El eco de la guerra en la Gaza ocupada ha llegado hasta Ankara. Ante los rumores de que algunos ciudadanos turcos habrían mostrado su disposición a alistarse como voluntarios en el ejército israelí, el Gobierno de Türkiye reaccionó con firmeza.
En una rueda de prensa ofrecida este viernes, Özlem Zengin, vicepresidenta del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), trazó una línea clara: la ley turca no deja espacio a la ambigüedad. Ningún ciudadano puede servir en un ejército extranjero sin el permiso expreso del Estado.
“Prestar servicio voluntario en un ejército extranjero sin la autorización de la República de Türkiye constituye motivo suficiente para la pérdida de la ciudadanía”, declaró Zengin con tono categórico, citando la Ley de Nacionalidad.
La dirigente acompañó su advertencia con cifras del Ministerio del Interior: en Türkiye residen actualmente 29.178 ciudadanos judíos, de los cuales 1.568 poseen también la ciudadanía israelí. Entre ellos, 426 son turcos con doble nacionalidad y 1.142 son israelíes que, con el tiempo, adquirieron la nacionalidad turca. Detrás de los números, dijo, hay hombres, mujeres y niños que forman parte del tejido social del país.
Bajo la lupa del Estado
Hasta ahora, solo una persona ha sido llevada ante la justicia por haberse incorporado de manera voluntaria al ejército israelí. Otros dos casos permanecen en investigación. “Revocar la ciudadanía es una medida contemplada por la ley, pero requiere pruebas sólidas y una verificación oficial rigurosa”, precisó Zengin.
La vicepresidenta del AKP aprovechó también para desmentir los rumores sobre un supuesto trato preferencial. Aseguró que Israel aplica a los ciudadanos judíos de Türkiye la misma política de visados que al resto de los nacionales turcos. “No existe ninguna excepción basada en la religión ni en el origen étnico”, recalcó.