Obstáculos, exigencias y rechazos. A punto de cumplirse dos años de la ofensiva genocida en Gaza, Israel y Hamás han evaluado varias propuestas de alto el fuego: muchas fueron aceptadas por el grupo palestino, pero casi todas quedaron en punto muerto porque Tel Aviv añadió nuevas condiciones, retrasó acuerdos o interrumpió los dos únicos que llegaron a implementarse.
Hamás ha reiterado su disposición a negociar, siempre que se respetaran condiciones vitales para el futuro de los palestinos y del grupo, como la retirada de tropas israelíes del enclave. En contraste, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha sido acusado —incluso dentro del país que gobierna— de bloquear todos los esfuerzos de mediación para mantenerse en el poder, al imponer una y otra vez demandas sobre la futura presencia militar en Gaza.
El pasado 29 de septiembre, en una conferencia conjunta con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el primer ministro israelí aseguró respaldar un nuevo plan. No obstante, mantuvo su retórica de confrontación y advirtió que, si Hamás lo rechaza, Tel Aviv “terminará el trabajo” en el enclave, donde perpetra un innegable genocidio contra el pueblo palestino.
Esta es la cronología de las propuestas de tregua que se frustraron por las negativas de Israel.
2023
En noviembre de 2023, un mes después del inicio de la ofensiva de Israel, se acordó una primera pausa humanitaria que, sin embargo, no prosperó debido a Tel Aviv.
La medida comenzó el 24 de noviembre y duró cuatro días, prorrogándose dos días más. Durante la pausa se liberaron 109 rehenes israelíes y 240 prisioneros palestinos, y se permitió la entrada de ayuda humanitaria a Gaza.
2024: empieza serie de rechazos de Netanyahu
22 de enero de 2024: Netanyahu rechaza una propuesta de Hamás para poner fin a la ofensiva y entregar a los rehenes a cambio de retirar las fuerzas israelíes de Gaza y liberar a los prisioneros palestinos. El primer ministro afirma que no lo hace porque tal acuerdo sería como “rendirse”.
28 de enero de 2024: conversaciones en París y primera propuesta. Las negociaciones a finales de enero resultaron en un plan de alto el fuego en tres fases. Sin embargo, Netanyahu descarriló el proceso, asegurando que había "vacíos significativos".
7 de febrero: Hamás propone un plan de cese de las hostilidades, que incluía una tregua de cuatro meses y medio para lograr un acuerdo de intercambio de prisioneros en tres etapas y poner fin a las hostilidades. Netanyahu rechaza de inmediato la oferta y renueva su promesa de destruir a Hamás y alcanzar una "victoria total".
13 de febrero de 2024: empiezan las conversaciones en El Cairo, Egipto. A principios de febrero se discutió un borrador de alto el fuego de seis semanas, pero Netanyahu lo desestimó, argumentando que las demandas de Hamás de liberar prisioneros palestinos eran "poco realistas".
18 de marzo: comienza otra negociación, esta vez en Qatar. Hamás presenta otra vez una propuesta de alto el fuego, e Israel responde negativamente, calificando las demandas de "imaginarias".
7 de abril de 2024: segundas conversaciones en El Cairo. La segunda ronda concluye, nuevamente, sin avances a pesar de los informes de "progreso". Netanyahu vuelve a rechazar el alto el fuego.
Invasión de Rafah y propuesta de Biden
Mayo: Hamás acepta una propuesta de tregua planteada por Egipto, previamente respaldada por Israel, Qatar y EE.UU. El plan consistía en tres fases de 40 a 42 días cada una, con miras a un alto el fuego permanente y el regreso de los palestinos desplazados a sus hogares.
A pesar de la aceptación de Hamás, Tel Aviv acusó al grupo de cambiar los términos originales. Netanyahu anuncia una invasión planeada de Rafah, en el sur de Gaza, que comenzó el 6 de mayo, y rechaza la propuesta, afirmando que “no cumplía con sus demandas”. Esto provocó una intensificación de la ofensiva terrestre, lo que, según Doha, “llevó las negociaciones a un callejón sin salida”.
El 31 de mayo, aparece en escena la propuesta del entonces presidente de EE.UU., Joe Biden, quien anunció un plan para un alto el fuego completo y total, afirmando que se basaba en una propuesta del propio Israel. El plan incluía tres fases: la primera implicaba un alto el fuego de seis semanas y la retirada de las fuerzas israelíes de las zonas pobladas de Gaza, junto con un intercambio de rehenes y prisioneros entre las dos partes.
La segunda fase buscaba la retirada total de Israel de Gaza y la liberación de todos los rehenes que seguían vivos en poder de Hamás, con miras a un cese permanente de las hostilidades. La tercera fase incluyó un plan de reconstrucción para Gaza. La propuesta fue bien recibida por Hamás, pero las semanas pasaron sin avances por parte de Tel Aviv.
2 de julio: Hamás acepta un acuerdo marco presentado por mediadores, basado en la propuesta de Biden y en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo, Netanyahu dijo que cualquier "acuerdo debe permitir a Israel continuar luchando, evitar el tráfico de armas a Hamás a través de la frontera entre Gaza y Egipto y evitar que miles de hombres armados regresen al norte de Gaza". Y añadió "nuevas condiciones que no se habían planteado durante todo el proceso de negociación", explicó un comunicado de Hamás.

Agosto: el 8 de este mes hubo un punto de inflexión: las conversaciones se detienen tras el asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán, a manos de Israel.
Pese a esto, el día 12 se inició una nueva ronda de negociaciones en Doha.
Aún así, al siguiente día, el diario estadounidense The New York Times revela documentos que muestran que Netanyahu estaba obstruyendo el acuerdo, estableciendo nuevas condiciones, incluido el control del corredor de Filadelfia, lo que posteriormente fue desmentido por el Gobierno de Israel.
El 19, Hamás denuncia que Netanyahu impide avanzar con una propuesta de alto el fuego y el intercambio de prisioneros, al establecer nuevas condiciones durante las negociaciones en Doha. Mientras, reitera su compromiso con el acuerdo del 2 de julio, basado en la propuesta de Biden y la resolución de la ONU.
2025
19 de enero: entra en vigor un alto el fuego que parecía abrir la puerta a la paz para los palestinos, tras meses de negociaciones mediadas por Egipto, Qatar y Estados Unidos. El acuerdo se alcanzó apenas un día antes de la toma de posesión del presidente Trump.
El plan contemplaba tres fases, aunque solo la primera llegó a implementarse. En ella se concretaron intercambios de rehenes israelíes y prisioneros palestinos, mientras se esperaba avanzar a la segunda etapa. Hamás insistía en continuar con las negociaciones, pero Netanyahu fue interponiendo obstáculo tras obstáculo para frenar el proceso.
18 de marzo: tras dos meses de relativa calma —sin bombardeos, pero aun en condiciones deplorables debido a que Tel Aviv permitía entrar escasa ayuda humanitaria– Israel retomó sus ataques sobre varias zonas de Gaza. En apenas dos días, los bombardeos mataron a más de 970 personas. Desde entonces, la ofensiva aérea y terrestre no se ha detenido.

Mayo: Israel dio señales de flexibilidad al anunciar que acepta una propuesta de alto el fuego presentada por EE.UU., un día después de que Hamás también la aprobara.
El movimiento palestino aseguró que había alcanzado “un acuerdo sobre un marco general” con el enviado estadounidense Steve Witkoff, que incluía un alto el fuego permanente, la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza y la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria.
Y, aunque inicialmente dijo que aceptaba, Israel volvió a imponer nuevas condiciones: no contemplaba un cese definitivo de la ofensiva, sino solo una tregua temporal acompañada de negociaciones. Las conversaciones volvieron a estancarse mientras la situación en Gaza alcanzaba niveles cada vez más críticos.
Junio: el presidente Trump anunció que Israel había aceptado un alto el fuego de 60 días e instó a Hamás a aprobarlo. El grupo respondió con una postura “positiva” y se declaró dispuesto a negociar “de inmediato” su implementación. También subrayó que existía un consenso amplio entre las facciones palestinas en torno a su respuesta.
Julio y agosto: las conversaciones continuaron, con Hamás insistiendo en que Israel respetara las condiciones ya aceptadas. El 18 de agosto, el grupo dio su visto bueno a una nueva propuesta de mediadores qataríes y egipcios, que incluía la formación de una administración nacional de tecnócratas independientes. Israel guardó silencio durante una semana y luego presentó nuevas exigencias.
Pese a la disposición de Hamás de seguir negociando, el 4 de septiembre el jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, anuncia el inicio de la segunda fase de la operación “Carros de Gedeón” para ocupar la Ciudad de Gaza.
Septiembre: Hamás reiteró entonces que seguía “a la espera de la respuesta de Israel a la propuesta presentada el 18 de agosto”, ya aceptada por el grupo. Pero nada prosperó: la operación terrestre se intensificó y cada día cobraba decenas de vidas, convirtiendo la vida en Gaza en un verdadero infierno.

Ahora bien, el 29 de septiembre, en Washington, y durante la visita de Netanyahu, Trump presentó un nuevo plan para alcanzar un alto el fuego entre Israel y Hamás. El movimiento palestino aseguró que evaluaría la propuesta “de manera responsable” y que pronto dará una respuesta. Pero desde el inicio el plan enfrentó fuertes obstáculos. Netanyahu dejó claro que no retiraría sus tropas de Gaza, contradiciendo uno de los puntos centrales de la iniciativa.
Así, mientras todas las miradas se concentran en esta nueva posibilidad de acuerdo, las esperanzas son limitadas a la luz de los repetidos rechazos y maniobras dilatorias de Israel en casi dos años de genocidio contra el pueblo palestino de Gaza.