Lo que comenzó como un frustrado intento en Buenos Aires terminó concretándose en Nueva York. El presidente de Argentina, Javier Milei, se reunió este jueves con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y reafirmó sin miramientos su apoyo a Tel Aviv, en momentos en que crecen las críticas de la comunidad internacional por el genocidio en Gaza. La cita tuvo lugar en el marco de la Asamblea General de la ONU y se convirtió en una de las actividades centrales de la agenda de Milei, que también incluyó reuniones con representantes de la comunidad israelí.
El encuentro duró unos 45 minutos y la charla fue “muy buena y amena”, indicaron fuentes de la comitiva argentina a los medios, y ambos se trataron como “amigos”.
Milei reiteró su “firme compromiso” con Israel, aseguró que trabajará “en todas las instancias necesarias” para lograr la liberación de los rehenes retenidos en Gaza y ratificó su intención de mantener una “alianza fuerte” en áreas como ciencia, tecnología y seguridad. “Reafirmamos la voluntad compartida de seguir profundizando los lazos de amistad y colaboración que unen a la Argentina e Israel”, declaró.
Netanyahu, por su parte, publicó en su cuenta de X que Milei es “un verdadero amigo del estado de Israel y del pueblo judío” y le agradeció. También destacó que hablaron de ampliar la cooperación económica.
La reunión llegó en un momento complejo para Netanyahu, cada vez más presionado por la comunidad internacional. Varios líderes en la ONU cerraron filas en favor de Palestina, reconociéndola como Estado, mientras también dentro de Israel crece la condena a su ofensiva en Gaza.
El encuentro de este jueves sigue a las dos reuniones que Milei y Netanyahu mantuvieron en Jerusalén desde la asunción del mandatario argentino a finales de 2023, la última de ellas en junio pasado.
El presidente asistió acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein. También participaron los ministros de Economía y de Defensa, Luis Caputo y Luis Petri, respectivamente. Del lado israelí hubo varios funcionarios.
Agenda paralela y gestos de afinidad
Pero no fue su única actividad para reforzar lazos con Israel: Milei dedicó el día entero a profundizar la alianza con el gobierno israelí y con la comunidad israelí.
Por la mañana, visitó la tumba del rabino Lubavitch en el cementerio Montefiore, en Queens, acompañado por su hermana Karina. La delegación calificó la visita como “muy emotiva”. Estuvo presente el rabino Simon Jacobson, quien dijo al diario argentino La Nación que el encuentro con Milei fue “muy bueno”. En junio pasado ambos se habían reunido en Jerusalén, al igual que en anteriores ocasiones en Nueva York.
Luego, antes de emprender el vuelo de regreso a Buenos Aires, el presidente se reunió con representantes y empresarios israelíes, recibió un premio de la organización B’nai B’rith y mantuvo encuentros con Ronald Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial, y Claudio Epelman, director del Congreso Judío Latinoamericano.
Críticas y rechazo desde Argentina
Desde Argentina, las críticas hacia la reunión no tardaron en llegar. El principal partido opositor al Gobierno de Milei, el Partido Justicialista (PJ) cuestionó duramente la reunión, a la que calificó como “bochornosa”, advirtiendo que representa “un gesto personal que afecta seriamente los intereses nacionales del país”. En un comunicado, recordaron que Netanyahu fue señalado por la Corte Penal Internacional en mayo de 2024 por crímenes de lesa humanidad en Gaza, donde la ofensiva ya ha matado al menos a 65.400 palestinos.
El PJ denunció además que la política exterior del Gobierno está llevando a Argentina a un “progresivo aislamiento internacional”. Señaló que la Asamblea General de la ONU ha exigido una tregua humanitaria y una solución de dos Estados, y remarcó que Argentina votó en contra, rompiendo con una tradición diplomática de décadas.
Organizaciones de derechos humanos también habían expresado su rechazo cuando se intentó organizar la reunión en Buenos Aires. Once de ellas, incluidas las Madres de Plaza de Mayo, presentaron en agosto una denuncia contra Netanyahu por “genocidio, crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad”. Ante la posibilidad de que visitara Argentina, se había convocado incluso a una “marcha nacional de repudio”.
Así, finalmente, la reunión se hizo en Nueva York para evitar las protestas que hubiera provocado en Argentina y la posible detención de Netanyahu. No obstante, el gesto generó repercusiones: Milei busca mostrarse como aliado incondicional de Israel, mientras Netanyahu intenta reforzar el poco apoyo internacional que le queda, en medio de un escenario cada vez más solitario. Ambos se presentan como “amigos”, pero enfrentan fuertes cuestionamientos: Netanyahu por la ofensiva en Gaza, y Milei por romper con la tradición diplomática argentina. de apoyo al pueblo palestino.