Las tensiones en el Caribe continúan escalando tras semanas de ataques de Estados Unidos contra embarcaciones cerca de las costas de Venezuela. Las alarmas aumentaron este miércoles cuando el presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que existen “indicios” de que la última lancha atacada por Washington transportaba ciudadanos colombianos. Sin embargo, la Casa Blanca calificó esta afirmación de “infundada”.
“Se ha abierto un nuevo escenario de guerra: el Caribe”, indicó Petro. “Indicios muestran que la última lancha bombardeada era colombiana con ciudadanos colombianos en su interior. Espero que aparezcan sus familias y denuncien”. Además, el presidente colombiano agregó que “la agresión es contra toda América Latina y el Caribe”, en una publicación en la red social X.
Petro hizo estas declaraciones en respuesta a una publicación del congresista estadounidense Adam Schiff, quien anunció su decisión de no avalar los ataques en aguas del Caribe ordenados por el presidente de EE.UU., Donald Trump.
Sin embargo, rápidamente la Casa Blanca rechazó los comentarios de Petro. Un funcionario estadounidense dijo a la agencia de noticias Reuters: “EE.UU. espera que el presidente Petro retracte públicamente su declaración infundada y reprensible, para poder retomar un diálogo productivo y construir un futuro sólido y próspero para los pueblos de Estados Unidos y Colombia”.
A lo que Petro respondió: “Que la Casa Blanca nos brinde información sobre las personas que murieron por los misiles estadounidenses, para que podamos verificar si mi información es infundada”.
Esto se suma a las tensiones previas entre Petro y Trump, relacionadas con el apoyo del presidente colombiano a Gaza, que en las últimas semanas llevaron a que Washington cancele su visado, así como el de algunos de sus ministros.
En las últimas semanas se han registrado al menos cuatro ataques, el primero de ellos el 2 de septiembre, y según la Casa Blanca, han muerto 21 personas en estas operaciones. Todos los casos fueron presentados por Washington como vinculados al narcotráfico, aunque sin aportar pruebas sobre las embarcaciones o los grupos involucrados.
El más reciente ocurrió el viernes 3 de octubre, cuando el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, confirmó un ataque contra una pequeña embarcación que dejó cuatro muertos en aguas cercanas a Venezuela. Según su versión, el objetivo era “un grupo de narcotraficantes”, aunque sin aportar más datos sobre la identidad de los fallecidos o los grupos a los que supuestamente pertenecían.
En este contexto, el pasado jueves el Pentágono envió al Congreso una notificación que clasifica a los cárteles como “grupos armados no estatales” y a sus integrantes como “combatientes ilegales”, con el objetivo de obtener una base legal para blindar jurídicamente las operaciones en el Caribe.
Desde Caracas, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, reiteró este miércoles que el gobierno estadounidense sabe que las acusaciones de narcotráfico que utiliza para justificar sus recientes acciones en el Caribe son falsas, y que su verdadero objetivo es “forzar un cambio de régimen” en el país suramericano.
Venezuela denuncia que buscan crear “motivos de guerra”
Por otra parte, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, se refirió este miércoles a un presunto plan denunciado por Caracas, que buscaba atacar la Embajada de Estados Unidos en el país. Rodríguez aseguró que el plan era en realidad un intento de crear un “casus belli (motivo de guerra)” y destacó que pudo evitarse gracias a la identificación de los implicados mediante “acciones de inteligencia”.
El legislador explicó que el intento de colocar explosivos en el edificio diplomático tenía como objetivo “promover, desencadenar y acelerar los procesos de violencia en contra de la tranquilidad de Venezuela”.
“Si revisamos la historia reciente y no tan reciente de los eventos bélicos (...) en los que se han involucrado, de manera expresa y voluntaria, los distintos Gobiernos de los Estados Unidos de América, noten siempre que aparece lo que ya se denomina, de una manera muy coloquial y con mucha frecuencia en los medios de comunicación, un casus belli”, afirmó durante un encuentro del Consejo Nacional por la Soberanía y la Paz.
Rodríguez se refirió además a la acusación del Partido Demócrata de EE.UU. contra el presidente Donald Trump y el secretario de Estado Marco Rubio, señalando que ambos buscaban una “guerra” y un “cambio de régimen” en Venezuela. Insistió en que “ese era el objetivo del intento de colocar artefactos explosivos en la embajada” de EE.UU.
Finalmente, Rodríguez agregó: “Rechacemos la fatuidad contenida en tratar de inventarse una situación que no es otra que el intento de cambio de régimen en Venezuela, como certifican los mismos representantes de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América, y acabar o atentar en contra de la tranquilidad y la paz de nuestro país”.