El alto el fuego trajo cierta esperanza a los palestinos de Gaza; sin embargo, la vida entre los escombros sigue siendo extremadamente difícil: hogares destruidos, miles de desplazados y una grave escasez de alimentos y suministros básicos. Aunque Israel había prometido el ingreso diario de 600 camiones de ayuda humanitaria desde que entró en vigor el alto el fuego el viernes, dicha promesa no se está cumpliendo. De hecho, el propio gobierno israelí reconoció que las restricciones formaban parte de su estrategia para presionar a Hamás y, aunque ahora reabrió el cruce de Rafah, varias organizaciones internacionales advierten que la asistencia sigue siendo insuficiente.
En un principio, el viernes, el COGAT —el brazo del ejército israelí encargado de controlar el flujo de ayuda hacia Gaza— había previsto la entrada diaria de 600 camiones, tal como se había acordado en el alto el fuego. No obstante, esta situación cambió el martes, cuando el COGAT informó a la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) que solo permitiría el ingreso de 300 camiones diarios y que, además, el combustible y el gas se limitarían principalmente a necesidades específicas de infraestructura humanitaria.
Asimismo, según informó el canal público israelí KAN, Israel dio marcha atrás con las restricciones luego de la devolución de los cuerpos. Sin embargo, tras la reapertura del cruce, las autoridades israelíes exigen que la ayuda humanitaria sea descargada de los camiones en el lado palestino de la frontera, donde posteriormente debe ser recogida por la ONU y las organizaciones que ya operan en Gaza. En este sentido, aún resta ver qué tan rápido podrá implementarse el acceso hacia los palestinos con este nuevo mecanismo.
UNICEF: “Todos los pasos deben estar abiertos”
A pesar de estos ajustes, las organizaciones humanitarias advierten que el volumen de ayuda que ingresa sigue siendo insuficiente y que el tiempo apremia. Aunque el bloqueo ha sido parcialmente levantado, agencias como el Programa Mundial de Alimentos de la ONU alertan de que hasta 400.000 personas en Gaza no han recibido asistencia en semanas.
Por su parte, Ricardo Pires, portavoz de UNICEF, enfatizó: “Necesitamos que todos los pasos fronterizos estén abiertos. Cuanto más tiempo permanezca cerrado Rafah, más se prolonga el sufrimiento de la población en Gaza, especialmente de los desplazados en el sur”. En la misma línea, Christian Cardon, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), afirmó este martes que “aún vemos llegar solo unos pocos camiones, y grandes multitudes acercándose a ellos de manera que no cumple en absoluto con los estándares humanitarios”.
Del mismo modo, el portavoz adjunto de la OCHA, Jens Laerke, señaló que la ONU tiene 190.000 toneladas métricas de ayuda humanitaria listas para ser enviadas a Gaza, pero que continúan a la espera de la apertura de más pasos fronterizos que faciliten su entrega.
173 camiones de ayuda entran a Gaza el lunes
Las cifras de los últimos días también reflejan el retraso en los envíos. Por ejemplo, el domingo solo un total de 173 camiones de ayuda efectivamente entraron en Gaza, según informó este lunes la Oficina de Prensa del enclave.
“Confirmamos que 173 camiones de ayuda humanitaria entraron en Gaza el 12 de octubre a través de los cruces fronterizos, lo que marca el primer día tras el acuerdo de alto el fuego”, declaró la oficina de prensa en un comunicado. Además, indicó que solo tres camiones de gas para cocinar y seis camiones de combustible diésel entraron, destinados principalmente a proveer panaderías, generadores y hospitales en medio de una grave escasez de materiales esenciales.
En consecuencia, la Oficina de Prensa afirmó que la cantidad de ayuda humanitaria que ingresó al enclave palestino está lejos de cubrir “incluso las necesidades humanitarias y de vida mínimas de más de 2,4 millones de personas”. Por ello, reiteró la urgente necesidad de “un flujo amplio, continuo y organizado de ayuda, combustible, gas para cocinar y suministros médicos y de socorro”.
Palestinos asesinados por el ejército israelí pese al cese del fuego
En contraste con el alto el fuego entre Israel y el grupo de resistencia palestino, que entró en vigor el viernes y prometía traer cierta paz al enclave, varios palestinos han muerto a manos del ejército israelí este martes. Según informó la agencia palestina Wafa, nueve palestinos fallecieron cuando el ejército israelí abrió fuego contra ellos. Seis cuerpos fueron trasladados al Hospital Bautista Al-Ahli, en la Ciudad de Gaza, y tres al Hospital Nasser, en Jan Yunis.
El ejército israelí justificó los ataques al afirmar que sus tropas dispararon después de que “se identificara a varios sospechosos cruzando la Línea Amarilla y acercándose a sus tropas que operaban en el norte de Gaza”. Sin embargo, Mahmud Basal, portavoz de la Defensa Civil gazatí, indicó que cinco personas murieron mientras “inspeccionaban sus casas” en el distrito de Shujaiya, en la Ciudad de Gaza, y que un ataque con drones israelíes causó la muerte de una persona cuando el aparato apuntó a un grupo de civiles en la localidad de Al Fukhari, al sureste de Jan Yunis.
Por otra parte, los problemas en Gaza tras la tregua no se limitan solo a los ataques y a la crisis humanitaria. En el enclave, reducido prácticamente a escombros, la ONG Handicap International advirtió que la presencia de municiones sin detonar representa un riesgo “enorme” para los desplazados que intentan regresar a sus hogares. Ante esta situación, la organización solicitó que se permita la entrada de equipos especializados para realizar operaciones de desminado.
“Se estima que se han lanzado unas 70.000 toneladas de explosivos sobre Gaza desde el inicio de la ofensiva”, señaló Anne-Claire Yaeesh, directora de Handicap International para los territorios palestinos. La acumulación de bombas, granadas y balas sin detonar, advirtió, se ha hecho habitual tras dos años de ofensiva israelí.
Mientras tanto, los equipos de rescate han recuperado más de 250 cuerpos desde el inicio de la tregua, aunque las labores siguen limitadas por la falta de maquinaria pesada. Se estima que más de 10.000 personas permanecen aún atrapadas bajo los escombros.
Finalmente, el Ministerio de Salud del enclave indicó que sus equipos médicos están preparados para recibir y documentar los cuerpos entregados por las autoridades israelíes, “preservando la dignidad de los mártires”. Desde octubre de 2023, los ataques israelíes han dejado más de 67.800 palestinos muertos —en su mayoría mujeres y niños— y han convertido gran parte del territorio en una zona prácticamente inhabitable. No obstante, expertos afirman que la cifra real podría ser aún mayor.