Los palestinos en Gaza ya no sólo tienen que luchar por sobrevivir entre los bombardeos incesantes y la hambruna impuesta por Israel: ahora deben hacerlo sin una sola gota de agua durante cinco o seis días. Esa es la alarmante denuncia que ha llegado desde Al-Mawasi, en el sur del enclave cerca a Jan Yunis, donde familias palestinas desplazadas relataron a la agencia de noticias Anadolu que sufren una escasez extrema de agua, que ha hecho que sus hijos enfermen a una cruel velocidad.
A pesar de que Israel la designó como una “zona segura”, lo cierto es que en Al-Mawasi los días pasan sin que casi un millón de desplazados puedan calmar la sed con agua potable. Según dicen, los camiones de distribución pueden tardar casi una semana en llegar.
“Compartimos lo poco que recibimos, pero nunca alcanza. Los niños tienen sed, se enferman, y ni siquiera podemos lavar la ropa porque no hay agua”, relató un residente que prefirió mantener su anonimato. Se encuentra en el campamento Najat, donde más de 1.200 personas viven en tiendas de campaña separadas por apenas 25 centímetros.
Otro hombre afirmó que la crisis se ha agravado en las últimas semanas, con la llegada de miles de palestinos que vienen huyendo de la Ciudad de Gaza, donde Israel ha lanzado una invasión terrestre para retomar el control total del área. Y advirtió que los niños de la zona sufren deshidratación y enfermedades contagiosas debido a la falta de higiene.
A lo que se suma que la zona de Al-Mawasi ha sido bombardeada repetidamente por el ejército israelí durante la ofensiva, incluso cuando es promocionada por Tel Aviv como una "zona segura". Cientos de palestino que se refugiaban allí han sido asesinados, mientras los que aún sobreviven lo hacen en condiciones humanitarias extremas por el hacinamiento.
La sed como arma de guerra
La situación además se agrava por la destrucción sistemática que Israel ha perpetrado contra la infraestructura hídrica. La Oficina de Prensa del Gobierno de Gaza informó en julio que las fuerzas israelíes destruyeron al menos 112 estaciones de llenado de agua y 720 pozos desde octubre de 2023, dejando al enclave aún más vulnerable.
Las familias describieron largas filas de mujeres y niños esperando con contenedores vacíos para recibir suministros limitados, mientras que municipios y organizaciones de derechos humanos acusan a Israel de usar la sed como arma contra la población civil.
El mes pasado, la oficina humanitaria de la ONU informó que el 96% de los hogares en Gaza carecen de acceso seguro al agua, mientras que nueve de cada diez palestinos no pueden obtenerla.
“El alto el fuego es la única solución para la hambruna en Gaza”
En medio de la grave crisis humanitaria que Israel ha causado en Gaza, el jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, volvió a reiterar que sólo un cese del fuego podrá detener el avance veloz de la hambruna. “El alto el fuego es la única solución”, sentenció Lazzarini en conversación con TRT World, en el marco de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
En ese sentido explicó que la comunidad internacional tiene la capacidad de revertir la ola de hambre en el enclave asediado, pero advirtió que los llamados y los convoyes de ayuda no podrán abordar la crisis sin una decisión política para poner fin a la brutal ofensiva que se acerca a los dos años.
“Necesitamos un nuevo compromiso. He dejado claro que entre ahora y los próximos meses necesitamos alrededor de 200 millones de dólares para brindar servicios en toda la región. Más allá de octubre, no sé cómo podremos continuar”, afirmó Lazzarini este martes.
El comisionado general agregó que las operaciones de la UNRWA continúan bajo una presión existencial, con déficits de financiamiento que amenazan la educación, la salud y el apoyo alimentario para millones de refugiados en la región.
En un contexto de suspensión de las contribuciones de EE.UU. y un déficit proyectado que supera los 400 millones de dólares anuales, la UNRWA estima que solo podrá mantener servicios reducidos por unas pocas semanas más. Las donaciones privadas no son suficientes para cerrar la brecha.
“La única medida concreta es el alto el fuego. Instar al gobierno de Israel a aceptar un alto el fuego es lo que se necesita hoy”, declaró Lazzarini a TRT World.
Gaza enfrenta un desastre humanitario, según la UNRWA, con 1,9 millones de desplazados, una hambruna a gran escala confirmada por expertos de la ONU en agosto y un bloqueo israelí de siete meses que impide la entrada de alimentos y medicinas esenciales.
La agencia ha solicitado repetidamente acceso humanitario sin restricciones y el fin del asedio para permitir la entrega segura de ayuda. “Sabemos que, colectivamente, la comunidad internacional es capaz de detener la ola del hambre creciente. No podemos abordar esta hambruna ni que toda la población de Gaza pase hambre sin su apoyo”, concluyó Lazzarini.

42 muertos en nuevos ataques israelíes en Gaza
Mientras Lazzarini solicitaba acción internacional por un alto el fuego en Gaza desde Nueva York, los ataques del ejército israelí en el enclave no cesan.
Este miércoles, al menos 42 personas murieron y varias más resultaron heridas, según reportaron los equipos médicos locales.
Desde octubre de 2023, el ejército israelí ha matado a más de 65.400 palestinos en Gaza, la mayoría mujeres y niños. Sin embargo, la relatora de la ONU para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, advirtió a mediados de septiembre que el número real de víctimas podría ser hasta 10 veces mayor, según diversas fuentes. “Deberíamos empezar a pensar en 680.000, porque este es el número que algunos académicos y científicos señalan como la cifra real de muertos en Gaza”, declaró.
El bombardeo constante ha hecho inhabitable el enclave y ha provocado hambre y la propagación de enfermedades.
Además, el ejército israelí emitió una orden de evacuación en la Ciudad de Gaza, forzando a muchas familias a dejar sus hogares y dirigirse al sur, antes de intensificar su ofensiva terrestre.