Condenado por la justicia, ahora el expresidente de Brasil Jair Bolsonaro busca ahora apoyo en el Parlamento. Este miércoles, la Cámara de Diputados aprobó una moción de urgencia para debatir un proyecto que podría abrir la puerta a su amnistía. Sin embargo, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva dejó claro que esto no implicaría perdón para el exmandatario: "Si me la envían para vetar, puede estar seguro de que lo haré".
El proyecto ha sido la prioridad del partido de Bolsonaro en la legislatura actual y beneficiaría también a unas 700 personas, incluidas varias involucradas en el intento de golpe de Estado de 2023 contra sedes de los poderes públicos, considerado por el Supremo Tribunal instigado por el exmandatario. Bolsonaro fue condenado el pasado viernes a 27 años de prisión por su participación en esos hechos.
La moción fue aprobada por amplia mayoría: 311 votos a favor y 163 en contra, y permitirá que el texto sea discutido directamente en el plenario, evitando su paso por las comisiones de la cámara baja. Los partidos de derecha y centroderecha se impusieron al bloque oficialista de izquierda.
¿Llegará a aprobarse?
Sin embargo, el camino para que se sancione una ley que permita la amnistía no será fácil ni rápido. El primer paso sería superar la resistencia del oficialismo en el plenario de la Cámara de Diputados, para luego pasar al Senado, donde el gobierno de Lula es más fuerte, aunque también minoritario.
Incluso si la ley llegara al escritorio del presidente, Lula ya advirtió que podría vetarla. El mandatario, consciente del peso político de la medida, sostuvo que los crímenes por los que Bolsonaro fue condenado no tienen carácter político y, por tanto, no justifican la amnistía: "Él fue condenado por un crimen que cometió. No hay nada de política en eso", dijo, aludiendo a las "pruebas concretas", confesiones y documentos que fundamentaron la condena del expresidente.
Bolsonaro anuncia que tiene cáncer
Mientras tanto, Bolsonaro, de 70 años, permanece en prisión domiciliaria preventiva en Brasilia. Tras la condena de la Corte Suprema, su defensa anunció que apelará el fallo. Además de la sentencia por golpismo, el expresidente está inhabilitado políticamente hasta 2030 por desinformar sobre el sistema electoral.
A este panorama judicial se suman las novedades sobre la salud de Bolsonaro. El miércoles se confirmó que fue diagnosticado con cáncer de piel en etapa temprana, tras ser ingresado en el hospital por vómitos y baja presión arterial.
El oncólogo Claudio Birolini describió la enfermedad como una forma "intermedia" y aseguró que la extirpación quirúrgica de las lesiones se considera "curativa". Bolsonaro fue dado de alta y regresó a su domicilio, donde cumple su arresto bajo condiciones que le permiten salir por emergencias médicas, siempre con la autorización judicial.
De momento, aliados del expresidente han utilizado su estado de salud como argumento para que continúe cumpliendo su condena en su domicilio, citando temores de complicaciones médicas o maltrato si fuera trasladado a una celda.