En las calles de Venezuela se vivió este fin de semana una jornada de entrenamiento militar para civiles, como parte de las medidas que ha implementado el país en respuesta al despliegue de tropas y buques de guerra de Estados Unidos en el Caribe. También ocurrió en medio de nuevas amenazas del presidente Donald Trump, esta vez por el retorno de migrantes deportados.
En el barrio de Petare, en Caracas, la avenida principal fue cerrada para un día de cursos rápidos sobre manejo de armas y otras tácticas de "resistencia revolucionaria "Vengo a aprender para poder defender lo que realmente me importa, que es mi patria, mi tierra, mi nación, Venezuela. No le tengo miedo a nada ni a nadie", dijo Luzbi Monterola, oficinista de 38 años, a la agencia de noticias AFP.

Durante las últimas semanas, el presidente Nicolás Maduro ha llamado a la población civil a unir fuerzas para resistir lo que denuncia es el plan de Washington para forzar un "cambio de régimen. En la misma línea, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, sostuvo que los ataques letales de Estados Unidos son "una guerra no declarada, y ya ustedes ven cómo personas, siendo o no siendo narcotraficantes, han sido ajusticiadas en el mar Caribe, sin derecho a la defensa”.
Luego de las convocatorias de voluntarios para que acudieran a los cuarteles militares la semana pasada a recibir entrenamiento, Maduro dio la orden a las fuerzas armadas que fueran a los barrios. Como parte de la jornada en Petare, los soldados enseñaron a los voluntarios, en grupos de 30, a manejar armas. Otros entrenamientos incluyeron el uso de mascarillas y primeros auxilios básicos.
"Todo esto tiene que ver con petróleo, oro, diamantes: nuestros recursos", dijo John Noriega, de 16 años, a AFP. El joven asistió al evento con sus padres. "Vamos a luchar por lo nuestro", sostuvo. A las afueras de Caracas, se realizaron sesiones de capacitación en San Cristóbal y Barinas. Mientras, en las costas, barcos pesqueros navegaban junto a buques de guerra, según mostraron imágenes de la televisión estatal.

"Este día de hoy marcamos un hito en la revolución militar que todos estamos escribiendo, el pueblo y las Fuerzas Armadas juntos. ¡Es una verdadera revolución militar!", declaró López. El ministro también anunció el pasado viernes que Venezuela realizó una maniobra militar "exitosa" en la isla de La Orchila, en aguas venezolanas del mar Caribe. Esta isla se encuentra cerca del área donde Estados Unidos interceptó y retuvo un barco pesquero venezolano durante ocho horas el pasado fin de semana. La televisión estatal difundió imágenes sobre las maniobras y, según detalló Padrino, se "lanzaron misiles de la clase C-802 y C-M90" y cohetes.
Consecuencias “incalculables”
Simultáneamente, el presidente Trump le advirtió a Venezuela que enfrentaría consecuencias "incalculables" si se negaba a aceptar de vuelta a los migrantes deportados que, según él, había "obligado a entrar a Estados Unidos".
"Queremos que Venezuela acepte inmediatamente a todos los presos y personas de instituciones mentales (...) que el 'liderazgo' venezolano ha obligado a entrar a Estados Unidos", declaró Trump en su red Truth Social. "¡Saquenlos de nuestro país ahora mismo, o el precio que pagarán será incalculable!", dijo, sin especificar qué medidas podría tomar.
Hace casi un mes, Washington desplegó buques de guerra en aguas internacionales frente a las costas venezolanas, respaldados por aviones de combate F-35 enviados a Puerto Rico en lo que ha justificado como una operación antidrogas. Sin embargo, Caracas ha cuestionado reiteradamente este señalamiento, destacando que lo que busca la Casa Blanca es imponer un cambio político en Venezuela y apoderarse de los recursos naturales del país.