De Siria a Etiopía: un año de logros históricos para la diplomacia turca
En 2024, los esfuerzos diplomáticos de Türkiye ayudaron a resolver conflictos de décadas. Equilibró los lazos con sus aliados occidentales y, al mismo tiempo, extendió su influencia en la región.

Türkiye ha cultivado un enfoque único que va más allá de la búsqueda de ganancias materiales como riqueza, armas o expansión y explotación territorial. / Foto: Archivo AP
En el 2024, el mundo observó cómo las dinámicas de poder existentes desgarraban las costuras del orden global. Sin embargo, desde un rincón del mapa, silenciosamente Türkiye cambiaba las reglas del juego internacional.
Desde Siria hasta Somalia, la influencia de Ankara dio forma a algunos de los episodios geopolíticos más cruciales del año, aprovechando una combinación de diplomacia estratégica y constante ayuda humanitaria.
El 8 de diciembre se produjo uno de los momentos decisivos del año, cuando Bashar Al-Assad huyó de Siria después de que las fuerzas de la oposición tomaran con rapidez el control de ciudades clave, desde Alepo hasta Damasco.
“Si bien Türkiye no participó directamente en los acontecimientos militares, el resultado fue, en gran parte, resultado de las políticas de Türkiye”, declaró a TRT World Omer Ozkizilcik, experto en política exterior y seguridad. Un hecho que reconfiguró no solo Oriente Medio, sino también el papel del país en toda la región.
En 2020, Türkiye lanzó en la región siria de Idlib, la “Operación Escudo de Primavera”, que ayudó a prevenir la caída de la oposición siria, dándoles espacio para reagruparse, recapacitar y, al final, obtener ventaja contra las fuerzas de Assad.
“Gracias a la protección turca de Idlib y el norte de Siria”, explicó Ozkizilcik, “la oposición armada siria pudo aprovechar la oportunidad que les brindó la guerra en Ucrania y la escalada israelí con Irán”.
“Aquí, después del pueblo sirio, el mayor ganador es Türkiye”, sostuvo.
En 2024, la labor diplomática de Türkiye se extendió más allá de sus fronteras. Desde la mediación en África hasta el desafío a las estructuras globales de poder, Türkiye se ha posicionado como un actor clave en el escenario internacional.
Más allá de sus fronteras
Türkiye se ha opuesto durante mucho tiempo al régimen de Assad debido a su brutal represión de las disidencias y su alianza con el PKK/YPG, el grupo terrorista responsable de la matanza de decenas de miles de civiles.
Aun así, Ankara pidió repetidamente a Assad que llegara a un compromiso político con la oposición para poner fin a 13 años de guerra civil. Sin embargo, él se negó a sentarse a la mesa de negociaciones, con la esperanza de que sus aliados —Rusia e Irán— acudieran en su ayuda como habían hecho en oportunidades anteriores.
“La dura respuesta inicial de Moscú y Teherán fue un indicio que reveló sus límites de influencia y poder”, dijo Ozkizilcik, explicando que, si bien Irán emergió como el mayor “perdedor” junto a Assad, la influencia de Rusia en Siria también disminuyó significativamente a pesar de su presencia en las bases militares de Hmeimim y Tartus.
Aún así, Ankara logró un delicado equilibrio con sus socios regionales. Las conversaciones del ministro de Relaciones Exteriores, Hakan Fidan, con sus homólogos ruso e iraní en el Foro de Doha de 2024 el 7 de diciembre, ayudaron a facilitar la transición en Siria, allanando el camino para la salida de Assad, y manteniendo al mismo tiempo los lazos diplomáticos y la buena voluntad.
Según Ozkizilcik, Türkiye puede desempeñar ahora un papel fundamental en el futuro de Siria, dando forma a los esfuerzos de reconstrucción del país e influyendo en una dinámica geopolítica más amplia.
La caída de Assad fue una victoria estratégica que se alinea con varios de los objetivos clave de Ankara, agrega el experto, incluido un retorno seguro de los refugiados y la estabilidad en la región.
Pero el impacto de los acontecimientos en Siria va más allá de la región.
Ozden Zeynep Oktav, profesora de la Universidad Medeniyet de Estambul, considera que la retirada de Rusia e Irán de la región también ha iniciado un nuevo período de cooperación entre Türkiye y Estados Unidos, un desarrollo que continuará desarrollándose en 2025.
Consecuencias de la agresión israelí
Oktav dice que los ataques crecientes de Israel a Gaza y a la región en 2024, impulsaron en Türkiye una política exterior "altamente proactiva". Pues Ankara actuó en consecuencia para establecer su liderazgo en la región.
A nivel mundial, Türkiye ha sido una de las voces críticas más contundentes de las atrocidades israelíes. En distintos foros internacionales, el Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan presionó continuamente por un alto el fuego y un acceso humanitario sin obstáculos para los palestinos.
A diferencia de otros países, los esfuerzos de Türkiye fueron más allá de una retórica discursiva: el país ha brindado una importante ayuda humanitaria a Gaza y, en mayo de 2024, impuso un embargo comercial total a Israel.
“El enfoque de Türkiye siempre ha sido diferente”, señala Oktav. “Mientras que otras naciones han priorizado sus intereses económicos y adoptado una postura pragmática, Türkiye ha colocado constantemente en el centro de su política exterior, la moral y los valores humanos”.
La política exterior de Ankara ha generado tanta confianza que, durante una visita en diciembre, el primer ministro del Líbano, Najib Mikati, expresó en una conferencia de prensa conjunta con Erdogan, que la “confianza del Líbano en Dios y en nuestros amigos, especialmente Türkiye, ha sido nuestra fuerza”.
La diplomacia internacional de Türkiye prioriza al mismo tiempo, la estabilidad, y está basada con firmeza en la preservación de determinadas fronteras.
Este enfoque es claramente visible en el respaldo a un Estado palestino basado en las fronteras de 1967 y en los llamados a preservar la integridad territorial de una Siria unificada contra las amenazas de Israel y del PKK-YPG.
Desafiando un orden mundial fallido
En 2024 con Gaza como motor, Türkiye llevó su crítica del sistema global a nuevas esferas.
Mientras la comunidad internacional permanecía paralizada ante las atrocidades israelíes, Türkiye amplificó su voz y exigió unas Naciones Unidas más democráticas e inclusivas que pudieran abordar mejor las crisis más urgentes del mundo.
El llamado de Türkiye a la reforma dentro del Consejo de Seguridad de la ONU, en particular en relación con su incapacidad para actuar en cuestiones como las conflictos en Gaza y Ucrania, fue un pilar clave de la visión más amplia de Ankara de un orden mundial multipolar, en el que el poder se comparta entre las naciones de manera más equitativa.
Al mismo tiempo, Türkiye profundizó su compromiso con actores globales emergentes, en particular a través de sus crecientes vínculos con los BRICS.
La participación de Türkiye en la cumbre de Kazán en octubre de 2024 y su estatus de socio reflejan un cambio estratégico hacia la diversificación de sus relaciones diplomáticas.
Sin embargo, si bien aspira a un papel más central en el orden mundial multipolar emergente, Türkiye también subrayó que su participación en los BRICS no reemplaza sus vínculos con la OTAN ni sus aspiraciones a la Unión Europea.
"Türkiye no actúa como si estuviera en un mundo unipolar liderado por Estados Unidos", explicó Oktav, de la Universidad Medeniyet de Estambul. "Sin embargo, sigue siendo leal a su identidad en la OTAN y continúa su proceso de adhesión a la UE, logrando un equilibrio único".
En enero de 2024, Türkiye aprobó oficialmente la membresía de Suecia en la OTAN, reafirmando su compromiso con la alianza a la luz de la guerra entre Rusia y Ucrania.
La aprobación dependía de la cooperación de Suecia con Türkiye en materia de lucha contra el terrorismo y la represión del PKK, lo que pone de relieve cómo Ankara puede aprovechar su influencia dentro del bloque en lo que respecta a la seguridad de sus ciudadanos.
Türkiye también ha logrado avances notables en sus relaciones con Grecia.
Cuando el 24 de septiembre, el presidente Erdogan y el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis se reunieron al margen de la Asamblea General de la ONU, ambos líderes expresaron su compromiso de fomentar la “buena vecindad”. Aún así, siguen sin resolverse cuestiones decisivas como la desmilitarización de las islas del Egeo y la disputa en la isla de Chipre.
Türkiye apoya una solución de dos estados en Chipre y respalda a la República Turca de Chipre del Norte (RTNC) frente a tensiones de larga data.
Una incursión en África
“Pero uno de los acontecimientos más importantes en 2024”, destacó Oktav a TRT World, “fue que Türkiye alejó a Etiopía y Somalia del borde de una guerra que amenazaba la estabilidad en el Cuerno de África”.
En diciembre de 2024, Türkiye puso fin a casi un año de tensiones entre las dos naciones africanas sobre el acceso marítimo al Mar Rojo aprovechando sus fuertes lazos diplomáticos con ambos países.
“Antes la mediación exitosa en conflictos se consideraba dominio exclusivo de las potencias occidentales”, reveló Oktav. “Pero ahora, Türkiye interviene y logra que sucedan allí donde esas potencias occidentales no lo hacen”.
Con un papel cada vez mayor en el escenario mundial, Türkiye se ha centrado en África, impulsada por lazos humanitarios e históricos que se remontan al Imperio Otomano.
“Una África estable significa una Türkiye fuerte”, definió Murat Yigit, politólogo de la Universidad Nacional de Defensa de Estambul. Este es el sentimiento predominante en Ankara. Y la creciente presencia de Türkiye refleja esta visión en la cooperación para el desarrollo, la ayuda humanitaria y el mantenimiento de la paz.
Yigit reveló que la participación de actores extranjeros de habla árabe en las tensiones entre Etiopía y Somalía, en lugar de reconciliación, causaron más polarización y aumentaron los riesgos de escalar a un conflicto mayor.
Aprovechando el impulso de la reconciliación entre Somalia y Etiopía, Türkiye ha expresado su disposición a mediar entre Sudán y los Emiratos Árabes Unidos. Dos países en tensión en medio de la guerra civil de Sudán, desde que Abu Dhabi se puso del lado del rival del ejército sudanés, el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Los expertos vuelven a tener esperanzas en encontrar una salida a este pulso, gracias a la asistencia de Türkiye.
“Türkiye tiene una oportunidad verdadera de construir paz en la región”, afirmó Yigit. Y subrayó que la creciente participación de Ankara en África ya no se limita al desarrollo y la ayuda, sino que está en camino a transformarse en un socio clave en materia de seguridad, con acuerdos de cooperación en defensa, transferencias de tecnología y entrenamiento militar que refuerzan aún más su influencia diplomática.
Además de mediar en los mencionados conflicto, Türkiye ha trabajado activamente para fortalecer los vínculos existentes con otros países.
Una política exterior centrada en valores universales
En 2024 se lograron avances significativos en las relaciones de Türkiye con Egipto y Armenia, marcando el camino de una estrategia más amplia para mejorar las relaciones con actores claves de la región.
La visita en febrero del presidente Erdogan a El Cairo y la del presidente egipcio Sisi a Ankara en septiembre (la primera desde que asumió el cargo hace una década) pusieron de relieve un renovado compromiso en la cooperación bilateral. El acercamiento con Egipto, en particular en cuestiones como Gaza y el acceso humanitario, es crucial para los intereses de Türkiye en el Mediterráneo oriental y el norte de África.
Mientras tanto, la normalización en los lazos con Armenia son el resultado de múltiples conversaciones de principios de 2024, algo que refleja, para Türkiye, un cambio estratégico más amplio hacia la cooperación y la estabilidad en su región más próxima.
“En los últimos años, el Estado turco ha logrado avances significativos en ámbitos que van desde Libia hasta Qatar, pasando por Somalia y ahora Siria”, explicó Ozkizilcik. “Türkiye quiere consolidar sus avances sin provocar una alianza anti turca”.
Otro país con el que Türkiye ha trabajado para fortalecer la cooperación es Iraq. En abril, ambos países firmaron varios memorandos e iniciaron el Proyecto de Carreteras de Desarrollo con el objetivo de mejorar la conectividad entre Iraq, Türkiye y Europa, ofreciendo una alternativa vital a las rutas de navegación interrumpidas por los conflictos en curso.
“Si se lleva a cabo, este proyecto podría conciliar varias cuestiones regionales, desde los vínculos energéticos y económicos” hasta la seguridad, explicó Oktav. “Y lo más importante, desplazaría aún más a Irán”.
Igualmente significativa fue este año la creciente cooperación entre Türkiye e Iraq en materia de seguridad, en particular en la lucha contra el PKK. La decisión de Iraq en marzo de ilegalizar oficialmente al PKK y el establecimiento de centros de operaciones conjuntas, alinearon, a los dos países en la lucha contra el terrorismo a lo largo de sus fronteras compartidas.
El 2024 fue un período definitorio para la diplomacia turca en el extranjero, marcado por la defensa, la pacificación y un audaz enfoque en sus relaciones exteriores.
La política exterior de Türkiye ya no está regida por los marcos de referencia occidentales o viejos conceptos como “el poder blando versus el poder duro”, advirtió la profesora Ozden Zeynep Oktav.
A su vez, Türkiye ha cultivado un enfoque distintivo que va más allá de la búsqueda de ganancias materiales como riqueza, armas o expansión y explotación territorial.
“Eso es lo que distingue a Türkiye”, concluyó Oktav. “Una política exterior centrada en valores universales”.