A dos años del inicio de la ofensiva israelí que sigue sometiendo a la población palestina a una violencia constante, representantes de Hamás e Israel participaron este lunes en Egipto en una primera ronda de conversaciones indirectas orientadas a abrir el camino hacia un alto el fuego en Gaza. La cita diplomática, mediada por Egipto, Qatar y Estados Unidos, se desarrolló en un “ambiente positivo”, según informaron medios locales.
Las negociaciones tienen lugar en la ciudad turística de Sharm el-Sheij, a orillas del mar Rojo, informó la cadena estatal egipcia Al-Qahera News, confirmando que continuarían este martes. Estas se desarrollan en el marco del plan de 20 puntos propuesto por el presidente Donald Trump, que contempla “el cese inmediato de los ataques israelíes, la liberación de cautivos israelíes y prisioneros palestinos, una tregua, el desarme de Hamás y la reconstrucción de Gaza”.
Por parte de los mediadores hubo cierto nivel de optimismo: fuentes citadas por medios egipcios indicaron que los encuentros fueron constructivos y permitieron establecer una hoja de ruta para la actual ronda de diálogo.
Del lado israelí, una delegación llegó este lunes para participar en las negociaciones. Sin embargo, según el Canal 13 israelí, lo hizo sin la presencia de altos funcionarios. El medio agregó que, según fuentes del gobierno israelí, de no lograr avances en los próximos días, será “improbable” que las conversaciones continúen.
Si el diálogo prospera, de acuerdo al plan de Trump, Hamás liberaría a 48 rehenes, incluidos los cadáveres de unos 28, mientras que Israel excarcelaría a 250 prisioneros condenados a cadena perpetua y a unos 1.700 palestinos detenidos desde octubre de 2023, incluidas todas las mujeres y niños. Por cada rehén israelí cuyos restos sean devueltos, Israel entregaría los de 15 palestinos fallecidos en Gaza.
“Los mediadores de Egipto y Qatar están realizando grandes esfuerzos para establecer un mecanismo para la liberación de rehenes y prisioneros”, añadieron las fuentes.
Hamás, cuya delegación está encabezada por Khalil Al-Hayya, ha acordado liberar a todos los rehenes, pero no ha prometido entregar sus armas, un punto clave que sigue en discusión, al igual que las garantías sobre la retirada del ejército israelí. El grupo sostiene que ese tema debe “discutirse dentro de un marco nacional palestino integral, en el que Hamás esté incluido y contribuya con plena responsabilidad”.
De hecho, el grupo palestino indicó que las negociaciones se centrarían en la primera etapa de un alto el fuego, incluida la retirada parcial de las fuerzas israelíes, así como la liberación de los rehenes retenidos en Gaza a cambio de prisioneros palestinos detenidos en Israel.
Sin embargo, los representantes de Hamás advirtieron a los mediadores que la continuación de los bombardeos israelíes representa un obstáculo significativo para avanzar en el intercambio de rehenes y prisioneros, reportaron medios israelíes. Y no fueron los únicos: también desde EE.UU. lo han advertido reiteradamente en los últimos días.
Trump habla de “avances significativos”
Desde la Casa Blanca, Trump destacó el lunes por la noche que se había logrado “un gran progreso” hacia un acuerdo sobre Gaza. “Creo que las cosas van muy bien respecto al acuerdo de Gaza”, dijo, resaltando que Hamás había “actuado de manera muy correcta” y había aceptado “puntos importantes”.
El mandatario calificó su propuesta como “un acuerdo asombroso con el que todos están de acuerdo” y aseguró que todas las partes “trabajan para hacerlo realidad”. Trump agregó que también había conversado con otros líderes, entre ellos el presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan, quien “está presionando con fuerza por un acuerdo sobre Gaza”.
Agregó estar “bastante seguro” de que un acuerdo es posible. “Tengo líneas rojas. Si ciertas condiciones no se cumplen, no lo haremos”, dijo cuando se le preguntó si el desarme de Hamás era uno de esos requisitos.
“Pero creo que las cosas van muy bien, y que Hamás ha aceptado elementos muy importantes”, insistió. “Vamos a tener un acuerdo sobre Gaza, estoy bastante seguro, sí”.
Asimismo, Trump también desmintió haber acusado al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de mostrarse negativo respecto a las conversaciones, asegurando que el primer ministro israelí ha sido “muy positivo sobre el acuerdo”.
Participación estadounidense y visión de la Casa Blanca
En la misma línea, Washington confirmó que el enviado estadounidense para Oriente Medio, Steven Whitkoff, y el asesor Jared Kushner viajaron a Egipto para participar en los esfuerzos diplomáticos. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, señaló que la administración buscaba “actuar con rapidez” y que los equipos técnicos revisaban las listas de rehenes y prisioneros.
Cuando se le preguntó si el plazo llímite fijado por Trump para que Hamás acepte un acuerdo Hamás seguía vigente, Leavitt respondió que el grupo palestino ya había “emitido una declaración muy clara”, en referencia a su respuesta del viernes. “Según el presidente, aceptan su marco de trabajo, y por eso se están llevando a cabo las conversaciones técnicas”.
Sobre la propuesta de Hamás de no gobernar Gaza y transferir la autoridad a un gobierno palestino compuesto por tecnócratas, Leavitt precisó: “Todavía no hemos llegado a ese punto”.
Además, respecto al futuro del reconocimiento del Estado palestino, enfatizó que no quiere “adelantarse a las conversaciones técnicas” ahora mismo. “Son extremadamente delicadas. Hay muchos temas que discutir, por supuesto. Esperamos que este sea uno de los acuerdos de paz más importantes que el mundo haya visto jamás, y la administración Trump está trabajando con diligencia y arduamente para lograrlo”.
Palestinos entre el escepticismo y el optimismo
Frente a estos esfuerzos diplomáticos y los anuncios de posibles avances, testimonios de la población palestina, recogidos por la agencia de noticias AP, muestra la esperanza y el escepticismo.
“Todos estamos rezando para que esta vez tengan éxito y que la ofensiva se detenga”, dijo Ahmed Hashem, padre de cuatro hijos del campamento de refugiados de Yabalia, que se encontraba en la ciudad de Gaza.
En la misma línea, Essam Hararah, un palestino de 55 años del norte de Gaza, expresó su deseo de que las conversaciones concluyan con un acuerdo que “ponga fin al sufrimiento humano” en Gaza. “Esta es la prioridad”, afirmó desde Al-Mawasi, una zona abarrotada de tiendas que refugian a palestinos obligados a abandonar sus hogares. “La situación en Gaza se ha vuelto deplorable”.
“Estamos muy agotados. Hoy apelamos a Dios para que ponga fin al sufrimiento del pueblo palestino tras esta gran destrucción que nunca esperábamos”, expresó Hussein Abu Arabiya, desplazado de Yabalia. “La gente está realmente cansada después de dos años de desplazamiento” añadió.
Sin embargo, algunos mostraron escepticismo, recordando frustraciones anteriores. “Llevamos dos años en esta ofensiva y no hemos visto ningún progreso ni nada en el terreno que nos haga tener esperanza”, dijo Nabila Shunnar, desplazada de la Ciudad de Gaza.
Omar Nashar, residente de Jan Yunis, expresó un optimismo cauteloso, confiando en que la enorme presión regional e internacional podría producir resultados positivos. Aun así, advirtió sobre la posibilidad de que Netanyahu pueda descarrilar las conversaciones por motivos internos. “Esperamos que la presión internacional y árabe sobre la ocupación continúe, para que estas negociaciones puedan proseguir, poner fin por completo a la ofensiva, reconstruir y permitir que todo nuestro pueblo regrese a sus hogares”, añadió.
Las masacres continúan
Por otro lado, y pese a que el presidente Trump exigió a Israel detener los bombardeos sobre Gaza tras anunciar su plan, las tropas israelíes han seguido atacando de forma indiscriminada. En apenas tres días, el ejército israelí asesinó a más de 113 civiles.
Según un comunicado de la Oficina de Medios de Gaza, se registraron 143 bombardeos israelíes desde el sábado, que impactaron zonas densamente pobladas por civiles y desplazados.
Solo desde el amanecer de este martes, siete palestinos más perdieron la vida por disparos y ataques israelíes en distintos puntos de Gaza, entre ellos un trabajador humanitario.
Con estos ataques, Israel ha asesinado a un total de 67.173 palestinos y herido a 169.780 personas, desde que comenzó el brutal genocidio el 7 de octubre de 2023.