El presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan, calificó la respuesta de Hamás al plan de alto el fuego propuesto por el presidente de EE.UU., Donald Trump, como “constructiva y un paso significativo hacia la paz duradera”, y pidió a Israel que ponga fin a su genocidio inmeditamente en Gaza.
“Lo que debe hacerse ahora es que Israel detenga de inmediato todos sus ataques y cumpla con el plan de alto el fuego”, declaró Erdogan este viernes, después de que Hamás aceptara liberar a todos los rehenes y Trump ordenara a Israel cesar los bombardeos sobre Gaza.
Erdogan añadió que deben tomarse medidas urgentes para permitir la entrada de ayuda humanitaria al enclave y poner fin a “este genocidio, esta situación vergonzosa que ha herido profundamente la conciencia mundial”.
El mandatario afirmó que Türkiye seguirá trabajando “con todos sus medios para asegurar que las conversaciones concluyan de la mejor manera para el pueblo palestino” y respaldar la implementación de una solución de dos Estados avalada por la comunidad internacional.
En un comunicado separado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Türkiye sostuvo que la respuesta de Hamás “permitirá el establecimiento urgente de un alto el fuego en Gaza, la entrega ininterrumpida de ayuda humanitaria a la región y los pasos necesarios para lograr una paz duradera”.
El ministerio instó a todas las partes a iniciar las negociaciones de inmediato y enfatizó que “Israel debe cesar de inmediato sus ataques contra el pueblo de Gaza”. Asimismo, indicó que Ankara continuará apoyando las negociaciones y hará “contribuciones constructivas”.

Respuesta de Hamás al plan de tregua
Las declaraciones de las autoridades de Türkiye se produjeron después de que Hamás emitiera su respuesta formal a la propuesta del presidente Trump, aceptando liberar a todos los rehenes israelíes, entregar los cuerpos de los fallecidos y establecer un organismo palestino tecnocrático e independiente para administrar Gaza.
Trump había dado plazo hasta el domingo para que Hamás aprobara oficialmente su plan, que propone convertir Gaza en una zona libre de armas bajo un mecanismo de gobernanza transitorio supervisado por un organismo internacional encabezado por el presidente estadounidense.
El plan incluye un intercambio de prisioneros en un plazo de 72 horas, el cese de las hostilidades, el desarme de los grupos armados en Gaza y una retirada gradual de las tropas israelíes.