Las declaraciones del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en la Asamblea General de la ONU, acerca de que supuestamente su país es el único en Oriente Medio que protege a los cristianos, fueron rechazadas enérgicamente por autoridades palestinas, que las calificaron de una vil mentira. De hecho, el Comité Presidencial Superior para Asuntos de las Iglesias en Palestina sostuvo que “la verdad es clara: las políticas coloniales de limpieza étnica, apartheid y genocidio” de Tel Aviv “han arrasado con la presencia de cristianos” en estos territorios.
“Ante una sala casi vacía de la Asamblea General de la ONU, el criminal de guerra y prófugo de la Corte Penal Internacional (CPI), Benjamín Netanyahu, difundió una vez más mentiras sobre los cristianos palestinos", afirmó el comité en un comunicado publicado en Facebook.
La declaración señaló que los cristianos representaban el 12,5% de la población de la Palestina histórica antes de la Nakba –la “catástrofe”, en árabe– , de 1948, cuando cientos de miles de personas fueron expulsadas de sus hogares con la creación del estado de Israel. En comparación, añadió el comité, hoy constituyen apenas el 1,2% de la población en la Palestina histórica y solo el 1% en los territorios ocupados en 1967.
Lo que representa un resultado directo “de la limpieza étnica israelí, el desplazamiento forzoso, la confiscación de tierras y la represión sistemática”, aseveró el comunicado. De hecho, citó ejemplos como el desplazamiento de 90.000 cristianos palestinos durante la Nakba y el cierre forzoso de unas 30 iglesias. También recordó la masacre de 25 cristianos palestinos en el atentado con explosivos contra el Hotel Semiramis en Jerusalén en 1948, perpetrado por el grupo paramilitar judío Haganá, así como la ejecución de 12 cristianos en la aldea de Eilabun, cerca de Nazaret, ese mismo año.
El comité añadió que durante la ofensiva genocida actual, Tel Aviv bombardeó la Iglesia Ortodoxa Griega de San Porfirio y la Iglesia Católica de la Sagrada Familia, masacrando a civiles que se habían refugiado allí. También mencionó que las fuerzas israelíes habían atacado además a instituciones vinculadas a las iglesias, como el Hospital Árabe Al-Ahli y el Centro Cultural y Social Árabe Ortodoxo.
A lo que se suma que los bombardeos no se limitaron únicamente a los centros religiosos: viviendas de cristianos también fueron atacadas, lo que obligó a muchas familias a refugiarse en iglesias. Como consecuencia, 44 cristianos palestinos han muerto desde el inicio de la agresión en Gaza en octubre de 2023, ya sea directamente por los bombardeos o indirectamente debido a las graves condiciones humanitarias, incluyendo la hambruna y las escasez medicinas.
“Israel ha eliminado la presencia cristiana en Tierra Santa”
Ahora bien, la violencia contra los cristianos no se limita solo a Gaza. En Cisjordania ocupada, el comité denunció repetidos ataques contra la aldea cristiana de Taybeh, cerca de Ramala, perpetrados por grupos de colonos armados. Asimismo, advirtió que las iglesias en toda Palestina enfrentan “una ofensiva sin precedentes que amenaza su presencia histórica y su misión en Tierra Santa”.
El comunicado también señaló otras medidas que afectan directamente a las comunidades cristianas, como el reciente congelamiento de las cuentas del Patriarcado Ortodoxo en Jerusalén, la imposición de fuertes impuestos a propiedades eclesiásticas en violación del statu quo y la confiscación de terrenos de la Iglesia Armenia.
En Belén, lugar de nacimiento de Jesús, “los asentamientos ilegales, los puestos de control militares y el muro de separación están ahogando a la ciudad, mientras que tierras pertenecientes a cristianos palestinos son confiscadas para la construcción de asentamientos”, denunció el comité. Hoy, Belén está rodeada por más de 150 barreras, portones y montículos de tierra, el número más alto en Cisjordania ocupada, indicó.
Ante este panorama, el comunicado subrayó que “la verdad no puede ser negada: Israel ha eliminado la presencia cristiana en Tierra Santa, y las mentiras de Netanyahu en la ONU no pueden borrar la historia ni la realidad de la vida palestina —de cristianos y musulmanes por igual— bajo el régimen colonial israelí”. En este sentido, enfatizó que “defender la presencia cristiana en Palestina no es solo un asunto local, sino una causa humana, moral y legal de alcance global”.
Otro hospital atacado por Israel, en violación del derecho humanitario
Al igual que ocurre con las iglesias, durante su ofensiva genocida en Gaza el ejército israelí ha atacado hospitales sistemáticamente, paralizando los servicios médicos, masacrando a los profesionales de salud y limitando casi por completo la atención a los pacientes que tanto la necesitan.
Este domingo se volvió a repetir el horror. El director de la Oficina de Prensa del Ministerio de Salud, Ismail Al-Thawabta, denunció que “el ejército israelí bombardeó el Hospital Al-Helou en la Ciudad de Gaza con dos misiles, haciendo imposible la entrada o salida del centro médico”.
“Médicos y pacientes dentro del hospital viven en un estado de terror y miedo extremo, situación agravada por el corte deliberado de la red de internet del hospital por parte de la ocupación para aislarlo del mundo exterior y suspender los servicios médicos a los civiles”, afirmó Al-Thawabta a la agencia de noticias Anadolu.
El funcionario subrayó que tales acciones de Israel constituyen “crímenes de lesa humanidad” y que “un crimen de guerra en toda regla se suma al historial negro de la ocupación israelí”.
Según los datos del Ministerio de Salud, al menos 38 hospitales en Gaza han sido destruidos o quedaron fuera de servicio, 96 centros de salud sufrieron ataques y 197 ambulancias resultaron destruidas o dañadas desde el inicio de la actual ofensiva.
“La ocupación israelí también llevó a cabo 788 ataques directos contra instalaciones de salud, personal y cadenas de suministro, y asesinó a 1.670 trabajadores médicos mientras cumplían con su deber humanitario”, agregó el director.
La cifra de víctimas en Gaza no deja de aumentar
Las víctimas en Gaza a manos del genocidio israelí siguen aumentando. Solo este lunes, las fuerzas de Tel Aviv mataron a 23 civiles más e hirieron a muchos otros, según fuentes médicas y funcionarios locales. Personal de salud le informó a Anadolu que equipos de defensa civil recuperaron los cuerpos de 10 personas tras los ataques israelíes en la calle Al-Nasr de la Ciudad de Gaza.
En esa misma área, pero al oeste, un ataque israelí contra una tienda de campaña que albergaba familias desplazadas mató a cuatro palestinos. El ejército de Tel Aviv también bombardeó el barrio de Zeitoun de la ciudad, cobrándose la vida de cinco personas e hiriendo a varios familiares.
También se lanzaron ataques en los alrededores del Complejo Médico Al-Shifa, bloqueando el acceso al hospital en un intento de sitiar la zona y obligar a los residentes a desplazarse hacia el sur, informó el medio estatal de noticias Wafa.
En el campo de refugiados Shati, decenas de civiles murieron tras la detonación de vehículos trampa y los continuos ataques aéreos y terrestres, mientras que en el centro de Gaza, un palestino murió y nueve resultaron heridos durante el bombardeo de un refugio improvisado en el norte del campo de Nuseirat.
Desde octubre de 2023, el ejército israelí ha matado a más de 66.100 palestinos, en su mayoría mujeres y niños. Sin embargo, la relatora de la ONU para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, advirtió que la cifra real de víctimas podría ser hasta 10 veces mayor: “Deberíamos empezar a pensar en 680.000, porque este es el número que algunos académicos y científicos señalan como la cifra real de muertos en Gaza”.
Además, en noviembre de 2024, la CPI emitió órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant, por crímenes de guerra y de lesa humanidad en Gaza.
