Una oleada de aval diplomático al Estado de Palestina sacude el tablero internacional en medio del genocidio israelí en Gaza. Este domingo, Reino Unido, Canadá y Australia optaron por un gesto político de alto impacto: anunciaron de manera simultánea el reconocimiento del Estado palestino, una decisión que refuerza la presión y anticipa nuevas adhesiones en los próximos días.
La decisión llega en vísperas de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, que se perfila como escaparate de esta oleada de apoyos destinada a devolver centralidad al expediente palestino. En la otra cara de la moneda está la reacción de Tel Aviv, que incluso antes de los anuncios condenó la decisión, calificando la de Reino Unido de “absurda” y anticipando que un Estado palestino “no sucederá”. Persiste además la incógnita sobre si esta medida tendrá efectos concretos o quedará confinada al plano simbólico.
En Londres, el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, optó por un discurso cargado de simbolismo. “Ante el creciente horror en Oriente Medio, actuamos para mantener viva la posibilidad de la paz y de la solución de dos Estados”, afirmó. “La paz significa un Israel seguro y protegido junto a un Estado palestino viable. En este momento no tenemos ninguno de los dos”, añadió.
El reconocimiento no fue una sorpresa. Ya en julio, Starmer había advertido que el Reino Unido daría este paso en septiembre si el gobierno israelí no mostraba avances “sustantivos”. Su viceprimer ministro, David Lammy, lo resumió de manera clara en la BBC: “Ahora es el momento de defender la solución de dos Estados.”
A miles de kilómetros de distancia, en Ottawa, el primer ministro canadiense Mark Carney eligió las redes sociales para fijar la posición de su país. En un mensaje en X escribió: “Canadá reconoce al Estado de Palestina y ofrece nuestra colaboración para construir la promesa de un futuro pacífico tanto para el Estado de Palestina como para el estado de Israel.”
Este gesto estaba en preparación, cuando Canadá ya había adelantado su intención durante la Asamblea General de Naciones Unidas, mostrando así continuidad y firmeza en su postura internacional.
En paralelo, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, anunció que Australia también se sumaba al reconocimiento. Vinculó la decisión con la urgencia de alcanzar un alto el fuego en Gaza y de asegurar la liberación de los rehenes. “Se trata de devolverle impulso a la solución de dos Estados”, señaló el primer ministro.
Un movimiento en cadena
Pero no son los únicos que anunciaron el reconocimiento: también lo anticiparon Francia, Bélgica, Luxemburgo, Malta, Portugal, Andorra y San Marino, indicando que darán pasos similares en los próximos días.
El presidente francés, Emmanuel Macron, adelantó la semana pasada que su gobierno actuará “en el marco del plan de paz” y reveló que Mahmud Abbas, líder de la Autoridad Palestina, se comprometió a emprender reformas para “renovar la gobernanza y estabilizar el futuro Estado palestino”. En Luxemburgo, el primer ministro, Luc Frieden, y el ministro de Relaciones Exteriores, Xavier Bettel, ratificaron la voluntad de su país.
Desde Malta, el presidente del Parlamento, Christopher Cutajar, insistió en que el reconocimiento constituye un paso imprescindible. En Lisboa, el ministro de Exteriores Paulo Rangel confirmó que el proceso está “en curso”, con anuncio previsto para hoy.
Andorra ya se había adelantado al firmar, junto a otras 14 naciones, la Declaración de Nueva York, describiendo el reconocimiento como un “paso fundamental” hacia la paz. San Marino, por su parte, aprobó en mayo una resolución parlamentaria que insta a completar este reconocimiento antes de fin de año. El Ministerio de Exteriores palestino celebró estas decisiones, mientras que Türkiye volvió a insistir en la necesidad de que más países sigan este camino.
Israel continúa negando la existencia de un Estado palestino
La reacción de Tel Aviv fue inmediata y contundente. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advirtió que la respuesta de Israel se anunciará tras su regreso de Estados Unidos, donde se reunirá con el presidente Donald Trump. “Y tengo otro mensaje para ustedes: no sucederá. Un Estado palestino no se establecerá al oeste del río Jordán”, aseguró en un comunicado.
Por su parte, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, instó al gobierno israelí a anexar la Cisjordania ocupada y llevar a cabo “un aplastamiento completo de la Autoridad Palestina”. En un mensaje publicado en X, añadió que presentará una propuesta de anexión en la próxima reunión del gabinete. Otros ministros extremistas, como Bezalel Smotrich y Miki Zohar, hicieron llamados similares, calificando el reconocimiento de “declaración sin sentido” y exigiendo la extensión de la soberanía israelí sobre Judea, Samaria (Cisjordania) y el valle del Jordán.
En paralelo, líderes de la oposición como Yair Golan y Yair Lapid consideraron que el reconocimiento del Estado palestino refleja “un grave fracaso político” del Gobierno de Netanyahu, advirtiendo sobre las consecuencias negativas para la seguridad de Israel y calificando la situación de “desastre diplomático”.
EE.UU. califica de “performativo” el reconocimiento de Palestina
Desde Washington, Estados Unidos describió el reconocimiento de Palestina por parte de Reino Unido, Australia y Canadá, aliados clave, como un acto “performativo”.
El secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que su país había “advertido” a los gobiernos europeos sobre las consecuencias, sugiriendo que podrían afrontar “una dura respuesta israelí.” Sin embargo, confirmó que Washington no intervendrá para frenar una eventual anexión.
Un portavoz del Departamento de Estado en condición de anonimato estadounidense explicó en diálogo con la agencia de noticias AFP que “nuestro enfoque sigue siendo la diplomacia seria, no los gestos performativos. Nuestras prioridades están claras: la liberación de los rehenes, la seguridad de Israel, y la paz y prosperidad de toda la región”.
Países árabes celebran la ola de reconocimiento a Palestina
En contraste, países árabes y organizaciones de Oriente Medio dieron la bienvenida al reconocimiento oficial del Estado palestino. Arabia Saudita valoró el gesto, señalando que “afirma el compromiso genuino de estos países amigos de apoyar el camino de la paz y avanzar en la solución de dos Estados sobre la base de las resoluciones pertinentes y legítimas de la ONU”.
Kuwait subrayó que el reconocimiento “contribuirá a aumentar las posibilidades de paz en la región y a respaldar los esfuerzos internacionales dirigidos a una solución de dos Estados”. Por su parte, Omán consideró los anuncios como “un desarrollo de gran relevancia en relación con la solución de dos Estados y la seguridad y paz regional”.
El rey de Jordania, Abdullah II, elogió la decisión de Australia al reunirse con el primer ministro de ese país en Nueva York, a la vez que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Jordania afirmó que esta medida “se alinea con la creciente voluntad internacional de poner fin a la ocupación y hacer realidad el derecho inalienable del pueblo palestino”.
El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) calificó los anuncios como “un desarrollo histórico importante hacia la consecución de la justicia y la legitimidad internacional.”
Un mapa que cambia
Palestina proclamó su independencia el 15 de noviembre de 1988 y, desde entonces, ha sido reconocida por 147 de los 193 Estados miembros de Naciones Unidas. Con los anuncios previstos en esta Asamblea General, la cifra se elevaría a 157.
El movimiento de Londres, Ottawa y Canberra no es solo un acto diplomático: refleja un nuevo reacomodo en el tablero internacional. Sin embargo, en un contexto donde no se ha aplicado un embargo de armas, no se han roto relaciones diplomáticas y se mantiene el apoyo a Israel —cuyo avance militar en Gaza ha provocado un genocidio que ha dejado más de 65.000 muertos—, el reconocimiento parece, de momento, más simbólico que efectivo.