Tras una larga travesía entre tormentas, drones y amenazas múltiples de Israel, la Flotilla Global Sumud se encuentra a 1.000 kilómetros de Gaza. Sus organizadores lo anunciaron este jueves, mientras crece el respaldo internacional: Italia confirmó el envío de un segundo buque para protegerla y España también desplegará uno para asistirla.
“Estamos a solo 995 km de Gaza. Nuestros corazones ya están allí antes que nuestros barcos. Navegamos con determinación para romper el asedio”, declaró un comunicado de la Flotilla Magreb, que se unió en las últimas semanas a las embarcaciones principales, en una publicación en la red social estadounidense Facebook.
El anuncio llegó un día después de que los organizadores informaran de 13 explosiones en nueve barcos en aguas internacionales, además del sobrevuelo de drones no identificados y fallas en las comunicaciones de varias naves. La flotilla no especificó quién estaba detrás de los ataques, mientras que Israel, que ha advertido en repetidas ocasiones que bloquearía la misión, hasta ahora se ha mantenido en silencio.
Los organizadores acusaron a Israel de poner en riesgo a más de 500 civiles desarmados. Sin embargo, la activista sueca Greta Thunberg advirtió que esta “táctica de intimidación” que “no nos detendrá”.
"Israel está intentando asustar y callar a la gente que se moviliza por Palestina", denunció. “Navegamos pacíficamente en aguas internacionales. No llevamos armas. Transportamos alimentos, leche para bebés, suministros médicos y agua”, declaró en una entrevista en la cuenta de Instagram de la flotilla.
En este contexto, las Naciones Unidas solicitaron este miércoles una investigación sobre los presuntos ataques. Thameen Al-Kheetan, portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, afirmó que los responsables de estas “violaciones” deben rendir cuentas y pidió una “investigación independiente, imparcial y exhaustiva”.
Italia suma otro buque para respaldar la flotilla
Tras las explosiones, el respaldo internacional a la misión humanitaria se fortaleció. El ministro de Defensa de Italia, Guido Crosetto, anunció este jueves que enviará un segundo buque naval, el Alpino, para escoltar a la flotilla, en las que viajan sesenta italianos, incluidos cuatro diputados, reportó la agencia italiana ANSA.
Durante un informe a los legisladores sobre la misión, Crosetto señaló que el gobierno busca prevenir cualquier incidente en el mar mientras los barcos humanitarios intentan entregar ayuda al asediado enclave de Gaza.
“Seguiremos trabajando para que no ocurra ningún incidente con la flotilla, y les pido su colaboración en este sentido, independientemente de la oposición política. La situación es preocupante y digo que no podemos garantizar la seguridad de los barcos fuera de aguas internacionales”, declaró, según ANSA.
El miércoles, el ministro recordó en X que, para proteger a los ciudadanos italianos a bordo, autorizó que la fragata Fasan se uniera de inmediato a la flotilla. Asimismo, había condenado los ataques a embarcaciones civiles: “Los ataques a barcos civiles en alta mar son totalmente inaceptables. Cualquier manifestación, si respeta la ley, debe ser protegida y no reprimida con violencia”.
De manera similar, el primer ministro de España, Pedro Sánchez, anunció este miércoles que Madrid enviaría de inmediato un buque naval “para garantizar que, si es necesario, nuestros ciudadanos puedan ser rescatados”. “Quiero dejar claro al gobierno de Israel que España protegerá, por supuesto, a sus nacionales, y lo haremos tanto diplomática como políticamente”, agregó.
Grecia también expresó su apoyo. La guardia costera de ese país informó a la agencia de noticias AFP que un patrullero de la agencia fronteriza de la Unión Europea, Frontex, fue enviado a la zona “en respuesta a un informe sobre una amenaza” a un barco con bandera polaca. No obstante, luego la tripulación indicó que “no requería asistencia”, por lo que se retiró.
En un plano más amplio, la Comisión Europea subrayó la importancia de garantizar la libertad de navegación según el derecho internacional. “Ningún ataque, ningún ataque con drones, ninguna incautación ni uso de la fuerza contra la flotilla es aceptable”, afirmó la portavoz Eva Hrncirova.
Flotilla promete llevar a Israel ante la CPI por ataques con drones
Además, la Flotilla Global Sumud anunció este miércoles que su equipo legal llevará a Israel ante la Corte Penal Internacional (CPI) tras los repetidos ataques que sufrieron sus embarcaciones.
Abdelhaq Benqadi, abogado marroquí que representa a la Unión de Abogados Árabes a bordo de la misión, explicó que el equipo recopila pruebas de “crímenes de guerra en el mar”, incluyendo tipos de drones, interferencias electrónicas, municiones utilizadas y los daños resultantes. Indicó que se presentará un informe completo en La Haya.
“Se trata de un crimen de guerra en toda regla, y la CPI debe actuar”, escribió Benqadi en Facebook en referencia a los ataques denunciados.
El anuncio llega en un contexto de creciente escrutinio legal sobre Israel. La Corte Internacional de Justicia analiza la demanda de Sudáfrica por genocidio en Gaza, donde más de 65.400 personas, en su mayoría mujeres y niños, fueron asesinadas por el ejército israelí desde octubre de 2023. Sin embargo, la relatora de la ONU para los territorios palestinos ocupados, Francesca Albanese, advirtió que el número real de víctimas podría ser hasta 10 veces mayor: “Deberíamos empezar a pensar en 680.000, porque este es el número que algunos académicos y científicos señalan como la cifra real de muertos en Gaza”.
Además, en noviembre de 2024, la CPI emitió órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y su exministro de Defensa Yoav Gallant, por crímenes de guerra y de lesa humanidad en Gaza.
La flotilla, que transporta suministros humanitarios como medicamentos y alimentos, es una de las más grandes que ha zarpado hacia Gaza, con cerca de 50 embarcaciones que intentan romper el bloqueo israelí sobre los 2,4 millones de habitantes del enclave. Israel tiene antecedentes de interceptar barcos, confiscar naves y deportar a activistas. Sin embargo, los activistas a bordo mantienen firme su objetivo, en línea con el nombre de la misión: sumud, que en árabe significa resiliencia.