resolución fue adoptada con 13 votos y las abstenciones de China y Rusia. Avala la segunda fase del plan de 20 puntos del presidente de EE.UU., Donald Trump, que sirvió de base para el cese del fuego que entró en vigor desde el pasado 10 de octubre.

¿Qué plantea la resolución?

La última versión del texto establece la creación de una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF, por sus siglas en inglés) y un gobierno transitorio para Gaza. Además, pide la implementación de la Junta de Paz. 

La ISF deberá trabajar con Israel, Egipto y policías palestinos recién formados para ayudar a asegurar las fronteras y desmilitarizar Gaza. Su mandato incluye “la desactivación permanente de armas de grupos armados no estatales”, la protección de civiles y la seguridad de los corredores humanitarios. La ONU aclaró que no será una misión de cascos azules.

El plan prevé transferir luego la autoridad a un Gobierno Autónomo Palestino, una vez que “haya completado satisfactoriamente su programa de reformas”. Ahora bien, el texto no aclara cuáles deben ser esas reformas.

Por otra parte, la resolución exige, además, reanudar la entrega masiva de ayuda humanitaria a través de la ONU, la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

Punto clave: la Junta de Paz

La creación de la Junta de Paz fue el punto más disputado durante las negociaciones en el Consejo de Seguridad de la ONU. Tras la votación, se determinó que funcionará como una administración transitoria con personalidad jurídica internacional hasta fines de 2027, salvo decisión posterior del consejo. Cualquier reautorización deberá hacerse “en plena cooperación y coordinación con Egipto, Israel y otros Estados que trabajen con la ISF”.

Según el embajador de EE.UU. ante la ONU, Mike Waltz, la Junta de Paz "coordinará la entrega de asistencia humanitaria, facilitará el desarrollo de Gaza y apoyará a un comité tecnocrático de palestinos responsable de las operaciones cotidianas de Gaza, del servicio civil y de la administración".

Tras la votación, Waltz sostuvo: “La Junta de la Paz, que estará dirigida por el presidente Trump, sigue siendo la piedra angular de nuestro esfuerzo”. Luego agregó que las ISF “estabilizarán y garantizarán el entorno de seguridad”.

El propio Trump celebró la votación indicando que él presidirá la junta. “Felicito al mundo por la increíble votación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, hace apenas unos instantes, que reconoce y respalda la Junta de Paz, que presidiré yo, y que estará integrada por los líderes más poderosos y respetados del mundo”, escribió en su red Truth Social.

Autodeterminación palestina

La resolución es histórica porque menciona la posibilidad futura de un Estado palestino. Antes de la votación, Waltz afirmó que la resolución “traza una posible vía para la autodeterminación palestina una vez que la Autoridad Palestina (AP) haya completado las reformas necesarias, donde los cohetes darán paso a las ramas de olivo y se vislumbra una esperanza en el horizonte político”.

En este sentido, el texto indica que, una vez que la AP complete las reformas solicitadas y avance la reconstrucción de Gaza, “se podrán dar por fin las condiciones necesarias para una vía factible hacia la libre determinación y la condición de Estado de Palestina. Estados Unidos establecerá un diálogo entre Israel y los palestinos para acordar un horizonte político que permita alcanzar una coexistencia pacífica y próspera”.

Hamás rechaza la resolución

El grupo de resistencia palestino Hamás rechazó el texto del Consejo de Seguridad, afirmando que “impone un mecanismo de tutela internacional sobre Gaza”. El movimiento sostuvo que la resolución “no está a la altura de las demandas y derechos políticos y humanitarios del pueblo palestino”.

“Asignar tareas y funciones a la fuerza internacional dentro de Gaza, incluido el desarme de la resistencia, la despoja de su neutralidad y la convierte en parte del conflicto a favor de la ocupación”, agregó el grupo. Asimismo, dijo que cualquier fuerza internacional debería estar “solo en las fronteras”, monitorear el alto el fuego y operar “bajo supervisión total de la ONU”.

Autoridad Palestina pide aplicación inmediata 

En contraste, la AP celebró la resolución y pidió su aplicación inmediata. En su comunicado publicado por la agencia de noticias palestina WAFA, dijo que recibió “con beneplácito esta noche la adopción del proyecto por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.

Aseguró además estar lista para trabajar con EE.UU., la ONU, la Unión Europea y los países árabes y musulmanes para aplicar el mandato del Consejo.

Los votos y las objeciones

Cualquier resolución del Consejo de Seguridad necesita nueve votos a favor y ningún voto en contra de los cinco miembros permanentes con derecho a veto, que son Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido y Francia. El texto estadounidense fue adoptado con 13 votos a favor y dos abstenciones, de Rusia y China.

Moscú ya había expresado reservas. La semana pasada presentó un texto alternativo al de EE.UU. en el que pedía al Consejo de Seguridad que exprese su "compromiso inquebrantable con la visión de la solución de dos Estados". Además, rechazaba la creación de la Junta de Paz y la fuerza internacional, y pedía al secretario general de la ONU, António Guterres, que ofrezca "opciones" sobre esas cuestiones.

Ahora bien, Rusia finalmente no sometió su texto a votación y se abstuvo en la resolución aprobada. Su embajador ante la ONU, Vassily Nebenzia, explicó la decisión diciendo que en el texto estadounidense “no existe claridad alguna sobre los plazos para la transferencia del control de Gaza a la AP, ni certeza alguna en torno a la Junta de Paz y la fuerza de estabilización, que, según la resolución que adoptamos, parecería poder actuar con absoluta autonomía, sin tener en cuenta la posición ni la opinión de Ramala”.

Además, argumentó que la resolución "recuerda a las prácticas coloniales y a la Liga de las Naciones, al Mandato Británico para Palestina, cuando no se tuvo en cuenta la opinión de los propios palestinos".

China se abstuvo por preocupaciones similares. Su enviado Fu Cong dijo que la resolución es "insuficiente en muchos aspectos y profundamente preocupante", describiéndola como "vaga e imprecisa en muchos elementos críticos".

Beijing también lamentó la falta de información sobre la estructura y mandato de la Junta de Paz y la fuerza internacional, así como la ausencia de un compromiso explícito con la solución de dos Estados. Subrayó que cualquier disposición posterior a la ofensiva israelí debe respetar la voluntad del pueblo palestino y el papel central de la AP.  

"El proyecto de resolución esboza los acuerdos de gobernanza de posguerra para Gaza, pero parece que Palestina apenas se ve reflejada en él, y la soberanía y la propiedad palestinas no se ven plenamente reflejadas", dijo Fu Cong. Aunque persistieron estas preocupaciones, el diplomático enfatizó que China se abstuvo en la votación debido a la urgencia de mantener el alto el fuego y evitar un mayor deterioro humanitario en Gaza.

Rechazo y amenazas desde Israel

Bajo la presión de miembros de derecha en su gobierno, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró el domingo que Tel Aviv seguía oponiéndose a un Estado palestino y prometió desmilitarizar Gaza "por las buenas o por las malas".

Horas antes de la votación, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, instó a Netanyahu a ordenar el asesinato selectivo de dirigentes palestinos y detener al presidente de la AP, Mahmud Abbas, si la ONU aprobaba el texto.

“Si aceleran el reconocimiento de este Estado fabricado (Palestina), si la ONU lo reconoce, usted, señor primer ministro, debe ordenar asesinatos selectivos de altos funcionarios de la Autoridad Palestina, que son terroristas en todo el sentido de la palabra, y debe ordenar el arresto de Abu Mazen (Abbas)”, afirmó el ministro de extrema derecha.

La AP condenó estas declaraciones, indicando que es parte de una “incitación sistemática revela una mentalidad política que rechaza la paz y amenaza la seguridad regional e internacional”.

En Gaza sigue la crisis y los asesinatos de Israel

Mientras los líderes discuten el futuro de Gaza, la población palestina sigue enfrentando una situación límite, entre la crisis humanitaria y las violaciones de alto el fuego de Israel.

A pesar de la tregua, dos palestinos fueron asesinados este lunes y otros 10 resultaron heridos por disparos del ejército israelí al acercarse a la “línea amarilla”, una zona que, según el acuerdo vigente, separa los espacios controlados por los soldados de las áreas donde los civiles pueden circular.

En la Ciudad de Gaza, la Defensa Civil informó que un dron israelí lanzó dos bombas cerca de una escuela y un refugio en el barrio de Daraj. Entre los heridos —trasladados al Hospital Ahli Baptist— hay mujeres, niños y personas mayores; uno de los menores permanece en estado crítico. Las autoridades locales señalaron que el centro atacado está dentro de un área considerada “segura” bajo los términos del alto el fuego.

Un reporte de la ONU advierte que la situación humanitaria sigue siendo extremadamente grave. Las lluvias intensas y las inundaciones recientes afectaron a más de 13.000 familias, complicando aún más el acceso a bienes esenciales. Aunque se distribuyeron miles de tiendas, lonas y mantas, las restricciones para ingresar ciertos insumos dificultan la preparación para el invierno. La entrega de alimentos aumentó, pero no lo suficiente, y además la acumulación de escombros es inmensa: se han retirado 100.000 toneladas, pero quedan unas 58 millones, muchas en zonas inaccesibles.

Así, el enclave sigue devastado tras la ofensiva israelí iniciada en octubre de 2023, que ha dejado más de 69.000 personas asesinadas —en su mayoría mujeres y niños—, más de 170.000 heridas y vastas zonas reducidas a escombros.