Las papeletas que los ecuatorianos depositaron este domingo en las urnas reflejaron un país dividido, pero que terminó imponiendo el “no” a las propuestas del referendo convocado por el presidente, Daniel Noboa. El mandatario buscaba el aval popular para un paquete de reformas que abría la puerta a un cambio de rumbo en el país. Entre las cuatro preguntas del referendo destacaban dos especialmente polémicas: la posibilidad de permitir bases militares extranjeras en territorio ecuatoriano y la convocatoria a una asamblea encargada de redactar una nueva Constitución.
Con casi el total de los votos escrutados, los resultados mostraron que la mayoría de los electores, un 62% prefirió mantener la Constitución de 2008. También se impusieron quienes rechazaron la apertura de bases militares con un 60%.
En las otras dos preguntas, la eliminación de la financiación pública a los partidos obtuvo un 41,93% de apoyo frente a un 58,07% que se pronunció en contra. Y aunque la propuesta de reducir el número de asambleístas de 151 a 73 fue la más ajustada, un 53,47% optó por mantener el número actual.
Los referendos han sido una práctica habitual en Ecuador en las últimas dos décadas, con diez consultas realizadas en ese periodo, y con esto Noboa buscaba respaldar no solo sus reformas sino su proyecto político en su conjunto, algo que no consiguió.
El resultado representa un revés para el presidente, reelegido en abril para un mandato hasta 2029 y que esperaba un triunfo en las urnas. Tras conocerse los datos, decidió no aparecer públicamente y se limitó a un mensaje en redes sociales: “Cumplimos con lo prometido: preguntarles directamente. Nosotros respetamos la voluntad del pueblo ecuatoriano”.
¿Cuál era el objetivo del referendo?
Ahora bien, uno de los propósitos centrales de la consulta era aprobar una nueva Constitución que reemplazara la vigente, instaurada en 2008 bajo el Gobierno del expresidente Rafael Correa. Aunque Noboa había señalado que la actual carta magna no facilita la llegada de inversiones ni la creación de empleo, su principal argumento fue que limita su capacidad para enfrentar al crimen organizado en la “guerra” que declaró a inicios de 2024.
Y es que el país andino atraviesa actualmente una crisis de seguridad, con la tasa de homicidios más alta de Latinoamérica. Desde que asumió la presidencia, Noboa ha desplegado soldados en las calles y en las prisiones, realizado redadas y declarado frecuentes estados de excepción, en un intento de frenar la violencia. En su discurso, ha vinculado de forma insistente este deterioro con el narcotráfico y ha defendido una cooperación más estrecha con Estados Unidos, que, según sostiene, podría beneficiar a Ecuador en tecnología, inteligencia y apoyo operativo.
En esta línea surgía la consulta sobre la autorización para instalar bases militares extranjeras, principalmente las de Washington. Noboa impulsó esta propuesta hasta el final y, de hecho, días antes de la votación, la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, visitó Ecuador por esta cuestión. Incluso desde el Gobierno de Noboa precisaron que las bases de Manta y Salinas podrían ser las elegidas por la administración del presidente Donald Trump si se aprobaba la consulta.
Este mismo domingo, minutos después de iniciada la votación, Noboa anunció la captura en España del jefe de la banda Los Lobos, enfatizando una vez más la lucha contra el narcotráfico.
De todas formas, el mensaje no alteró el resultado: los ecuatorianos volvieron a votar por mantener la prohibición vigente, la misma que en 2009 obligó a Estados Unidos a retirarse de la base de Manta tras una década de presencia.
Más allá del debate sobre seguridad, el referendo incluía otras dos propuestas menos controversiales, pero relevantes: reducir el número de asambleístas para agilizar la labor legislativa y eliminar la financiación pública a los partidos con el argumento de hacer el sistema más eficiente y menos dependiente del Estado. Según la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, la medida buscaba evitar “el mal uso de los recursos públicos otorgados a los candidatos, que históricamente no han sido debidamente justificados ni transparentados”. Ninguna de las dos iniciativas prosperó.
Reacciones de la oposición
Así, lo que se anticipaba como un triunfo para Noboa se convirtió en una victoria simbólica para la oposición, liderada por el correísmo, que llegaba a esta cita tras haber perdido las últimas tres elecciones presidenciales.
El expresidente Correa, en cuyo gobierno se redactó la Constitución que rige actualmente en el país, opinó que el pueblo la aprobó dos veces. "La Constitución de Montecristi ha sido ratificada después de 17 años de vigencia. Por primera vez en la historia de Ecuador una constitución ha sido votada mayoritariamente por los ciudadanos dos veces. Esto marca un hito histórico", dijo en su cuenta de la red social X.
Por su parte, la líder de la oposición Luisa González, quien fue candidata presidencial del movimiento Revolución Ciudadana en las elecciones de 2023 y 2025, dijo: “Ecuador venció al odio. Este país se une para decirle a los gobiernos que con los derechos de los ecuatorianos no se juega. Hay un pueblo digno que hoy te dice no a tus mentiras, corrupción y destrucción del país”,
Con el escrutinio casi completo, los resultados confirmaron un marcado rechazo a todas las iniciativas de Noboa. Con ello, Ecuador reafirma su apego a la Constitución vigente y marca límites a la agenda de reformas del presidente.




















