Israel se niega a liberar al Dr. Hussam Abu Safiya, pediatra y director del Hospital Kamal Adwan en el norte de Gaza, pese a que su nombre figuraba en el último acuerdo de alto el fuego con Hamás.
Un funcionario del movimiento palestino confirmó al medio estadounidense CNN que Tel Aviv se negó a liberar a Abu Safiya. El funcionario añadió que el doctor Marwan Al Hams, director de los hospitales de campaña en Gaza, tampoco será liberado.
El 27 de diciembre de 2024, el Dr. Hussam Abu Safiya fue arrestado cuando las tropas israelíes irrumpieron en el Hospital Kamal Adwan. Lo sacaron a punta de pistola y destruyeron las instalaciones, dejándolas fuera de servicio. Desde entonces, permanece detenido bajo la llamada “ley de combatientes ilegales” de Israel, que permite mantener a personas bajo custodia sin juicio, basándose en pruebas secretas.
Durante la ofensiva, Abu Safiya se convirtió en una figura central del sistema de salud de Gaza. Permaneció de servicio bajo condiciones extremas, negándose a evacuar y continuando la atención a civiles heridos mientras los bombardeos se intensificaban.
Su equipo legal asegura que no ha sido presentado ante un juez desde marzo y que ha sufrido duras condiciones de detención, incluyendo maltrato físico, falta de atención médica y confinamiento solitario prolongado.
A pesar de los llamamientos internacionales para su liberación, debido a su delicada salud y al papel crucial que desempeñaba en la atención sanitaria de Gaza, Israel ha mantenido su detención. Imágenes de video tras la redada muestran a Abu Safiya con su bata blanca, caminando entre los escombros hacia los tanques israelíes. El ejército israelí sostiene que está detenido como “sospechoso” y bajo investigación por su “posible implicación en actividades terroristas”.

En septiembre, la organización Physicians for Human Rights informó que uno de sus abogados visitó recientemente a Abu Safiya en la prisión de Ofer, al oeste de Ramala, en la Cisjordania ocupada, y documentó las condiciones de su detención.
Según la organización, Abu Safiya ha perdido casi 25 kilogramos, padece sarna sin tratamiento y su salud general se ha deteriorado gravemente. Continúa sin conocer los cargos que se le imputan y permanece expuesto a violencia, maltrato y negación de atención médica, pese a sus antecedentes de enfermedad cardíaca y presión arterial alta.
Las condiciones de detención incluyen escasez de alimentos, falta de ropa limpia y agresiones repetidas por parte de los guardias. Naji Abbas, jefe del departamento de presos de la organización, calificó su encarcelamiento como un “crimen moral y legal” y exigió su liberación inmediata, junto a otros trabajadores sanitarios detenidos.

En febrero, medios israelíes difundieron imágenes de Abu Safiya encadenado de manos y pies, visiblemente exhausto.
La tragedia de Abu Safiya se profundiza por las pérdidas personales que ha sufrido durante la ofensiva israelí en Gaza. Su hijo Ibrahim fue asesinado durante el asalto al Hospital Kamal Adwan el 26 de octubre de 2024.
Un mes después, él mismo resultó herido en un ataque, pero se negó a abandonar el hospital y continuó atendiendo a los pacientes. Finalmente, fue detenido el 27 de diciembre de 2024, cuando las tropas israelíes irrumpieron nuevamente en las instalaciones, sellando su destino y convirtiéndolo en un símbolo de resistencia y humanidad en medio del genocidio.