En Gaza, la vida y la muerte se cruzan en las condiciones más desgarradoras: mujeres embarazadas se ven obligadas a dar a luz en plena calle, mientras los bombardeos y las incursiones de Israel no dan tregua, forzando a miles a evacuar bajo la amenaza constante de tanques y ataques aéreos. La ONU advirtió este miércoles que el colapso del sistema de salud convierte cada parto en una situación de alto riesgo, y a veces incluso en una sentencia de muerte.
“Las ofensivas de Israel en Gaza están empujando a las mujeres a parir sin hospitales, sin médicos y sin agua potable”, denunció Stéphane Dujarric, portavoz de Naciones Unidas, citando datos del Fondo de Población de la ONU (UNFPA).
Según la entidad, cada semana nacen alrededor de 15 bebés sin asistencia, en condiciones que multiplican el peligro tanto para ellos como para las madres.
Dujarric recordó que desde marzo —cuando Israel rompió el acuerdo de alto el fuego con Hamás—, al menos 80 centros médicos y de atención primaria que ofrecían servicios básicos de salud reproductiva han sido alcanzados por los ataques, dejando a 65 completamente fuera de servicio. Los pocos hospitales que aún funcionan operan por encima de su capacidad, sin suministros ni personal suficiente, incapaces de responder al creciente número de partos de emergencia.
Ante esta situación, muchas mujeres dan a luz en tiendas de campaña improvisadas, sin privacidad, sin analgésicos ni medicamentos, y sin suficiente agua limpia. Otras lo hacen directamente en la calle, mientras intentan huir de los bombardeos. Los recién nacidos llegan al mundo sin incubadoras, sin vacunas y, en muchos casos, sin siquiera agua potable para ser lavados. Lo que alguna vez fue motivo de esperanza y celebración, hoy es sinónimo de miedo y dolor.
Éxodo masivo bajo fuego
La tragedia en la Ciudad de Gaza se intensificó este martes, cuando Israel anunció el inicio de una gran incursión terrestre y ataques aéreos, emitiendo órdenes de evacuación inmediata a todos sus habitantes.
El ejército israelí abrió un corredor temporal a través de la carretera Salahuddin, que atraviesa el centro de Gaza de norte a sur, aunque permanecerá operativo solo hasta el viernes al mediodía, advirtió.
Según la ONU, alrededor de un millón de personas vivían hasta finales de agosto en Ciudad de Gaza y sus alrededores. Periodistas de la agencia de noticias AFP registraron un nuevo éxodo masivo, mientras que las autoridades israelíes informaron que más de 350.000 personas ya habían huido hacia el sur.
Gran cantidad de imágenes y videos muestran como centenares de palestinos huyen a pie, en bicicleta, en vehículos o incluso en coches tirados por burros, dejando atrás sus hogares y pertenencias.
“Es como vivir el juicio final o el infierno, pero incluso el infierno sería más clemente”, relata a la agencia AFP Fatima Lubbad, quien recorrió a pie unos diez kilómetros con sus cuatro hijos hasta Deir Al-Balah tras escapar de Ciudad de Gaza. Día y noche, los habitantes cargan con lo poco que pueden salvar.
Sin embargo, no todos pueden huir. Oum Ahmed Younes, de 44 años, asegura que no puede costear los elevados gastos de transporte. “No hay tiendas de campaña o, si las hay, los precios son desorbitados. Es más barato morir”, afirma.
La ONU denuncia genocidio
En paralelo, más de 20 organizaciones internacionales, incluyendo Médicos Sin Fronteras, Oxfam, Save the Children y ActionAid, emitieron una declaración conjunta denunciando que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza.
“Lo que estamos presenciando no es solo una catástrofe humanitaria sin precedentes, sino lo que la Comisión de Investigación de la ONU ha concluido ahora que es un genocidio”, subraya el comunicado.
En efecto, la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU concluyó el lunes que las fuerzas israelíes cometieron actos genocidas, tal como se definen en la Convención de 1948: matar a miembros de un grupo, causar graves daños físicos y mentales, imponer condiciones de vida deliberadamente diseñadas para destruir al grupo e impedir nacimientos.
Por último, el comunicado de las organizaciones recordó que más de 65.000 palestinos han muerto, incluidos más de 20.000 niños, mientras que 9 de cada 10 personas han sido desplazadas por la fuerza. Además, más de medio millón padecen hambre y ya se ha declarado la hambruna.
Israel enfrenta un caso por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia, mientras la Corte Penal Internacional emitió órdenes de arresto contra el primer ministro Benjamín Netanyahu y su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra. A pesar de ello, Tel Aviv mantiene los bombardeos, transformando cada día en Gaza en una lucha constante por la supervivencia.