El plan de alto el fuego para Gaza, presentado por Estados Unidos, ha quedado bajo la lupa de la comunidad internacional. La atención se centra en la respuesta de Hamás, que ha confirmado estar analizando el plan “seriamente” y que responderá pronto, mientras que Israel ha anticipado nuevas exigencias. En este marco, aunque Washington impulsa la iniciativa como definitiva, líderes internacionales advierten que presenta “vacíos” y que requiere nuevas negociaciones.
"Hamás está estudiando el plan seriamente, a pesar de las muchas reservas que tenemos", confirmó el alto funcionario de Hamás Mohammed Nazzal a la cadena Al Jazeera desde Qatar. Anticipó que el grupo responderá pronto y que la respuesta final "tomará en cuenta los intereses del pueblo palestino y las constantes estratégicas de la causa palestina".
Agregó que el grupo busca entendimientos "lejos de la presión del tiempo y de las amenazas", en lo que parece ser una referencia a las declaraciones del presidente de EE.UU., Donald Trump, quien indicó que Hamás tendría "tres o cuatro días" para responder a su propuesta. También afirmó que ya iniciaron consultas internas y externas con facciones palestinas, figuras independientes y mediadores.
En paralelo, un funcionario de Hamás comentó a la agencia de noticias AFP que el grupo aún necesita tiempo para analizar la propuesta. "Hamás sigue en consultas sobre el plan de Trump (...) e informó a los mediadores de que las consultas continúan y es necesario algo de tiempo", señaló bajo anonimato.
Otra fuente palestina cercana a la cúpula de Hamás aclaró a AFP que los líderes del grupo de resistencia exigen "garantías internacionales de una retirada completa de Israel" y de que no habrá intentos de asesinato contra ellos dentro o fuera de Gaza por parte de Tel Aviv.
Incógnitas y “lagunas” a resolver
Aunque respaldado por numerosos países árabes y occidentales, el plan de Trump presenta varias incógnitas. Egipto y Rusia advirtieron que ignora puntos importantes que podrían impedir que se aplique correctamente.
En este marco, el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Badr Abdelatty, manifestó el jueves que el plan de Trump para Gaza tiene “muchos vacíos”. “Hay muchas lagunas (en el plan de Trump) que deben cerrarse”, advirtió, y agregó que es necesario seguir discutiendo, en especial, los arreglos de gobernanza y seguridad en Gaza durante el periodo de transición.
En ese sentido, y en línea con la idea de que una aceptación podría abrir la puerta a futuras negociaciones, subrayó que El Cairo “está coordinando con nuestros hermanos en Qatar y con nuestros colegas en Türkiye para convencer a Hamás de responder positivamente a este plan”, según informó al medio Al-Qahera News.
En paralelo, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sostuvo este jueves que las propuestas de Trump ofrecen "algo de luz al final del túnel", aunque recalcó que cualquier plan debe conducir a la creación de un Estado palestino junto a Israel. Aseguró que Moscú está dispuesto a apoyar la iniciativa de Trump "si resulta en una solución de dos Estados".
Advirtió, sin embargo, que "la diplomacia unilateral de Occidente, que ignora la historia, las tradiciones, la identidad y la cultura de los pueblos que viven allí, no traerá paz". También cuestionó la idea de poner Gaza bajo una administración internacional, como propone Trump, y observó que no está claro cuánto duraría un esquema de ese tipo.
El mandatario ruso valoró además la propuesta de liberar a todos los rehenes en Gaza a cambio de prisioneros palestinos en cárceles israelíes, calificándola como una "idea que vale la pena apoyar". Pero subrayó la importancia de entender "cómo los propios palestinos ven estas iniciativas".
Esto se suma a otras incógnitas planteadas previamente por Qatar, uno de los principales mediadores desde el inicio de la ofensiva de Israel. Este martes, el primer ministro de ese país, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, afirmó a Al Jazeera que la iniciativa de Trump “está lejos de ser definitiva”.
“El plan de Trump logra un objetivo clave al buscar detener la ofensiva, pero hay cuestiones que requieren aclaración y negociación”, remarcó. Explicó que lo presentado hasta ahora son principios generales y que esta fase de conversaciones es crucial: “no se puede esperar un acuerdo perfecto de inmediato, sino que este camino debe consolidarse mediante diálogos más amplios para que sea efectivo y exitoso”.
¿En qué consiste el plan de Trump?
El 29 de septiembre, Trump presentó en una conferencia de prensa junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, una propuesta detallada que prevé un alto el fuego inmediato en Gaza, seguido por la reconstrucción y la reorganización política y de seguridad del enclave.
El plan plantea convertir Gaza en una zona libre de armas bajo un mecanismo de gobernanza transitorio, supervisado por un nuevo organismo internacional de control encabezado por Trump.
El texto detalla que se debe llevar a cabo la liberación de todos los rehenes israelíes en Gaza en un plazo de 72 horas desde la aprobación del acuerdo, a cambio de cientos de prisioneros palestinos que se encuentran en cárceles israelíes. También aborda el cese de hostilidades, el desarme de la resistencia palestina y una retirada gradual de Israel de Gaza. Después, el enclave quedaría gobernado por una autoridad tecnocrática bajo supervisión internacional encabezada por el presidente estadounidense.
Sin embargo, el plan se basa en compromisos que no obligan a Israel, mientras que las exigencias a Hamás son estrictas y específicas. Tampoco define plazos claros para la retirada israelí o para la entrada de ayuda humanitaria.
Y, de hecho, la propuesta también enfrenta obstáculos y contradicciones por parte del propio Gobierno de Israel. Netanyahu dejó claro que no retirará sus fuerzas de Gaza, en contradicción directa con uno de los puntos centrales de la propuesta.
De este modo, el plan de Trump queda bajo la lupa no solo de Hamás, sino también de la comunidad internacional, que exige un acuerdo capaz de proteger y respetar al pueblo palestino, y que pueda sostenerse en el tiempo.
Mientras tanto, siguen en Gaza los ataques contantes de Israel que desde octubre de 2023 han asesinado a más de 66.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, pese a los reclamos globales por un alto el fuego. Expertos advierten que el número real de víctimas podría ser mucho mayor a lo informado por las autoridades de Gaza y lo calculan en hasta 200.000 personas.