El genocidio de Israel en Gaza no se ha limitado a una campaña de aniquilación y asesinatos masivos en el enclave: también ha desplegado una estrategia para imponerse a través de la difusión de propaganda y desinformación.
Desde el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás lanzó su incursión transfronteriza en Israel, Tel Aviv ha masacrado sin pausa a los palestinos en la sitiada Gaza, con más de 67.000 muertos según los registros de las autoridades locales. Una cifra que expertos consideran podría ser mucho más alta.
En medio de esta violencia sostenida, Israel también ha desarrollado una campaña masiva de desinformación para limpiar la imagen pública de sus acciones en Gaza. A pesar de que las versiones de Tel Aviv han sido desmentidas reiteradamente, algunos medios occidentales aceptaron inicialmente estas falsedades, especialmente al comienzo de la ofensiva.
Mientras en El Cairo, Egipto, se llevan a cabo conversaciones para un alto el fuego, con la esperanza de detener la masacre en Gaza que ya entra en su tercer año, estas son algunas de las falsedades y los esfuerzos propagandísticos más notorios que Tel Aviv ha creado contra los palestinos.
“40 bebés decapitados”
A pesar de que ha sido desmentida, la afirmación de los “40 bebés decapitados” marcó el inicio de una serie de falsedades sobre Gaza y Hamás. Además, demostró la rápida disposición de Israel a difundir información falsa.
La agencia de noticias turca Anadolu, el primer medio en corroborar que esta noticia era falsa, citó a un portavoz militar israelí que sostuvo que el ejército no podía confirmar la información del canal israelí i24News, que se propagaron rápidamente en redes sociales y medios de comunicación tradicionales.
Posteriormente, el portal de noticias Grayzone identificó la fuente que originó esta mentira: David Ben Zion, comandante de la unidad 71 del Ejército de Israel, que también es un extremista y colono ilegal sionista, conocido por incitar a la violencia contra los palestinos en Cisjordania ocupada.
Poco después de difundir esa falsedad en su entrevista con i24News, fue visto en un video de Facebook sonriendo ampliamente, una expresión incongruente para alguien que afirmaba haber presenciado una masacre.
Incluso el entonces presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reforzó esa afirmación, asegurando falsamente haber visto las imágenes de los bebés, aunque la Casa Blanca se retractó rápidamente al no existir tales fotos.
Las imágenes de los supuestos bebés decapitados nunca fueron publicadas por Israel, y los cuerpos nunca fueron encontrados ni recuperados.
Violaciones masivas y agresiones sexuales
Otra mentira que Israel intentó difundir es que Hamás cometió violaciones masivas y agresiones sexuales el 7 de octubre.
Similar a los supuestos 40 bebés decapitados, la afirmación de abusos sexuales fue desmentida. Chaim Otmazgin, un voluntario de la organización israelí ZAKA, afirmó inicialmente que le bastó con ver a las víctimas del 7 de octubre de 2023 para saber que se habían cometido agresiones sexuales .
Meses después, sin embargo, admitió a la agencia Associated Press que en aquel momento “no podía pensar en otra opción”, y que su acusación no era cierta.
En contraste, hay evidencia en video de soldados israelíes violando a un prisionero palestino.
Existe una amplia documentación que sugiere que Tel Aviv ha cometido actos de violencia sexual contra prisioneros palestinos, tanto hombres como mujeres.
Hamás utiliza a civiles como escudos humanos
Incluso antes de los recientes acontecimientos en Gaza, Israel ha usado reiteradamente la afirmación de que Hamás utiliza a los civiles palestinos como escudos humanos. Esta acusación carece de pruebas.
La mentira resurgió durante el genocidio que perpetra Tel Aviv en Gaza, cuando Israel aseguró que Hamás operaba debajo del Hospital Al Shifa. Sin embargo, las autoridades israelíes no presentaron evidencia alguna —ni videos, ni fotografías, ni ningún material que pudiera considerarse prueba— para respaldar esta afirmación.
El doctor Mads Gilbert, quien ha trabajado 16 años en Al Shifa, declaró que no ha visto ni un solo indicio de presencia militar en el hospital.
En comparación, está documentado que Tel Aviv apunta deliberadamente contra civiles que no representan amenaza alguna. Por ejemplo, un video obtenido por el medio Al Jazeera muestra a las fuerzas israelíes atacando brutalmente a tres palestinos con un bombardeo, cuando estos intentaban recuperar un cuerpo en Al-Shuyahía, Gaza, el 18 de mayo de 2025.
El Ejército de Israel también ha asesinado a civiles que buscaban ayuda humanitaria, e incluso ha atacado zonas designadas como “seguras” para desplazados palestinos. Un artículo de BBC, publicado a principios de este año, documentó que Israel atacó casi 100 veces estas áreas designadas en Jan Yunis y Deir Al-Balah.
De hecho, Israel ha sido acusado en numerosas ocasiones de usar a los palestinos como escudos humanos a lo largo de los años. George Bisharat, profesor de derecho y analista de Oriente Medio, declaró a TRT World que, si bien la cantidad de mentiras difundidas por Tel Aviv en los últimos dos años es “desbordante”, esta falsedad en particular tiene “la consecuencia más salvaje”.
“Tenemos evidencia en video de que, justamente, es el ejército israelí quien utiliza literalmente a civiles palestinos como escudos humanos, ya sea atándolos a los capós de sus jeeps mientras recorren vecindarios en Yenín, o forzándolos a ingresar a edificios antes de que soldados realicen registros en Gaza”, explicó Bisharat. “Estas prácticas han sido empleadas por las FDI (ejército) durante décadas y hay abundante documentación al respecto”.
Hamás roba ayuda humanitaria
Israel mantiene totalmente bloqueado el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza desde marzo pasado, y ha acusado a Hamás de apropiarse de los escasos recursos que dejó entrar.
Sin embargo, la falsedad de esta acusación quedó demostrada cuando la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) afirmó el 25 de julio de 2025 que no había encontrado evidencia de que Hamás robara ayuda humanitaria. Un día después, el propio ejército israelí confirmó al diario The New York Times que no tenía pruebas de ello.
El 6 de junio, el primer ministro Benjamín Netanyahu admitió que le pagaba a bandas criminales en Gaza, las cuales habían estado robando ayuda humanitaria. Posteriormente, Hamás ordenó a Yasser Abu Shabab, líder de una de las bandas supuestamente pagadas por Israel, que se entregara.
Periodistas trabajan para Hamás
Desde el comienzo del genocidio, Israel ha acusado a numerosos periodistas palestinos de colaborar supuestamente con Hamás. En octubre de 2024, afirmó que seis periodistas de Al Jazeera trabajaban para el grupo de resistencia. Al Jazeera negó las acusaciones y señaló a Israel de preparar el terreno para atacar a esos reporteros.
Posteriormente, Israel asesinó a los seis periodistas. El último fue Anas Al-Sharif, quien había negado en múltiples ocasiones cualquier vínculo con Hamás y había solicitado protección antes de que Tel Aviv lo matara en un bombardeo.

Otro bombardeo, esta vez contra el Hospital Nasser en agosto, asesinó a cinco periodistas. Israel proporcionó una explicación bastante extraña, señalando que creía que una cámara ubicada en el hospital pertenecía a Hamás. Sin embargo, autoridades de Gaza y del Observatorio Euro-Med confirmaron que pertenecía a la agencia de noticias Reuters, lo que la propia agencia verificó.
Analistas de medios explicaron previamente a TRT World que la política israelí de atacar deliberadamente a periodistas busca imponer un silencio mediático y controlar la narrativa en un enclave bloqueado, donde alrededor de 300 periodistas y personal de medios han sido asesinados por Tel Aviv.
Hamás obstruye los acuerdos de alto el fuego
Otra falsedad difundida por Israel es que Hamás supuestamente bloqueó los acuerdos de alto el fuego, algo que también es falso.
Hamás ha aceptado numerosos acuerdos propuestos por mediadores, incluidos Qatar, Egipto y hasta Estados Unidos. En mayo de 2025 aceptó un alto el fuego en tres fases ofrecido por Qatar y Egipto; en mayo de 2024, otro acuerdo impulsado por el presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan; en agosto de 2025, un acuerdo presentado por el enviado estadounidense Steve Witkoff; y en enero de 2025, otro aplaudido por el entonces presidente Joe Biden.

En contraposición, Netanyahu, con complicidad de Washington, ha bloqueado múltiples esfuerzos para un alto el fuego en Gaza. En septiembre de 2024 rechazó negociaciones mientras continuaba el genocidio, y en febrero descartó un acuerdo presentado por Hamás.
Incluso familias de los rehenes israelíes han acusado a Netanyahu de sabotear las negociaciones para prolongar el genocidio y asegurar su supervivencia política.
Po su parte, Estados Unidos vetó seis resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre alto el fuego en Gaza.
Minimizando el número de víctimas palestinas
De manera consistente, Israel ha disminuido la cifra de víctimas palestinas en su ofensiva contra Gaza, cuestionando frecuentemente los datos de organizaciones internacionales y autoridades locales de salud.
Al sembrar dudas sobre la exactitud de los informes de víctimas, Tel Aviv intenta minimizar el impacto de sus acciones y desviar las acusaciones de crímenes de guerra.
Observadores independientes coinciden ampliamente en que las víctimas palestinas son considerablemente más altas de lo que Israel reporta.
Los registros palestinos indican más de 67.000 muertes y alrededor de 170.000 heridos. La ONU y otras organizaciones consideran estas cifras confiables. Sin embargo, algunos expertos y estudios indican que el número real de muertos podría estar más cerca de 200.000.
Los ataques indiscriminados son precisos
Israel sostiene que sus operaciones en Gaza son precisas, pues apuntan únicamente a miembros e infraestructura de Hamás. La realidad, sin embargo, refleja lo contrario: numerosos informes de organizaciones internacionales, ONG y medios documentan daños extensivos a viviendas, escuelas, hospitales y campos de refugiados.
La escala de devastación y muertes civiles, incluyendo muchas mujeres y niños, desmiente las falsas afirmaciones israelíes de precisión.
La afirmación de Netanyahu de que Israel posee un ejército moral
El ejército israelí ha sido descrito durante mucho tiempo por líderes y partidarios de Tel Aviv como el “ejército más moral del mundo”. Esta afirmación se ha repetido desde el inicio del genocidio en Gaza.
Algunos sostienen que la narrativa del “ejército más moral” es propaganda destinada a normalizar acciones inmorales. Un artículo de opinión en el medio israelí Haaretz señala que esta calificción oculta los abusos de las fuerzas armadas.
Durante el genocidio en curso, el ejército israelí ha matado a decenas de miles de muertes palestinas, incluyendo muchas mujeres y niños, en medio de una destrucción generalizada.
Analistas argumentan que esto refleja el uso de fuerza desproporcionada, castigo colectivo o la incapacidad de distinguir adecuadamente entre combatientes y civiles.
Organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch han acusado al ejército israelí de posibles crímenes de guerra. JLa Corte Penal Internacional (CPI) ya emitió una orden de arresto contra Netanyahu y el exministro de Defensa israelí Yoav Gallant. Ambos, fugitivos de la CPI, permanecen sin ser detenidos pese a la orden vigente.
Existen casos documentados de soldados israelíes saqueando hogares, maltratando detenidos o realizando acciones que violan el derecho internacional humanitario.
TRT World informó previamente sobre una “unidad de saqueo” del ejército israelí que ha estado acumulando bienes robados en Palestina y otros lugares.
En los últimos dos años, el “ejército más moral del mundo” ha aniquilado familias en Gaza, pulverizado barrios, excavado fosas comunes, destruido cementerios, bombardeado comercios y negocios, arrasado hospitales y morgues, pasado tanques y bulldozers sobre cuerpos, torturado a prisioneros palestinos con perros y electricidad, sometido a detenidos a ejecuciones simuladas e incluso violado a numerosos palestinos.
Exhibiendo un comportamiento sádico durante el genocidio, soldados israelíes se burlaban de los prisioneros palestinos alegando que jugaban al fútbol con las cabezas de sus hijos en Gaza.
Soldados israelíes han grabado y publicado videos saqueando hogares palestinos, destruyendo camas de niños, incendiando viviendas y mofándose de los desplazados. Algunos videos muestran soldados usando ropa interior de palestinos desplazados y robando juguetes infantiles.
También se documentan casos de soldados israelíes disparando a civiles palestinos, supuestamente como “práctica de tiro” o por simple aburrimiento.
La BBC investigó incidentes de fuerzas israelíes matando niños en Gaza. De los 160 casos examinados, 95 niños recibieron disparos en la cabeza o el pecho, impactos que no pueden considerarse como “solo para herir”.