Lejos están de apaciguarse las aguas en el Caribe: el presidente de EE.UU., Donald Trump, reveló este viernes las imágenes de otro ataque letal contra un supuesto bote “de narcotráfico”, que según su ya conocida retórica transportaba drogas “ilícitas” y se dirigía a “envenenar estadounidenses”. “Bajo mis órdenes, el Secretario de Guerra ordenó un ataque cinético letal contra un buque afiliado a una Organización Terrorista Designada que realiza narcotráfico”, escribió el mandatario. Y añadió que la operación militar “mató a tres narcoterroristas a bordo del buque, que se encontraba en aguas internacionales”.
Con este operativo, Washington sumaría al menos a cuatro embarcaciones impactadas mortalmente desde agosto. Un accionar que las autoridades de Venezuela ahora piden investigar como “crímenes de lesa humanidad”, mientras acusan a EE.UU. de librar una “guerra no declarada” en el Caribe. Justamente, horas antes de que llegara la noticia de Trump sobre el reciente ataque, el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, sostuvo: "Es una guerra no declarada, y ya ustedes ven cómo personas, siendo o no siendo narcotraficantes, han sido ajusticiadas en el mar Caribe, sin derecho a la defensa”.
Entonces, el ministro cuestionó el hecho de que estos botes –sobre los que EE.UU. insiste provenían de Venezuela– hayan sido atacados en lugar de ser interceptados, como solía ser el procedimiento regular antes de las actuales operaciones de Washington. "Con tanta tecnología y tanto poder y no estar en capacidad de interceptar una embarcación en los espacios acuáticos del mar Caribe...", dijo. Y añadió: "El mundo anda a la deriva. Aquí la regla que manda no es la legislación ni el derecho internacional, aquí la regla que manda es el ejercicio del poder”.
A diferencia de cuando reportó los primeros operativos contra embarcaciones, Trump no especificó en el caso del más reciente si este se ejecutó cerca de Venezuela. Se limitó a señalar que ocurrió en el área de responsabilidad del Comando Sur de EE.UU., que incluye América Central y América del Sur, así como el Caribe.
Pedido a la ONU
Por su parte, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, instó también el viernes a la ONU a que investigue los "crímenes de lesa humanidad" cometidos durante los ataques a estas embarcaciones. "El uso de misiles y armas nucleares para asesinar serialmente indefensos pescadores en una pequeña lancha son crímenes de lesa humanidad que deben ser investigados por la ONU", declaró Saab en un comunicado.
De hecho, sostuvo que hay una "coartada falsa" para atacar estas embarcaciones a las que se suman, dijo, "las ejecuciones seriales, los asesinatos seriales de venezolanos que van en una pequeña tripulación, que no han sido sorprendidos en flagrancia cometiendo un delito y están siendo asesinados de manera totalmente bárbara". “Le exijo entonces a los organismos internacionales de derechos humanos, a las Naciones Unidas vinculantes a este tema, que abran la averiguación correspondiente en este momento", insistió.
De manera similar, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, dijo que Caracas además hizo un llamado al Consejo de Seguridad de la ONU para que se exija el cese inmediato de las acciones militares de la Casa Blanca en el Caribe. "Los mismos oficiales de Estados Unidos aseguran que estas acciones han resultado en asesinatos extrajudiciales de civiles, con la intención de sembrar terror en nuestros pescadores y nuestro pueblo", publicó el ministro en sus redes sociales.
Las preocupaciones de derechos humanos sobre los ataques
Justamente, desde que EE.UU. anunció el primer “ataque letal” contra estos botes el pasado 2 de septiembre, se han encendido las advertencias y dudas sobre su legalidad bajo el derecho internacional y los derechos humanos. A ojos de expertos y también de líderes, quienes iban en los botes eran civiles y no hay pruebas de sus vínculos con el tráfico de drogas, como afirma la Casa Blanca, por lo que estas operaciones podrían llegar a considerarse una ejecución extrajudicial, y Washington se estaría saltando sus derechos.
En las reacciones iniciales a ese primer ataque –que Trump sostuvo mató a 11 “narcoterroristas” aunque no presentó pruebas de sus acusaciones– el ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, lo calificó de “ejecuciones extrajudiciales”. “Si lo hicieron de verdad, asesinaron a 11 personas sin fórmula de juicio. Pregunto yo si eso se puede hacer”, cuestionó Cabello horas después. “Supongamos, en un ejercicio, que era droga, que iban 11 personas y que les dispararon. ¿Tienen derecho a asesinar a una persona? Sus propias leyes se lo prohíben”, insistió.

Por su parte, la organización de derechos humanos Amnistía Internacional expresó su profunda alarma por la situación. “Las circunstancias del incidente plantean serias dudas sobre la legalidad, la rendición de cuentas y el respeto al derecho internacional de los derechos humanos”, indicó la organización en un comunicado publicado el 4 de septiembre.
Añadió que el uso de la fuerza letal en este contexto no tiene justificación alguna. “Estados Unidos debe demostrar, en cada ataque, que los medios letales intencionales sólo se emplearon cuando era estrictamente inevitable para proteger la vida, que no era posible utilizar ningún medio menos perjudicial, como la captura o la incapacitación no letal, y que el uso de la fuerza fue proporcionado dadas las circunstancias”, señaló.

A su vez, expertos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU advirtieron que “el derecho internacional no permite que los gobiernos simplemente asesinen a presuntos traficantes de drogas”. "Las actividades criminales deben ser interrumpidas, investigadas y procesadas de acuerdo con el Estado de derecho, incluyendo la cooperación internacional", indicó un comunicado firmado por tres expertos que colaboran regularmente con el organismo.
Una maniobra militar “exitosa” en Venezuela
En medio de las crecientes tensiones, el ministro Padrino López informó el viernes que el Ejército venezolano realizó una maniobra militar "exitosa" en la isla de La Orchila, en aguas venezolanas del mar Caribe. Esta isla se encuentra cerca del área donde Estados Unidos interceptó y retuvo un barco pesquero venezolano durante ocho horas el pasado fin de semana. La televisión estatal difundió imágenes sobre las maniobras y, según detalló Padrino, se "lanzaron misiles de la clase C-802 y C-M90" y cohetes.
Los ejercicios en esa área empezaron el miércoles pasado, en respuesta al despliegue de Washington de buques de guerra y tropas en el Caribe. Según López, las maniobras buscan "elevar el apresto operacional" ante la "amenaza" estadounidense. Al menos 2.500 efectivos y parte del material de la Armada fueron desplegados en La Orchila.
En respuesta a las tensiones, desde inicios de septiembre, el Gobierno venezolano convocó a un alistamiento masivo de milicianos, mientras que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana activó el Plan Independencia 200, con ejercicios de preparación militar. López aseguró en su momento que, aunque Venezuela aboga por la paz, el país debe estar listo para un posible “escenario de conflicto en el mar”.
El presidente Maduro, además, anticipó esta semana que las fuerzas militares de Venezuela brindarán entrenamiento con armas a los residentes de los barrios de bajos ingresos. El mandatario insiste en que la movilización estadounidense es un plan para forzar un "cambio de régimen" e imponer en su nación un "Gobierno títere" que satisfaga intereses de Washington.
Colombia denuncia presencia militar “desmesurada” de EE.UU. en el Caribe
Desde Colombia –país con el que Venezuela comparte más de 2.200 kilómetros de frontera–, la ministra de Relaciones Exteriores, Rosa Villavicencio, criticó este viernes la "desmesurada" presencia militar de Estados Unidos en aguas del Caribe. Además, durante una entrevista con la agencia de noticias AFP, aseguró que "nada tiene que ver con la lucha contra el narcotráfico”.
"Por supuesto Venezuela está preocupada, como está toda la región, por la posibilidad de una intervención. Nosotros defendemos la soberanía de la región (...) por eso no corresponde esa presencia desmesurada militar", dijo Villavicencio. Y rechazó plano las afirmaciones de Trump sobre los aviones caza F-35, siete barcos y un submarino de propulsión nuclear que según él están allí para combatir el narcotráfico.
"El bombardeo" a las "embarcaciones (...) nos parece que no es la manera desde el punto de vista de la legalidad", agregó. Villavicencio considera que los sospechosos debieron ser capturados y no asesinados.
Esta semana, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ya había alzado la voz contra las operaciones de Estados Unidos, tachándolas de “asesinato”. "Acaban de destruir otra lancha con tres (personas). Así lleven cocaína, matar con un misil a tres pasajeros de una lancha desarmada y no blindada es un asesinato, y el Gobierno de los Estados Unidos está asesinando gente latinoamericana en su propia tierra", expresó Petro este lunes. Para el mandatario colombiano, el ataque contra los presuntos narcotraficantes ocurrió en el "mar territorial" de Venezuela, donde Estados Unidos "no tiene el derecho" de atacar.