Al grito de “¡Esta Vuelta la gana Palestina!” y “Por genocida, Israel fuera de la Vuelta”, cerca de 100.000 manifestantes desbordaron las calles de Madrid este domingo durante la Vuelta a España, lo que llevó a que se suspendiera la última etapa de una de las competencias de ciclismo más importantes del mundo.
Las protestas exigían que se impidera la participación del equipo israelí como medida de rechazo al genocidio en Gaza. Y, aunque en otras ocasiones se había pedido excluir a representantes de Israel de competencias internacionales, esta vez la demanda resonó con más fuerza que nunca, convirtiendo la Vuelta en un emblema del boicot.
Desde su llegada a España, pues comenzó en Italia, la competencia se convirtió en escenario de protestas que obligaron a modificar varias etapas y hasta causaron caídas entre los participantes. Aunque las movilizaciones se mantuvieron casi a diario, su punto cúlmine ocurrió este domingo: la 21ª y última etapa de la Vuelta se suspendió definitivamente a 56 kilómetros de la meta, cuando los manifestantes invadieron la pista. Los ciclistas tuvieron que descender de sus bicicletas y, minutos después, la dirección de la competencia anunció la cancelación definitiva de la etapa.
En la Gran Vía de Madrid –por donde los ciclistas debían pasar varias veces en un circuito urbano– los manifestantes derribaron las barreras y entraron en la carretera, algunos coreando "boicot a Israel" mientras el humo verde y rojo llenaba el aire. Según el delegado de Gobierno de Madrid, Francisco Martín, la manifestación fue "pacífica" y el pueblo de Madrid ha enviado "al mundo un inmenso mensaje de solidaridad, humanidad y empatía con el sufrimiento del pueblo palestino". Añadió que más de 100.000 personas participaron en las movilizaciones del domingo.
Martín aseguró que el dispositivo policial fue “extraordinario”, y que veló tanto por la seguridad de los participantes como por la de quienes “legítimamente han decidido salir a protestar, pedir que acabe el genocidio y la barbarie”.
El reclamo
Pero entonces, ¿cuál es el reclamo? La demanda es clara: los equipos israelíes deben ser excluidos de las competencias internacionales como respuesta al genocidio en Gaza, que en casi dos años ha dejado más de 64.000 muertos.
La medida no apunta contra cada atleta de manera individual, sino a nivel colectivo, con el objetivo de aislar a Israel en el sistema internacional y presionarlo para que detenga su ofensiva.
Asimismo, muchos señalan que existe un doble rasero ya que, si los equipos rusos han sido vetados de los eventos deportivos por la guerra en Ucrania, entonces los israelíes deberían ser castigados de igual manera.
Pese a que Israel destruyó el deporte en Gaza, asesinando a miles de atletas palestinos, la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) y el Comité Olímpico se han negado a suspender a Tel Aviv.

Manifestantes y organizaciones de derechos humanos apuntan a que permitir que las delegaciones israelíes participen en competencias, que millones de personas siguen atentamente, distorsiona la percepción pública y ofrece a Tel Aviv un instrumento para influir en la opinión mundial.
Así, en todo el mundo surge una y otra vez la misma pregunta: ¿qué podemos hacer por Gaza? Una de estas cosas es organizar boicots deportivos.
El equipo cuestionado
El equipo que generó el reclamo, el Israel Premier Tech, pertenece al empresario Sylvan Adams, quien ha desempeñado un papel clave en la promoción del país a través del deporte. El magnate canadiense-israelí y sionista emigró a Tel Aviv en 2015 y fundó ese mismo año el equipo ciclista como una auténtica “embajada de Israel en el mundo”. Reconoce que recibe apoyo del organismo gestor del turismo israelí y mantiene estrechos vínculos con Netanyahu.
Desde el comienzo de los reclamos, el equipo publicó un comunicado asegurando que abandonar la competencia está fuera de discusión, ya que “sentaría un precedente peligroso”.
Además, han optado por mantener un perfil bajo: los ciclistas evitaron hablar con la prensa y, a mitad de carrera, decidieron retirar el nombre del equipo de sus uniformes.
Pedro Sánchez: “España hoy brilla como ejemplo y como orgullo”
En un país donde la causa palestina es muy popular, estas manifestaciones ocurrieron además en un momento de gran tensión entre el Gobierno del presidente de España, Pedro Sánchez, y el de Israel, en cabeza del primer ministro Benjamín Netanyahu, tras los recientes anuncios de Madrid sobre medidas destinadas a "poner fin al genocidio en Gaza".
El domingo, antes de los incidentes, Sánchez había expresado su "admiración a un pueblo como el español que se moviliza por causas justas, como la de Palestina", también enfatizando en su "reconocimiento y respeto absoluto a los deportistas".
"España hoy brilla como ejemplo y como orgullo, ejemplo ante una comunidad internacional donde ve cómo España da un paso al frente en la defensa de los derechos humanos", declaró el mandatario durante un mitin del Partido Socialista en Málaga.

Tras la suspensión, la vicepresidenta segunda del Gobierno español, Yolanda Díaz, afirmó que “Israel no puede participar en ningún evento mientras siga cometiendo un genocidio”. “La sociedad española ha dado una lección al mundo paralizando la Vuelta”, añadió en su mensaje en Instagram.
Pero la suspensión de la etapa provocó acusaciones de la derecha contra el Gobierno de Sánchez, críticas que también llegaron desde Israel. El líder del conservador Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, calificó de "ridículo internacional" la suspensión de la prueba por las protestas y acusó al Ejecutivo de haberlas alentado.
Israel contra Sánchez
Israel no tardó en reaccionar a las palabras de Sánchez. El ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Saar, afirmó el domingo que el presidente español y su gobierno son “una vergüenza para España”. Saar lo acusó de haber “alentado a los manifestantes a salir a la calle” para detener la carrera ciclista. “Sánchez y su gobierno: una vergüenza para España”, escribió en X.
En todo este contexto, la Vuelta de España se ha convertido en más que una competencia prestigiosa: ahora sienta un precedente difícil de ignorar respecto a la participación de Israel en el escenario del deporte internacional.