La figura de María Corina Machado, líder opositora venezolana y reciente ganadora del Premio Nobel de la Paz, vuelve a situarse en el centro de la agenda internacional. Un reporte de The Washington Post reveló este lunes que el Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, analizó un plan de transición propuesto por la opositora y su equipo para una eventual salida del mandatario Nicolás Maduro del poder en Venezuela. Todo esto ocurre mientras EE.UU. mantiene un amplio despliegue en el Caribe y continúa lanzando amenazas contra Caracas, en un momento en que también crece la expectativa por la presencia de Machado en Noruega para recibir el Premio Nobel de la Paz.
Según el informe, basado en documentos internos del Gobierno estadounidense, el proyecto de transición propuesto por la oposición venezolana plantea crear fuerzas encargadas de estabilizar el país durante las primeras 100 horas y los primeros 100 días tras la salida de Maduro, así como para convocar elecciones dentro del primer año.
Aunque Machado y su equipo no compartieron con el Gobierno de Trump su plan completo, indicando razones de seguridad, funcionarios estadounidenses admitieron al periódico que los opositores "tienen una mayor preparación de lo que se creía".
De acuerdo con el reporte, el equipo de Machado realizó un análisis detallado del Ejército venezolano y concluyó que solo sería necesaria una purga "limitada", puesto que únicamente el 20% de los oficiales son "irredimibles". El resto, según el documento, se opone a Maduro o se mantiene al margen de la política.
Esta información salió a la luz mientras Washington mantiene su respaldo a Machado, no reconoce la autoridad del Gobierno de Maduro y lo acusa —sin aportar pruebas— de tener vínculos con el narcotráfico. Trump y Maduro sostuvieron en noviembre una conversación telefónica que, según fuentes citadas por The Washington Post, fue cordial. En ella, el mandatario estadounidense expresó que le gustaría que Maduro dejara el poder, aunque no impuso ningún ultimátum. Ambos, añade el diario, se comprometieron a mantener nuevos contactos.
Todo esto ocurre en un contexto marcado por una presencia militar estadounidense sin precedentes en el mar Caribe durante los últimos tres meses. Además, Washington ha bombardeado al menos 21 embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, supuestamente vinculadas al narcotráfico, asesinando cerca de 80 personas. Organizaciones internacionales y líderes han denunciado que estos bombardeos son "ejecuciones extrajudiciales".
¿Aparecerá Machado en la ceremonia del Premio Nobel de la Paz?
El reporte se conoce justo en la semana en la que Machado recibirá el Premio Nobel de la Paz, que se entrega en Oslo, Noruega. La expectativa crece ante su posible reaparición pública, que sería este miércoles y marcaría su segunda salida de la clandestinidad en el último año, siendo la anterior el 9 de enero en Venezuela.
Jorgen Watne Frydnes, líder del Comité del premio Nobel, confirmó en la tarde de este martes que Machado estará en la ciudad noruega, indicó CNN. No obstante, no se conoce su paradero y aún no ha aparecido en público. Además, es una incógnita cómo y cuándo habría salido de Venezuela.
Se espera que junto a ella esté también Edmundo González Urrutia, el candidato opositor que se enfrentó a Maduro en las presidenciales de julio de 2024 y que está actualmente exiliado en España.
No obstante, la conferencia de prensa prevista para este martes —el acto previo a la entrega del premio— fue pospuesta a última hora. El Instituto Nobel aseguró que “todo indica” que podría reprogramarse, informó la agencia de noticias AFP.
El peso internacional que ha adquirido el reconocimiento a Machado también se refleja en la lista de invitados. Se espera la asistencia de los presidentes Javier Milei, de Argentina; José Raúl Mulino, de Panamá; Daniel Noboa, de Ecuador, y Santiago Peña, de Paraguay, convocados oficialmente a la ceremonia del miércoles.
Mientras tanto, el centro de Oslo vive un ambiente inusual. Un amplio despliegue policial y la llegada constante de políticos, músicos y figuras públicas venezolanas que hoy residen fuera del país han convertido la capital noruega en un punto de encuentro para la diáspora.
La opositora venezolana, de 58 años, recibirá una medalla de oro, un diploma y 1,2 millones de dólares como parte del galardón. El instituto indica que fue seleccionada “por su incansable labor en favor de los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.
En contraste, aunque algunos destacan su liderazgo y firmeza política, sus críticos la presentan como una figura ligada a la élite económica y la acusan de promover posiciones extremas, entre ellas, apoyar a Israel y respaldar a EE.UU. durante el actual despliegue militar en el Caribe. De hecho, ha apoyado públicamente la presencia militar de Washington en América Latina.
Machado también enfrenta varias investigaciones en Venezuela. Fue procesada en agosto de 2024 junto a Leopoldo López y otros dirigentes de la oposición por promover protestas que dejaron 43 muertos. En noviembre de 2024, la Fiscalía la acusó de “traición a la patria” por presuntamente “conspirar” con el Gobierno de Joe Biden para apoyar una ley destinada a aislar económicamente a Venezuela. Además, ha respaldado públicamente las sanciones de Washington contra Maduro y es investigada por “instigación a la insurrección” tras las elecciones del año pasado.
El premio Nobel es “una subasta”, dice Venezuela
Mientras tanto, desde Caracas han cuestionado la elección de Machado para el premio. El ministro del Interior, Diosdado Cabello, calificó este lunes el Nobel como “una subasta” que se entrega “al mejor postor”.
"Con respecto a Oslo, no sé. Nosotros de eso no sabemos nada, no participamos en esa subasta", afirmó el ministro durante la rueda de prensa transmitida por Venezolana de Televisión. "Revisa quiénes han sido los premios nobel de la Paz y ahí obtendrás la respuesta. No hay mucho que buscar", agregó.
Cabello sostuvo que ya el gobierno "tiene el mejor de los premios", que es "el pueblo" y "la tranquilidad" en la que viven.
Consultado sobre la ceremonia en Oslo el miércoles, aseguró que en Venezuela lo que habrá es “una gran marcha de los campesinos” para conmemorar el aniversario de la Batalla de Santa Inés, ocurrida en 1859 durante la Guerra Federal. “Ese día, 10 de diciembre, estaremos nosotros marchando”, afirmó.
“Venezuela está más organizada”
Cabello también se refirió a la ofensiva de Estados Unidos en el Caribe y afirmó que el país se encuentra “más organizado” que en agosto, cuando comenzó el despliegue militar estadounidense en aguas cercanas a Venezuela. “Hoy estamos más organizados que hace cuatro meses. Hemos desarrollado una serie de eventos internos que nos permiten hablar así. Estamos organizados para muchas cosas”, indicó.
Sostuvo además que las “amenazas” de Washington “no han podido doblegar el espíritu y la conciencia del pueblo venezolano” y reiteró su rechazo a “cualquier tipo de injerencia” en los asuntos internos del país.
"No nos metemos en los asuntos internos de ningún país, sobre todo con ese pueblo de Estados Unidos que todos los días reclama que las cosas no se están haciendo bien", añadió.
Cabello también cuestionó el argumento “antidrogas” con el que Estados Unidos justifica su despliegue en la región. "Cuando comenzaron esos ataques en el Caribe, decíamos: ¿Por qué mueven una flota si solo sale una pequeña parte de la droga por el Caribe? Creerse dueños del mundo es un problema para algunos que creen que pueden tomar las decisiones", agregó.


















