Aunque el alto el fuego en Gaza pretendía marcar una pausa en la violencia contra los palestinos, Israel ha concentrado en el último mes su ofensiva en la Cisjordania ocupada. De Al-Aqsa a Nablus, todo el territorio palestino ha sido escenario de un aumento de incursiones y de la expansión de asentamientos ilegales. Mientras el ejército israelí y colonos continúan sus ataques —asaltos, confiscaciones de tierras, incendios provocados y saqueos— la delicada situación también se refleja en la Mezquita de Al-Aqsa, uno de los lugares más sensibles del conflicto: solo el mes pasado, colonos israelíes ilegales realizaron 27 incursiones en el complejo, situado en la Jerusalén Este ocupada.
Según el Ministerio palestino de Dotaciones y Asuntos Religiosos, durante el mes de octubre las fuerzas israelíes y colonos ilegales irrumpieron en múltiples ocasiones en el sitio sagrado, realizaron rituales y danzas talmúdicas y ofrecieron sacrificios de plantas en el patio de la mezquita.
La política de extrema derecha israelí juega un papel central en esta dinámica: desde que asumió su cargo como ministro de Seguridad Nacional en 2022, Itamar Ben-Gvir, ha irrumpido en el complejo de Al-Aqsa en 13 ocasiones, incluidas 10 desde el inicio de la ofensiva israelí en Gaza en octubre de 2023.
La Mezquita de Al-Aqsa es el tercer lugar más sagrado del islam. Los judíos llaman a la zona Monte del Templo, afirmando que allí se levantaron dos templos judíos en la antigüedad. Israel ocupó Jerusalén Este, donde se encuentra Al-Aqsa, durante la guerra árabe-israelí de 1967. En 1980, anexó toda la ciudad, una medida que nunca fue reconocida por la comunidad internacional.
El ministerio palestino también informó que el ejército israelí impidió el llamado a la oración en la Mezquita Ibrahimi, ubicada en la Ciudad Vieja de Hebrón, en la Cisjordania ocupada, en 96 ocasiones durante el mes pasado. Según el informe, la Mezquita Ibrahimi fue escenario del izamiento de banderas israelíes, recorridos provocativos y la instalación de equipamiento religioso, incluidos soportes para la Torá, bancos, sillas, tiendas de campaña, altavoces e instrumentos musicales.
259 ataques durante la cosecha de aceitunas
La violencia de Israel está presente en la vida cotidiana de las comunidades palestinas. La situación se ha agravado en el último mes, desde que comenzó la temporada de cosecha de aceitunas. Según la Comisión de Resistencia al Muro y la Colonización, el ejército israelí y colonos ilegales han perpetrado 259 ataques contra palestinos en ese período.
Asimismo, en los últimos días colonos israelíes destruyeron cientos de olivos en la ciudad cisjordana de Nablus, informó un funcionario palestino este miércoles.
Yousef Sadeq al-Haj, presidente del consejo local de Qaryut, contó a la agencia de noticias Anadolu que agricultores palestinos del pueblo, ubicado al sureste de Nablus, regresaron tras dos años de prohibición de acceso impuesta por el ejército israelí, solo para encontrar cientos de árboles arrancados o talados en sus tierras. Dijo que quedaron conmocionados al ver sus tierras destruidas, con cientos de olivos destrozados.
Israel construirá 356 viviendas en asentamientos
Mientras prosiguen estos asaltos, el gobierno del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, avanza en la ampliación de asentamientos ilegales. En paralelo a la escalada de violencia, el Ministerio de Construcción y Vivienda de Israel emitió dos licitaciones para construir 356 unidades en la Cisjordania ocupada, informó este miércoles el movimiento israelí Paz Ahora, que monitorea la actividad de asentamientos.
El grupo señaló que se publicaron dos licitaciones para un nuevo barrio en el asentamiento de Geva Binyamin, al sureste de Ramala. La primera contempla 342 viviendas distribuidas en cinco complejos y la segunda, 14 casas destinadas a soldados de reserva. También indicó que el 2 de noviembre se publicó otra licitación para un complejo residencial en el asentamiento de Giv’on Hadasha, al sur de Ramala.
“Desde comienzos de 2025 se han publicado licitaciones para la construcción de 5.667 unidades de vivienda en asentamientos, una cifra récord, aproximadamente un 50% superior al máximo alcanzado en 2018, cuando se licitaron 3.808 unidades”, advirtió la organización. “Si las licitaciones publicadas este año se materializan, las nuevas viviendas añadirán cerca de 25.000 colonos más a la población de Cisjordania”, agregó.
La organización apuntó contra el Gobierno de Netanyahu por “aprovechar cada momento en el poder para destruir las posibilidades de Israel de alcanzar un futuro de paz y prosperidad”, advirtiendo que la expansión de los asentamientos “sólo profundiza el abismo del que Israel tendrá que salir algún día”.
La ONU ha reiterado en múltiples ocasiones que los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados son ilegales según el derecho internacional, advirtiendo que socavan las perspectivas de una solución de dos Estados.

1.065 palestinos asesinados desde octubre de 2023
Aunque los ataques del ejército israelí y de colonos ilegales contra comunidades palestinas en toda la Cisjordania ocupada y Jerusalén Este han aumentado en los últimos meses, este patrón de violencia —caracterizado por la expansión de asentamientos, la confiscación de tierras y la impunidad de los colonos con el respaldo del ejército israelí– viene desde hace años.
No obstante, la violencia se ha profundizado significativamente desde octubre de 2023, dejando más de 1.065 palestinos muertos y cerca de 10.000 heridos, según cifras de autoridades palestinas.
En una opinión consultiva histórica emitida en julio de 2024, la Corte Internacional de Justicia declaró ilegal la ocupación israelí del territorio palestino y pidió la evacuación de todos los asentamientos en Cisjordania y Jerusalén Este.
Los palestinos, por su parte, reiteran que Jerusalén Este debe ser la capital de su futuro Estado, basándose en resoluciones internacionales que no reconocen la ocupación israelí de 1967 ni su anexión unilateral de la ciudad en 1980.















