En los últimos días, Estados Unidos ha intensificado su ofensiva en lo que denomina la “guerra contra el narcotráfico”, combinando operaciones militares en el Caribe con una presión política cada vez más directa sobre los gobiernos de la región. El martes, un nuevo ataque estadounidense contra una embarcación señalada como dedicada al narcotráfico dejó dos personas muertas, según informó el jefe del Pentágono, Pete Hegseth. Mientras tanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, lanzó duras acusaciones contra su homólogo colombiano, Gustavo Petro, al que calificó de “matón” y responsabilizó de fomentar la producción de drogas, advirtiendo que podría emprender “una acción muy seria” contra Colombia.
Hegseth destacó que, aunque Estados Unidos había concentrado sus operaciones en el Caribe, esta intervención, las primeras de este tipo en el océano Pacífico. “Había dos narco-terroristas a bordo durante el ataque, que se llevó a cabo en aguas internacionales. Ambos murieron y ninguna de las fuerzas estadounidenses resultó herida”, escribió el funcionario en X, refiriéndose a la operación ocurrida el martes. Hasta ese momento, siete en el caribe, dos, con esta, en el pacífico habían tenido como objetivo embarcaciones en el Caribe; con este octavo episodio letal, el número total de víctimas asciende a 34.
“La embarcación era conocida por nuestros servicios de inteligencia por su implicación en el tráfico ilícito de narcóticos”, añadió Hegseth. Sin embargo, el funcionario no presentó pruebas que respaldaran la afirmación de que el barco transportaba drogas ni identificó al grupo que presuntamente lo operaba.
Trump advierte de una “acción muy seria” contra Colombia y su presidente
En medio de esta escalada militar, Donald Trump centró sus críticas directamente en Colombia y en su presidente. Desde la Casa Blanca, ante los periodistas, advirtió que podría tomar “una acción muy seria” contra el país sudamericano por su presunta implicación en el narcotráfico.
“Él es un matón y un tipo malo. Es un hombre que ha producido muchas drogas. A partir de hoy hemos suspendido todos los pagos destinados a Colombia”, declaró Trump este miércoles. Agregó que Petro “ha hecho un trabajo muy pobre para su país” y afirmó que en Colombia existen “fábricas de cocaína”. “Tomaremos una acción muy seria contra él y contra su país. Lo que ha hecho con su nación es llevarla a una trampa mortal”, concluyó, subrayando la gravedad de sus advertencias.
En la misma línea, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, calificó al presidente colombiano de "lunático". "Creo que las autoridades colombianas, en lo que se refiere al ejército y la policía, siguen siendo muy proestadounidenses. El único problema de Colombia es su presidente lunático", afirmó Rubio en una rueda de prensa.
Petro: “Me defenderé judicialmente en EE.UU.”
Poco después de las declaraciones de Trump, Gustavo Petro respondió asegurando que se defenderá legalmente en Estados Unidos de lo que consideró calumnias por parte del presidente estadounidense.
“De las calumnias que se han lanzado contra mí en territorio de los Estados Unidos por altos funcionarios, me defenderé judicialmente con abogados estadounidenses ante la justicia norteamericana”, escribió Petro en X. Añadió que siempre estará “en contra de los genocidios y asesinatos cometidos por quienes detentan el poder en el Caribe”.
El presidente colombiano también destacó que su gobierno seguirá combatiendo el narcotráfico cuando se requiera la colaboración de su país, dejando claro que lo hará junto a los Estados que soliciten ayuda. “Cuando se requiera nuestra colaboración para luchar contra el narcotráfico, la sociedad estadounidense la tendrá”, afirmó. “Lucharemos contra los narcotraficantes junto a los Estados que quieran nuestra ayuda”.
El embajador de Colombia en Washington califica declaraciones de Trump como “inaceptables”
La diplomacia colombiana también reaccionó a las declaraciones de Donald Trump. El embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, calificó este miércoles de “inaceptables” las amenazas dirigidas al presidente Gustavo Petro, en declaraciones a la agencia AFP desde Bogotá.
“Uno no puede entrar en justificar esa clase de amenazas y señalamientos que no tienen ningún fundamento”, dijo García-Peña, visiblemente preocupado. Al enterarse de los comentarios de Trump, el diplomático pidió interrumpir la entrevista.
El embajador agregó que la acción de Estados Unidos refleja un cambio de paradigma en las relaciones internacionales, donde la incertidumbre juega un papel relevante. Sostuvo que acusar a Petro de narcotráfico es una calumnia que no tiene “ni pies ni cabeza” y advirtió que el trato es similar al que Washington ha dado al presidente venezolano, Nicolás Maduro, a quien acusa de liderar un supuesto cártel. “Eso es peligroso”, concluyó.
Colombia bajo presión por ataques estadounidenses
Durante la última semana, diversos medios informaron que el presidente colombiano, Gustavo Petro, junto con algunos de sus familiares y funcionarios, podrían ser objeto de sanciones financieras tras ser incluidos en la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), dependiente del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Esta medida, que implicaría la congelación de activos y la prohibición de realizar transacciones financieras, se da en un contexto de creciente tensión entre Washington y Bogotá.
Petro, crítico de los ataques militares estadounidenses contra embarcaciones señaladas como dedicadas al narcotráfico en el Caribe y el Pacífico —operaciones que han dejado al menos 34 muertos—, ha denunciado que estas acciones violan la soberanía colombiana y han causado la muerte de pescadores locales. El mandatario ha insistido en que los presuntos narcotraficantes deben ser llevados ante la justicia, en lugar de ser ejecutados durante operaciones militares.
A su juicio, estas ofensivas “van en contra de la lógica”, ya que las víctimas no son los grandes capos del narcotráfico, sino trabajadores del mar y personas vinculadas de manera marginal a la actividad ilícita. El eventual fin del apoyo militar y financiero de Estados Unidos representaría un duro golpe para las fuerzas armadas colombianas, que deben enfrentar al mismo tiempo guerrillas y cárteles de drogas.
Organizaciones de derechos humanos han cuestionado la legalidad de estas operaciones, advirtiendo que los ataques estadounidenses podrían estar llevando al límite el marco del derecho internacional. Expertos legales también han señalado dudas sobre por qué el ejército estadounidense —y no la Guardia Costera, principal responsable de la aplicación de la ley marítima— lidera estas operaciones, y por qué no se recurrió a métodos alternativos para detener los envíos antes de optar por ataques letales.













