El embajador de Venezuela en Türkiye, Freddy Eduardo Molina Gutiérrez, subrayó con firmeza que Estados Unidos está utilizando la lucha contra las drogas como un pretexto para intervenir, y que su verdadero objetivo no es el narcotráfico, sino la ocupación.
En una conversación con la agencia de noticias Anadolu sobre las recientes tensiones entre Caracas y Washington, Gutiérrez criticó los ataques aéreos estadounidenses contra embarcaciones supuestamente vinculadas a narcotraficantes venezolanos, calificando estas operaciones en el Mar Caribe como ilegales e injustas.
En este sentido, se refirió a informes independientes, publicados por la ONU y varias instituciones estadounidenses, que demuestran que las rutas de drogas se originan principalmente en Colombia, no en Venezuela. Según los datos, el 87% de los estupefacientes transitan por el Pacífico y un 8% por el Caribe, atravesando múltiples países, mientras que apenas un 5% pasa por territorio venezolano.
El diplomático aseguró que Estados Unidos está utilizando “el pretexto de la lucha contra las drogas” mientras despliega destructores, barcos de menor tamaño y submarinos nucleares en el Caribe, y que su verdadero objetivo son los recursos naturales venezolanos.
Gutiérrez también señaló inconsistencias en los informes estadounidenses: en uno de los primeros barcos atacados se encontraron menos personas de las anunciadas, y el reducido tamaño de la embarcación hacía improbable que transportara suficiente combustible, tripulación y drogas como para llegar a las costas estadounidenses.
Riesgo de escalada
Sobre la posibilidad de que Estados Unidos lleve a cabo ataques militares en Venezuela bajo la excusa de operaciones antidrogas, Gutiérrez advirtió que cualquier acción sería percibida como una declaración de guerra. Destacó la desigualdad de poder entre ambos países, subrayando que Venezuela no podría enfrentarse a EE. UU. en igualdad de condiciones.
Asimismo, recordó el papel histórico de Venezuela en la lucha por la independencia de otras naciones del imperio español bajo Simón Bolívar, hace casi 200 años, y resaltó el carácter pacífico y humanitario del país. Señaló que las tácticas militares tradicionales venezolanas serían ineficaces frente a Estados Unidos, pero confió en la resistencia de su pueblo: millones de venezolanos se han inscrito para aprender habilidades básicas de defensa.
Rememorando las constantes advertencias del presidente Nicolás Maduro sobre la posible intervención estadounidense, Gutiérrez dejó claro que cualquier ataque no quedaría impune. Asimismo, sugirió que los países latinoamericanos se unirían para responder ante cualquier agresión contra Venezuela.
La riqueza petrolera de Venezuela en el punto de mira
Gutiérrez aseguró que su país no tiene dudas de que Estados Unidos planea una invasión, tras las recientes declaraciones del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, sobre posibles acciones militares en Venezuela.
El embajador subrayó que las tensiones con Washington se remontan al inicio de la Revolución Bolivariana en 1999, un proceso que permitió a Venezuela recuperar el control de sus recursos naturales.
Según explicó, la oposición estadounidense surge de la decisión de Venezuela de utilizar los ingresos del petróleo en beneficio propio, en lugar de destinarlos a Estados Unidos. Asimismo, destacó la posición estratégica del país: los cargamentos de petróleo venezolano pueden llegar a las refinerías estadounidenses en apenas seis días, lo que convierte a Venezuela en un objetivo especialmente atractivo para Washington en comparación con otras regiones.

Acusaciones de narcotráfico “falsas”
Gutiérrez subrayó que Estados Unidos está etiquetando falsamente al grupo criminal Tren de Aragua como una organización terrorista, con el fin de justificar una intervención bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico.
Asimismo, señaló que los mayores cárteles y mafias operan dentro de Estados Unidos, y que el dinero del narcotráfico se lava principalmente en EE. UU. y Europa, no en América Latina. Además, enfatizó que, si bien Estados Unidos es el mayor consumidor de drogas y Colombia el principal productor, países vecinos como Venezuela también sufren las consecuencias de este problema.
El diálogo sigue siendo posible con Estados Unidos
Por otra parte, el embajador indicó que su país no considera que el rechazo de Washington a la invitación de Maduro para dialogar sea irreversible. Subrayó que la propuesta de negociación nace de los lazos de buena voluntad entre los pueblos de Venezuela y Norteamérica.
De hecho, Gutiérrez enfatizó que Venezuela no es hostil hacia el pueblo estadounidense, sino que se opone al colonialismo. En este sentido, recalcó que el país permanece abierto a todas las negociaciones basadas en la igualdad y la paz.