El presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan, concluyó este jueves una intensa gira de tres días por el Golfo, una travesía diplomática que lo llevó a Kuwait, Qatar y Omán, donde se sellaron 24 acuerdos, memorandos y declaraciones conjuntas. Entre ceremonias solemnes, conversaciones estratégicas y gestos de amistad, el mandatario turco buscó reforzar los lazos con los países del Golfo en un momento de gran agitación regional, con Gaza como telón de fondo constante.
Kuwait: el inicio de una gira con sello simbólico
La gira comenzó en Kuwait el 21 de octubre, donde Erdogan fue recibido con honores en el Palacio Bayan por el emir Meshal Al-Ahmad Al-Jaber Al-Sabah. Ambos líderes mantuvieron reuniones bilaterales y entre delegaciones en las que revisaron las relaciones entre sus países y abordaron los principales retos regionales.
Erdogan insistió en la necesidad de preservar el frágil alto el fuego en Gaza y reiteró su apoyo a una solución de dos Estados, subrayando que “la unidad del mundo musulmán es clave para un futuro de estabilidad”. Como gesto de cortesía, obsequió al emir un Togg, el automóvil eléctrico de fabricación nacional turca, símbolo del avance tecnológico del país.
Durante la visita se firmaron importantes acuerdos, entre ellos uno sobre Transporte Marítimo, otro sobre Cooperación Energética y varios memorandos para fomentar la inversión y el reconocimiento mutuo de certificados marítimos. El encuentro concluyó con una cena oficial en honor del presidente turco.
Qatar: la alianza consolidada
Doha fue la segunda parada de Erdogan. El presidente turco aterrizó en el Aeropuerto Internacional Hamad, donde fue recibido con una ceremonia oficial antes de reunirse con el emir Tamim bin Hamad Al-Thani en el Palacio Amiri Diwan.
Las conversaciones, marcadas por la familiaridad entre ambos líderes, se centraron en reforzar la cooperación en defensa, energía, comercio e inversiones, además de la situación en Palestina. Erdogan describió la relación entre ambos países como “excelente” y destacó que la alianza Ankara–Doha “es un pilar esencial para la estabilidad regional”.
Los líderes presidieron la 11.ª Reunión del Comité Supremo Estratégico Türkiye–Qatar, donde se firmaron nuevos acuerdos en sectores clave, incluyendo la industria de defensa y la planificación del desarrollo estratégico. La jornada cerró con una cena ofrecida por el emir catarí, reflejo de la cercanía política y personal entre ambos mandatarios.
Omán: el cierre de una gira de equilibrios y acuerdos
La gira concluyó en Mascat, donde Erdogan fue recibido en el majestuoso Palacio Al-Alam por el sultán Haitham bin Tariq. La cordialidad marcó el tono de la reunión, centrada en temas bilaterales y regionales, con especial atención a Gaza y la necesidad de una diplomacia basada en el diálogo. Erdogan elogió el papel de Omán como mediador en la región y reafirmó el compromiso de Türkiye con una paz justa y duradera.
Como en Kuwait, el presidente turco regaló al sultán un Togg rojo, antes de presidir una ceremonia en la que se firmaron acuerdos en defensa, energía, minería, educación, medios de comunicación y exención de visados. Entre los más destacados figura un Memorando de Entendimiento sobre Minería y Minerales Críticos, otro sobre Cooperación Militar y un Acuerdo Estratégico entre el Fondo Soberano de Türkiye y la Autoridad de Inversión de Omán.
La jornada finalizó con un almuerzo ofrecido por el sultán Haitham. Poco después, el presidente turco abordó su vuelo de regreso a Ankara, cerrando así una gira que no solo reforzó los lazos con tres aliados clave, sino que también proyectó la ambición de Türkiye de consolidarse como un actor central en la diplomacia regional.

















