En medio de la hambruna, la muerte y la devastación con las que Israel sigue asfixiando a Gaza pese al acuerdo de alto el fuego, Estados Unidos parece haber puesto sus ojos en un mecanismo para gobernar ampliamente el enclave, de acuerdo a un reporte del medio Axios. Según la publicación, Washington ha distribuido entre los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU un borrador de resolución que busca crear y establecer una fuerza de seguridad internacional en el territorio palestino, con un mandato de al menos dos años.
Axios indicó que el documento –designado como “sensible pero no clasificado”– le otorga a EE.UU. y a otros países participantes una amplia facultad para gobernar Gaza, según una copia a la que tuvo acceso.
Además, un funcionario estadounidense dijo en conversación con el medio que este plan servirá de base para las negociaciones que tendrán próximamente los miembros del Consejo de Seguridad, tras las que se votará para establecer la denominada Fuerza Internacional de Seguridad (ISF, por sus siglas en inglés) durante las próximas semanas, y así poder desplegar las primeras tropas en enero de 2026.
Según Axios, el funcionario añadió que la ISF será una “fuerza de implementación y no una fuerza de mantenimiento de la paz”, en la que participarán tropas de varios países y se establecerá en consulta con la “Junta de Paz” de Gaza. El borrador también exige que esta junta permanezca en funciones al menos hasta finales de 2027, reportó el medio.
La FIS "estabilizaría el entorno de seguridad en Gaza garantizando el proceso de desmilitarización del territorio, incluyendo la destrucción y la prevención de la reconstrucción de infraestructura militar, terrorista y ofensiva, así como el desarme permanente de los grupos armados no estatales", se lee en el borrador citado por Axios. Y añade que esta fuerza asumirá "las tareas adicionales que sean necesarias" en apoyo del acuerdo de Gaza.
La advertencia de Türkiye
Este lunes, el ministro de Relaciones Exteriores de Türkiye, Hakan Fidan, destacó que múltiples países decidirán sobre el despliegue o no de fuerzas internacionales en Gaza, dependiendo de los términos de una resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU. "Los países con los que hemos hablado nos han dicho lo siguiente: decidirán si envían tropas o no en función del contenido de la resolución que se espera en el Consejo de Seguridad", explicó Fidan durante una rueda de prensa.
Sus declaraciones llegaron luego de que presidiera en Estambul un encuentro de alto nivel sobre la situación de Gaza, en el que participaron los ministros de Relaciones Exteriores de Indonesia, Pakistán, Arabia Saudí y Jordania, así como representantes de los Emiratos Árabes Unidos y Qatar.
Enfatizando en que diversas conversaciones y esfuerzos todavía están en desarrollo, Fidan reveló que hay un aspecto clave al que apuntaron diferentes países: la creación de una fuerza cuyo mandato y legitimidad se definan en el marco de una resolución de consejo. En esa línea, explicó que en el proceso de definición de dicha fuerza primero debe alcanzarse un consenso general sobre un borrador, y luego este debe ser aprobado por el consejo sin veto por parte de sus miembros permanentes. Añadió que Türkiye y los países socios continúan sus esfuerzos en cada etapa del proceso.
Fidan también destacó que las declaraciones del presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan, sobre el tema "demuestran claramente" que Ankara está dispuesta a intensificar sus esfuerzos por la paz y a realizar los sacrificios necesarios. "Sin embargo, también es importante que los documentos y el marco resultantes sean, francamente, de una naturaleza que podamos respaldar. Por lo tanto, nuestros contactos y esfuerzos diplomáticos en este asunto continúan", agregó.
Ahora bien, el futuro de Gaza debe estar liderado por los palestinos y evitar cualquier sistema nuevo de tutelaje, plantearon Türkiye y seis países de mayoría musulmana que asistieron a la reunión de Estambul este lunes.
Ankara, que desempeñó un papel fundamental en la consecución del ahora frágil alto el fuego en Gaza, está presionando a las naciones musulmanas para que ejerzan su influencia en la reconstrucción del territorio palestino, devastado por el genocidio.
"Nuestro principio es que los palestinos deben gobernar los palestinos y garantizar su propia seguridad. La comunidad internacional debe apoyar esto de la mejor manera posible: diplomática, institucional y económicamente", declaró Fidan tras las conversaciones. "Nadie quiere que surja un nuevo sistema de tutelaje", advirtió.
Hamás está listo para transferir el poder
En cuanto a la gobernanza de Gaza, el ministro sostuvo que Hamás está listo para transferir el poder a un comité liderado por palestinos, y que los acuerdos deben proteger los derechos palestinos sin dejar de ser resilientes.
Justamente, indicó que las recientes reuniones centradas en Gaza –incluyendo la sesión de septiembre en Nueva York con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la cumbre de Sharm el-Sheij, en Egipto, el mes pasado– han dado inicio a un nuevo proceso que ha generado apoyo internacional.
En virtud del acuerdo de alto el fuego se han iniciado los intercambios de rehenes y prisioneros, la ayuda humanitaria ha comenzado a ingresar –aunque a cuentagotas– a Gaza, las fuerzas israelíes se han retirado parcialmente y se han producido retornos en el norte del estado.

Y en ese marco, Fidan hizo hincapié en las dificultades para la plena implementación del acuerdo, destacando que Israel ha violado repetidamente el alto el fuego y bloqueado la entrega de ayuda, que debería incluir 600 camiones y 50 camiones cisterna de combustible diariamente. Por eso insistió en que la comunidad internacional debe continuar presionando a Tel Aviv, señalando que cerca de 250 palestinos en Gaza han muerto desde que el alto el fuego entró en vigor el pasado 10 de octubre.
El ministro subrayó que la reconstrucción de Gaza es fundamental para reavivar la esperanza y la unidad palestinas, fortaleciendo su representación internacional. Pidió paciencia, determinación y coordinación internacional, advirtiendo que ninguna acción debe sabotear el alto el fuego ni el camino hacia una solución de dos Estados.











