Gaza está sepultada bajo más de 61 millones de toneladas de escombros y tres cuartas partes de sus edificios quedaron destruidos. La reconstrucción será inmensamente difícil y debe iniciarse de inmediato para aliviar el sufrimiento de los palestinos. En busca de consensos que conduzcan a un alto el fuego permanente y al comienzo de la reconstrucción, Hamás y otros grupos palestinos acordaron entregar el control de Gaza a un comité temporal de tecnócratas. Mientras tanto, Israel sigue violando la tregua, matando a civiles y, según reportes, sin retirar por completo sus tropas como se había pactado.
Durante una reunión en El Cairo, los grupos palestinos decidieron “entregar la administración de Gaza a un comité palestino temporal compuesto por tecnócratas independientes, que gestionará los asuntos de la vida diaria y los servicios básicos en cooperación con los hermanos árabes y las instituciones internacionales”. Así lo indicaron en un comunicado que añade que se creará un comité internacional para supervisar el financiamiento y la ejecución de los proyectos de reconstrucción.
Los grupos también pidieron una resolución de la ONU que autorice el despliegue de fuerzas internacionales temporales para supervisar el alto el fuego en Gaza. El encuentro, celebrado a invitación de Egipto, forma parte de los esfuerzos de mediación de Türkiye, Egipto y Qatar para poner fin a la ofensiva israelí.
Además, acordaron respaldar la implementación del acuerdo de alto el fuego, garantizar la retirada total de las fuerzas israelíes, levantar completamente el bloqueo, reabrir todos los pasos fronterizos y lanzar un proceso de reconstrucción integral. Según datos de la ONU analizados por AFP, Gaza está cubierta por más de 61 millones de toneladas de ruinas y alrededor del 75% de sus edificaciones fueron destruidas.
Israel vuelve a romper la tregua
En paralelo, Israel continúa violando el alto el fuego. Según las autoridades de Gaza, el ejército israelí ha cometido 80 violaciones desde que la tregua entró en vigor el 10 de octubre, causando la muerte de cerca de 100 palestinos.
Este viernes, dos hermanos palestinos murieron por un ataque de artillería israelí al este de Deir Al-Balah, en el centro de Gaza, según fuentes médicas. Las fuentes informaron a la agencia Anadolu que los hermanos, Saeed y Masoud al-Ghawash, fueron alcanzados por un proyectil israelí cerca de las torres Al-Qastal.
Testigos relataron que los dos se habían acercado a lo que Israel denomina la “línea amarilla”, una frontera artificial que separa las zonas bajo control militar israelí en el este de las consideradas “zonas seguras” en el oeste. Esa línea, sin marcas visibles sobre el terreno, deja a los civiles expuestos a ataques directos sin advertencia.
El pacto de alto el fuego establecía que el ejército israelí debía retirarse hacia nuevas posiciones al este de la “línea amarilla”, conocida por los palestinos como la “línea de retirada temporal”. Sin embargo, incluso tras esa retirada parcial, Israel mantiene el control del 53% del territorio de Gaza, y las etapas siguientes del acuerdo aún no se han implementado.
De hecho, la definición exacta de esa frontera ha sido confusa desde el inicio. La Casa Blanca, el presidente Donald Trump y el ejército israelí difundieron tres versiones diferentes de los mapas antes de que el alto el fuego entrara en vigor el 10 de octubre.
Una investigación reciente de la BBC, basada en imágenes satelitales y material de video, concluyó que las fuerzas israelíes permanecen más dentro del territorio gazatí de lo previsto. Los puntos de control instalados por el ejército están ubicados cientos de metros más al oeste de lo acordado inicialmente, lo que sugiere que Israel no ha cumplido plenamente la primera fase del alto el fuego.












