El duelo de fuerzas que protagonizan Estados Unidos y Venezuela escala a una velocidad marcada por las acusaciones cruzadas –e ininterrumpidas– que se encadenan con múltiples medidas militares y políticas. Desde Caracas, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró en una entrevista que Washington tiene un “plan de guerra” en Sudamérica, y no es precisamente por el narcotráfico sino por el petróleo y el gas.
Una declaración que se produjo apenas horas después de que Pete Hegseth, ahora secretario de Guerra de EE.UU., visitara las tropas desplegadas en Puerto Rico y, en un mensaje que parecía buscar atravesar el Caribe, señalara: “No se equivoquen; lo que están haciendo ahora mismo no es un entrenamiento. Este es un ejercicio real”. Luego puntualizó que esto era “en nombre de los intereses nacionales vitales de los Estados Unidos de América: acabar con el envenenamiento del pueblo estadounidense”, en referencia al narcotráfico, la razón que la Casa Blanca ha usado durante semanas contra Venezuela y con la que justificó el despliegue de tropas en el Caribe.
Y ese punto fue justamente uno de los blancos de Maduro para denunciar el “plan de guerra” de Washington. "Buscan muchas cosas. Primero buscan el petróleo, no el narcotráfico, es el petróleo, es el gas. Venezuela tiene la principal reserva de petróleo del mundo, que ha aumentado ahora por los nuevos factores de recuperación que hay con la tecnología para el petróleo”, dijo en conversación con el expresidente de Ecuador, Rafael Correa, en el programa que este conduce en la cadena RT. Agregó que su país “tiene la cuarta reserva de gas, que está en todo el Caribe, precisamente donde esta gente mandó la flota".
"Tenemos al frente ocho barcos de guerra de destructores en el Caribe. Nunca se había visto eso. Nada más se recuerda cuando la crisis de octubre de 1962, cuando hicieron el bloqueo a Cuba. Tienen ocho barcos ahora, 1.200 misiles apuntando a nuestras cabezas. Tienen un submarino nuclear", insistió el mandatario durante la entrevista.
Horas antes, en declaraciones muy similares, Maduro había señalado a EE.UU. de promover un "relato sucio" contra autoridades venezolanas para desatar una "guerra en Suramérica” y propiciar un "cambio de régimen”. "Todo lo que dicen es mentira y es una escalada de guerra totalmente injustificada, inaceptable para un cambio de régimen", destacó el presidente, al asegurar que "Venezuela es irrelevante en el tema del narcotráfico".
Desde que EE.UU. desplegó sus buques de guerra y tropas en el Caribe, Caracas ha sostenido que en la nación no hay drogas. El pasado 26 de agosto, el ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Yván Gil, citó el más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por sus siglas en inglés), que según dijo “ratificó a Venezuela como territorio libre de cultivos ilícitos”. Por su parte, la vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, detalló este lunes que "la principal ruta para la exportación de la cocaína" es el Pacífico, por donde sale el “87%” del total “producido en Colombia", de manera que los buques estadounidenses "deberían estar allí", si es que "ellos quisieran de verdad combatir y evitar que llegue la cocaína" a EE.UU.
Washington mantendrá maniobras militares en el Caribe
La disputa, que tiene a Latinoamérica y el Caribe en el centro del tablero de juego, también se intensificó desde Estados Unidos. El secretario Hegseth, en una entrevista con el medio Fox News, sostuvo que Washington está preparado para usar su “poder para destruir a los narcoterroristas que están enviando drogas a Estados Unidos". Una clara advertencia que hace eco de las declaraciones que hizo el día anterior ante las tropas de Puerto Rico. “¿¡Cómo estamos, guerreros!?", exclamó el secretario al principio de su intervención a bordo del buque de asalto anfibio USS Iwo Jima. Y se refirió a la embarcación como "una isla flotante de poder estadounidense en primera línea de defensa de la patria estadounidense".
Alineada con la postura del Gobierno del presidente de EE.UU., Donald Trump acerca de combatir a lo que han denominado carteles del narcotráfico, la gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, aseguró que las maniobras militares de EE.UU. continuarán en la isla. Incluso, advirtió, llegarán más equipos como aviones de combate F-35.
Tras recibir al secretario Hegseth, González le respondió a la prensa que no se ha mencionado el tiempo que durarán las maniobras ni la cantidad de tropas que estarán involucradas: "Siguen llegando, no hay un número definido", indicó.
"Esto acaba de comenzar, el reposicionamiento en la isla de fuerza militar para atacar el narcotráfico en toda la jurisdicción del Caribe. Puerto Rico es la frontera de los Estados Unidos en el Caribe por su cercanía a Venezuela y Colombia", subrayó. Por ello, le agradeció a Trump por reconocer “el valor estratégico” de este territorio “para la seguridad nacional de EE.UU. y la lucha contra los cárteles de la droga en nuestro hemisferio”.
Sin embargo, en Puerto Rico, un territorio no incorporado de EE.UU., también hay voces de rechazo al despliegue militar de Washington. Cientos de personas se manifestaron frente a la Base Aérea Muñiz en contra de las maniobras del ejército estadounidense y a una posible reactivación de las antiguas bases militares de la isla. La Marina de Estados Unidos utilizó las islas de Vieques y parte de Culebra como campo de tiro hasta mayo de 2003 y, a día de hoy, la limpieza de los restos de munición sin detonar en ambas islas aún no ha finalizado.
Las declaraciones de la gobernadora de Puerto Rico sobre el despliegue de aviones de combate en la isla también despertaron la reacción de Caracas. Durante la entrevista con RT, Maduro la señaló de sumarse a un “plan militar” para “invadir” Venezuela. "La gobernadora dijo que Puerto Rico era la base para una operación militar contra Venezuela. Lo dijo. Se suma a un plan militar. Yo le digo a la gobernadora de Puerto Rico: 'Si usted dice que va a invadir a Venezuela venga de primera'", expresó.

Venezuela alerta campaña en redes para justificar “agresión militar”
Horas después de las declaraciones de Maduro, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela alertó sobre lo que denominó “perversa campaña” en redes sociales sobre la “supuesta presencia” de un helicóptero de Estados Unidos cerca al territorio de sus islas con el objetivo de “fabricar un incidente o falso positivo”.
Según el comunicado del ministro de Defensa, Vladimir Padrino, circula información del helicóptero de Washington “en proximidades de uno de los territorios insulares de Venezuela, lo que comporta la posibilidad de que las mismas fuerzas militares de EE.UU. pudieran infligir daños" a la aeronave. Esto, de acuerdo a Caracas, con el objetivo de generar una operación de falsa bandera y así justificar una agresión militar contra el Gobierno de Maduro.
"Lo anterior serviría de pretexto para justificar una escalada de agresiones militares en contra de nuestra nación, tal como lo ha hecho el imperialismo estadounidense en otros episodios históricos", explica el comunicado. Calificó estas informaciones sobre el helicóptero como “fake news”, que forman parte del “libreto” de Washington “destinado a crear escenarios ficticios como condición previa para intervenciones armadas”. Y advirtió que un hecho como ese "arrastraría a la región a un conflicto de imprevisibles consecuencias".
Acusaciones de narcotráfico de lado y lado
Desde Washington se redoblaron las acusaciones contra Maduro, a quien largamente funcionarios de la Casa Blanca han señalado sin pruebas de ser el líder del supuesto Cartel de los Soles, cuya existencia ha sido negada por el mandatario venezolano y cuestionada por investigaciones sobre crimen organizado.
El secretario de Guerra, Hegseth, insistió durante una entrevista que el presidente de Venezuela "está involucrado en el narcotráfico", mientras casi en simultáneo la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que el Gobierno de Maduro en Caracas es “ilegítimo”.
“Esta administración (del presidente Trump) considera que el régimen venezolano es ilegítimo y que resulta inaceptable para este presidente y su equipo permitir el tráfico de drogas ilegales y letales hacia Estados Unidos”, afirmó Leavitt.
Este tipo de afirmaciones contra Caracas se han repetido desde la Casa Blanca casi a diario desde el pasado 7 de agosto, cuando el Gobierno de Trump anunció que había duplicado a 50 millones de dólares la recompensa por información que permita el arresto de Maduro. Sin embargo, en Venezuela la siguen refutando con vehemencia y han apuntado a lo que llaman el papel que Washington tiene en el negocio que representa el tráfico de drogas.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, sostuvo el lunes que EE.UU. es "el centro mundial de lavado del narcotráfico", por lo que consideró que para Washington "sería mucho más fácil" combatir internamente este problema que desplegar "barcos para agredir" al país suramericano. En una conferencia de prensa, sostuvo que el 85% de “los dividendos” del “negocio” del tráfico de drogas se quedan en la nación del norte, haciéndolo un país muy relevante en este asunto.
"Hay mucha hipocresía, hay mucha doble moral, hay mucha instrumentalización política, geopolítica de este tema para agredir, para intervenir, para tener como objetivo (un) cambio de régimen", afirmó Rodríguez, que tachó de "locura" y "show peligroso" el despliegue de fuerzas militares estadounidenses en aguas caribeñas cercanas a Venezuela.
Para Rodríguez, los señalamientos de EE.UU. contra Caracas en torno al narcotráfico forman parte de "una farsa" que "solo busca agredir a Venezuela" para "asegurarse un territorio geográficamente (...) noble a las rutas del narcotráfico". Asimismo, dijo que el llamado Cartel de los Soles es "una operación más de propaganda" para "criminalizar al Gobierno" de Nicolás Maduro, a quien Washington no considera un presidente legítimo.

Colombia rechaza posibilidad de “invasión” a Venezuela
Por otra parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, criticó el despliegue de Washington en el Caribe y ratificó la posición de su país con respecto a la defensa de la soberanía. "Colombia no prestará su territorio para una invasión. ¿Cómo vamos a permitir una invasión?", dijo durante el lanzamiento de un centro de cooperación policial internacional en la Amazonía, en la ciudad de Manaos, Brasil.
Petro se refirió al “ataque letal” de Estados Unidos contra una embarcación en el Caribe que, según Washington, transportaba drogas: "América Latina, que es dueña del Caribe, no puede soportar eso y quedarse callada porque sino después las bombas caerán es en Bogotá, Río de Janeiro, Manaos y otras ciudades de la región".
Junto a su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, Petro agregó que nadie puede defender gobiernos que se ponen al lado de los genocidas porque "después las bombas caerán sobre nosotros".
Por su parte, Lula dijo: "No necesitamos intervenciones extranjeras ni amenazas a nuestra soberanía. Somos perfectamente capaces de ser protagonistas de nuestras propias soluciones".