En los despachos de Washington y en las plantas de ensamblaje de Estados Unidos, los gigantes de la industria armamentística —Lockheed Martin y RTX— se frotan las manos. La guerra siempre tiene un precio, y en este caso, también una rentabilidad que se traduce en miles de millones de dólares. Los conflictos en Israel y Ucrania, dos de los principales clientes de la maquinaria bélica estadounidense, han disparado la demanda de misiles, municiones y sistemas de defensa aérea, catapultando los beneficios de estas compañías.
Misiles, municiones y sistemas de defensa aérea han sido los motores que han elevado sus resultados, mientras Lockheed celebra un contrato millonario del Pentágono: 12.500 millones de dólares para la entrega de 296 cazas F-35, un encargo que refuerza su posición en el mercado global de defensa.
RTX, antes conocida como Raytheon, ha encontrado también un impulso inesperado en la escasez de aviones comerciales nuevos. Mantener operativas las flotas más antiguas ha significado mayores ingresos por mantenimiento y reparación, además de un repunte en las ventas de motores de reacción.
Northrop Grumman, aunque revisó a la baja sus previsiones de ventas para 2025, asegura que la rentabilidad superará lo esperado. La diferencia radica en los tiempos: algunos contratos se retrasan, pero cuando llegan, impactan con fuerza en sus cifras.
Más allá de la reposición de armas gastadas en conflictos globales, el sistema de defensa de misiles Golden Dome, legado de la administración Trump, dibuja un nuevo panorama de oportunidades. RTX ya apunta a los miles de millones que Estados Unidos planea invertir en el proyecto: “Actualmente, estos contratos no están en nuestro backlog, pero podrían sumarse en el futuro”, explican sus directivos.
El Golden Dome, con un costo estimado de 175.000 millones de dólares, aún es un misterio en su arquitectura básica. Lanzadores, interceptores, estaciones de control y emplazamientos todavía no se han definido, pero su sola perspectiva promete un terreno fértil para Lockheed, Northrop, RTX y Boeing.
Para Kathy Warden, directora ejecutiva de Northrop, el mensaje es claro: “Nos complace ver la urgencia con que la administración prioriza la protección del país y las oportunidades que esto genera”.
Aumento en la demanda de misiles
Lockheed Martin, el mayor contratista de defensa del mundo, elevó el martes sus previsiones de ingresos y beneficios para 2025, impulsado por la demanda sostenida de sus cazas y municiones en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas.
La compañía, fabricante de los cazas furtivos F-35, informó que las ventas de su división aeronáutica crecieron un 11,9 % en el tercer trimestre, alcanzando los 7.260 millones de dólares.
Lockheed ahora proyecta un beneficio por acción de entre 22,15 y 22,35 dólares para 2025, frente a su estimación previa de 21,70 a 22,00 dólares. Además, elevó el extremo inferior de su previsión de ventas a 74.250 millones de dólares, desde 73.750 millones, manteniendo el extremo superior en 74.750 millones.
El gigante aeroespacial y de defensa RTX también elevó sus previsiones anuales de ingresos y beneficios, gracias al creciente interés por sus misiles y servicios, que le han permitido capear el impacto negativo de los aranceles
La escasez de nuevos aviones comerciales impulsa, además, las ventas de servicios de mantenimiento y reparación como los que ofrece RTX, que se benefician de que las aerolíneas sigan operando flotas más antiguas y costosas.
RTX, fabricante de motores GTF y competidor de CFM International, ha visto crecer la demanda de los fabricantes de aviones que aceleran su producción. La compañía ahora espera que sus ventas ajustadas anuales se sitúen entre 86.500 y 87.000 millones de dólares, frente a su previsión anterior de 84.750 a 85.500 millones. Su pronóstico de beneficio ajustado por acción para 2025 también subió, a un rango de 6,10 a 6,20 dólares, desde 5,80 a 5,95 dólares.
Northrop Grumman, que también presentó resultados el martes, fue la excepción: aumentó su previsión de beneficios para 2025 por segundo trimestre consecutivo, pero recortó su pronóstico de ventas anuales. Ahora espera ingresos entre 41.700 y 41.900 millones de dólares, frente a su estimación previa de 42.050 a 42.250 millones.
Apoyo de Estados Unidos a Ucrania e Israel
Desde su creación, Israel ha recibido alrededor de 310.000 millones de dólares en apoyo económico y militar de Estados Unidos, lo que lo convierte en el mayor receptor histórico de ayuda extranjera estadounidense.
Según informes del Costs of War Project de la Universidad de Brown, desde el 7 de octubre de 2023, Estados Unidos ha proporcionado a Israel 21.700 millones de dólares en asistencia militar.
Otro informe eleva la cifra a un total de entre 31.350 y 33.770 millones de dólares —y sigue aumentando—, incluyendo tanto el apoyo militar directo a Israel como las operaciones militares estadounidenses en la región.
En paralelo, desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania en 2022, Estados Unidos ha suministrado a Kiev más de 75.000 millones de dólares en asistencia militar. Este apoyo abarca un amplio arsenal: tanques, artillería, armas antitanque, drones y sistemas de defensa antimisiles.