Ecuador acaba de vivir una escalada en su tensa situación interna, luego de que la caravana del presidente Daniel Noboa fuera atacada con piedras y disparos este martes, según informó la ministra de Ambiente y Energía del país, Inés Manzano. El incidente sucede en medio de las continuadas protestas indígenas que empezaron el pasado 22 de septiembre en contra del aumento del precio del diésel de 1,80 a 2,80 dólares por galón.
"Aparecieron 500 personas y le estuvieron lanzando piedras (a la caravana) y, obviamente, también hay signos de bala en el carro del presidente", dijo Manzano a la prensa. También detalló que los vehículos que transportaban al mandatario y a su equipo fueron rodeados por manifestantes cuando iban rumbo hacia la localidad de Cañar, en el sur de Ecuador.
Imágenes difundidas por la presidencia muestran a un grupo de personas que protestaba lanzando piedras y palos contra la caravana cuando pasa por la carretera seguida de una tanqueta y en medio del sonido de sirenas, según reportó la agencia de noticias AFP. Otros videos, también proporcionados por las autoridades, captaron la situación dentro de uno de los vehículos cuando varios objetos chocan contra los vidrios y alguien al interior grita "agachen la cabeza".
Momentos después del ataque, tras llegar a la ciudad de Cuenca para un acto público, Noboa rechazó lo ocurrido y advirtió que “esas agresiones no se aceptan en el nuevo Ecuador. La ley aplica para todos. (...) No vamos a permitir que un poco de vándalos eviten que trabajemos por ustedes". Por su parte, la ministra Manzano anunció que presentó una denuncia formal por "tentativa de asesinato" contra Noboa. "Disparar contra el vehículo del presidente, lanzar piedras, dañar propiedad estatal, eso es simplemente criminal", declaró. "No lo permitiremos", insistió.
Tras el hecho se detuvieron a cinco personas, que serán investigadas por el delito de terrorismo, castigado con hasta 30 años de prisión, completó Manzano.
Por su parte, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que ha liderado y convocado a las protestas, cuestionó la versión gubernamental de los hechos: “La caravana presidencial ingresó a una zona de resistencia generando incidentes que hoy el gobierno utiliza para justificar su política de guerra”. En esa línea, a través de un comunicado difundido en la red social X, sostuvo que “este suceso, lejos de ser un accidente, constituye una provocación”.
“En este contexto, alertamos al país sobre presuntos actos de falsa bandera orientados a criminalizar al movimiento indígena y popular, desviando la atención de la grave crisis social, económica y política que vive Ecuador”, insistió. “Cuestionamos la actuación de la seguridad presidencial: ¿no se evaluó el riesgo de ingresar a una zona de movilización?”, completó la Conaie.
También rechazó “las acusaciones infundadas de magnicidio o intento de asesinato”. Y entonces denunció “el trato inhumano dado a los detenidos, entre ellas una persona de la tercera edad”. En esa línea indicó que sus miembros fueron sometidos a "brutales acciones policiales y militares" durante el incidente. "Al menos cinco de nosotros hemos sido detenidos arbitrariamente", declaró el grupo en X.
“Reiteramos que nuestras movilizaciones son legítimas, nacen del abandono estatal y la exclusión estructural. El movimiento indígena no es terrorista, es un movimiento histórico de lucha por la vida, la dignidad y los derechos de los pueblos”, aseveró el comunicado.
Previamente, la Conaie ya había acusado al Gobierno de Noboa de “criminalizar la protesta” para ocultar su responsabilidad frente a la crisis económica y social.
Semanas de protesta indígenas
La Conaie, que también es la mayor organización de pueblos indígenas de Ecuador, empezó un paro indefinido el pasado 22 de septiembre en varias provincias del país en rechazo a la eliminación del subsidio al diésel. La organización sostiene que el aumento en el precio por galón (de 1,80 a 2,80 dólares) encarece la vida en comunidades agrícolas ya golpeadas por la crisis.
Los indígenas exigen que se restituya el subsidio, pero también que se baje el impuesto al valor agregado (IVA) del 15% al 12%. Además, han incorporado a su discurso la negativa al referéndum, impulsado por Noboa y previsto para el próximo 16 de noviembre en el que se preguntará sobre la instauración de una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución.
Las manifestaciones dejan al menos un indígena fallecido por impactos de balas, unos 150 heridos entre civiles, militares y policías, y un centenar de detenidos, según cifras oficiales y de varias ONG de derechos humanos, citadas por AFP.
Este domingo, Noboa declaró el estado de excepción en 10 de las 24 provincias del país por “grave conmoción interna” y lo que llamó la “radicalización” de las protestas indígenas contra su gobierno. En su decreto, expedido el sábado por 60 días, el mandatario sostuvo que hay "paralizaciones y hechos de violencia que han alterado el orden público”.
El principal foco de choques entre manifestantes y la fuerza pública está en Imbabura, una provincia andina en el norte del país dedicada a la ganadería y la floricultura donde se concentra un 10% de la población indígena. El sector de flores estima las pérdidas en un millón de dólares al día.

En un comunicado este domingo, la Conaie señaló que, tras dos semanas del paro nacional, el gobierno "responde con represión a las demandas del pueblo" y el decreto "militariza los territorios" indígenas. "Este estado de excepción agrava el riesgo del uso desproporcionado de la fuerza y de detenciones arbitrarias", insistió.
Desde que Noboa asumió el cargo en noviembre de 2023, con la promesa de restablecer el orden en el país, ha enfrentado la creciente oposición de grupos indígenas y sindicatos por el aumento de los costos y las reformas económicas.