“Nunca más una Bolivia aislada… ni mucho menos una Bolivia de espalda al mundo”: con esas palabras, Rodrigo Paz marcó su investidura como presidente del país este sábado, en una jornada que estrenó oficialmente el nuevo rumbo político de la nación latinoamericana tras dos décadas de mandatos de izquierda en cabeza del Movimiento al Socialismo.
Luego de ganar una segunda vuelta inédita en las elecciones presidenciales, Paz, de 58 años, trazó en su primer discurso como jefe de Estado las prioridades del gobierno que encabezará los próximos cinco años, mostrándose abierto a los capitales internacionales y a las relaciones con naciones occidentales. De hecho, entre sus primeras acciones estuvo restablecer los lazos diplomáticos de alto nivel con Estados Unidos, interrumpidos desde 2008.
El quiebre en las relaciones Washington-La Paz se remonta al Gobierno del expresidente Evo Morales, quien en ese año expulsó al exenviado estadounidense acusándolo de apoyar un complot de la derecha. Washington, en represalia, hizo lo mismo. "Vamos a establecer esas relaciones", afirmó posteriormente el nuevo presidente en una declaración junto al subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, quien precisó que será "a nivel de embajadores, como siempre debería de ser".
A la toma de posesión de Paz asistieron más de 70 delegaciones internacionales, con la presencia destacada de los presidentes Javier Milei (Argentina), Daniel Noboa (Ecuador), Gabriel Boric (Chile), Santiago Peña (Paraguay), y Yamandú Orsi (Uruguay). Además hubo representantes de EE.UU., Perú, Brasil, Panamá, El Salvador, Costa Rica y España.
Vínculos con Latinoamérica
Tras la ceremonia de investidura, Paz se reunió brevemente con sus ahora homólogos Milei, Boric y Noboa, en encuentros separados. En la conversación con Milei, el presidente de Bolivia solicitó una visita oficial a Buenos Aires para impulsar una "nueva etapa" de cooperación. "Creo que en algún momento lo tendré que ir a visitar, solicito ello para generar y retomar una agenda común. Han terminado 20 años, esta es una nueva etapa", expresó Paz a Milei en el Palacio de Gobierno, ubicado en la ciudad de La Paz, sede administrativa de Bolivia.
El mandatario boliviano añadió en ese encuentro que la "cooperación" de la nación con los vecinos de sus "cinco fronteras" –Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú– "será esencial" para el trabajo de su nuevo gobierno. Milei respondió a Paz: "Sé lo que estás recibiendo, te lo puedo decir por experiencia propia (...) en lo que creas que podemos ayudarte, a la orden".
En cuanto a la reunión con Noboa, el objetivo fue “reiniciar” las relaciones y cooperación entre Bolivia y Ecuador, pues los lazos estuvieron en suspenso durante el Gobierno del presidente saliente Luis Arce (2020-2025). La Presidencia de Ecuador informó en la red social X que el encuentro entre los mandatarios marcó "un reinicio en las relaciones de amistad y cooperación de las dos naciones en beneficio de sus ciudadanos”.
Boric, por su parte, felicitó a Paz tras su investidura, en lo que fue el primer encuentro entre mandatarios de ambos países en 19 años. El gesto representa un giro en una relación afectada por la ruptura diplomática de 1978 y por décadas de tensiones por la demanda marítima boliviana. El jefe de Estado chileno además destacó "la importancia de estrechar vínculos y fortalecer el trabajo conjunto" entre ambos países.
La tensión entre las dos naciones alcanzó un punto crítico en 2013, cuando Bolivia demandó a Chile ante la Corte Internacional de Justicia por una salida soberana al Pacífico, petición rechazada en 2018. El Gobierno de Chile destacó en una nota de prensa que Boric enfatizó "la importancia de estrechar vínculos y fortalecer el trabajo conjunto en materias como el control fronterizo y el Consejo Empresarial Binacional Chile-Bolivia".
Y el interés de Paz por estos países no es casual. Daniel Morales Ruvalcaba, columnista de TRT Español, explicó en su más reciente columna de opinión que para Bolivia, “América del Sur constituye el entorno más decisivo para recuperar el dinamismo económico y fortalecer su inserción internacional. Sus principales vínculos comerciales se concentran en Brasil y Argentina —este último con una diáspora boliviana cercana al medio millón de personas—, que absorben alrededor del 30% de las exportaciones nacionales, mientras que los socios de la Comunidad Andina (Perú, Colombia y Ecuador) aportan cerca del 15%”.
“Heredamos un país destruido”
Aparte de los caminos diplomáticos que abrió este sábado, Paz también dedicó una parte de su discurso a señalar en qué condiciones recibe Bolivia. Sin rodeos, sostuvo que los gobiernos anteriores dejaron una economía “en la inflación y la deuda”.
“Heredamos un país destruido”, aseveró. “Nos dejaron una economía colapsada, las reservas internacionales más bajas en 30 años, inflación, escasez, deuda e inseguridad”. Y, al destacar la crisis económica que atraviesa el país, añadió: “Nos dejaron déficits fiscales injustificables. La corrupción se ha convertido prácticamente en política de Estado. Ya basta de ideologías que no pueden alimentar a nadie”. “Rechazamos un sistema que no respeta el empleo, la producción, el crecimiento ni la propiedad privada”, insistió.
Cabe recordar que Bolivia sufre una grave escasez de dólares estadounidenses, lo que ha reducido las importaciones y llevado a que la inflación interanual se disparara a casi el 25% en julio pasado, antes de disminuir ligeramente al 19% en octubre. La falta de divisas y el agotamiento de las reservas —derivados en parte de la caída en la producción de gas natural— también han generado una amplia escasez de combustible en las principales ciudades. Además, el país enfrenta un fuerte encarecimiento de los productos básicos, según ha reportado la agencia de noticias Anadolu.
Entonces, dirigiéndose directamente a los expresidentes Evo Morales y Luis Arce, ambos del MAS, Paz preguntó: “Ante testigos internacionales, las fuerzas armadas y la policía, quiero preguntar: ¿dónde está el gas? ¿Dónde está el mar de gas que prometieron? Evo, ¿dónde está el litio? Arce, ¿dónde está el gas?”.
“Vamos a abrir la economía”
Desde la campaña y en su discurso de victoria tras ganar el balotaje, Paz ya había empezado a delinear las prioridades de su gobierno, en las que la economía ocupa un papel preponderante. En esa línea, este sábado prometió reducir los subsidios a los combustibles y a los impuestos, eliminar las trabas burocráticas y un "capitalismo para todos" para formalizar la economía.
"Que ser formal en Bolivia sea barato, hoy día el 8, % de la economía nacional es informal, solo el 15% es formal. Hagamos de Bolivia una economía barata, hagamos negocios, produzcamos, hagamos comercio y démosle la oportunidad a Bolivia", sostuvo el mandatario.
En ese sentido, dijo que "el país tiene que volver a producir, vamos a abrir la economía, atraer inversiones" y planteó "modernizar el sistema energético y digital". Y agregó que la estabilización se hará “en el camino del desarrollo con el esfuerzo y el talento de nuestra gente".
También señaló que "el desarrollo económico irá de la mano del respeto del medio ambiente", para "un futuro verde". Por lo que anunció que su Gobierno será el "de la innovación, de la ciencia, de la tecnología y del futuro verde". "Defenderemos nuestros ríos, nuestros bosques y glaciares”, completó.
Otra de las medidas “urgentes” planteadas por Paz está la necesidad de reformar el Estado, empezando por la reducción de ministerios "innecesarios" y los cargos políticos de un partido político. "Todos aquellos ministerios y empresas que son solo para pegas (puestos de trabajo) para los del partido se van a cerrar, se van a auditar y ese dinero irá donde corresponde, a hospitales, escuelas y trabajo digno para los bolivianos", adelantó.
¿Quién es Rodrigo Paz?
Paz nació el 22 de septiembre de 1967 en Santiago de Compostela, España, y pasó su infancia en Argentina, Chile, Perú, Venezuela y Panamá, entre otros países.
Su padre es el expresidente Jaime Paz Zamora, quien gobernó Bolivia entre 1989 y 1993. Paz Zamora fue uno de los fundadores del Movimiento de Izquierda Revolucionaria en la década de 1960, y antes de dirigir el país se exilió en España, huyendo de la represión del general Hugo Bánzer, dictador que llegó al poder en 1964. Retornó al país en 1978, tras la dimisión de Bánzer.
Rodrigo Paz desarrolló gran parte de su carrera política en el departamento sureño de Tarija, donde fue concejal, alcalde y diputado antes de postularse como senador. Como alcalde, modernizó el centro de Tarija con paseos peatonales y amplias plazas que dejaron a muchos residentes de clase trabajadora sintiéndose abandonados mientras la región, rica en petróleo, se tambaleaba por la caída de los ingresos.
Los despidos en el sector público que implementó Paz para reducir un déficit creciente también generaron choques con los sindicatos.















