Una enérgica condena al reciente ataque de Israel contra Qatar marcó el tono de la cumbre de emergencia que este lunes celebraron los líderes de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) y la Liga Árabe en Doha. Los jefes de Estado allí reunidos denunciaron la flagrante violación del derecho internacional por parte de Tel Aviv, así como la amenaza para la paz y la seguridad de Oriente Medio.
De hecho, la cumbre advirtió que cualquier amenaza nueva contra un Estado árabe o de mayoría musulmana por parte de Israel se consideraría una peligrosa escalada que requeriría una firme respuesta internacional.
En la declaración emitida tras la reunión de emergencia, los líderes expresaron su “plena solidaridad con el Estado hermano de Qatar”. En esa línea subrayaron que el ataque del pasado 9 de septiembre a zonas residenciales en Doha –que mató a varios civiles incluido un ciudadano de Qatar– fue “una agresión cobarde e ilegal”, que también tuvo como objetivo escuelas, misiones diplomáticas y viviendas destinadas a delegaciones de mediación.
Justamente, la cumbre sostuvo que el ataque no solo constituye una agresión contra Qatar, sino “un ataque contra todos los Estados árabes y musulmanes”. Y acusó a Tel Aviv de buscar socavar el papel clave de Doha como mediador de las negociaciones para lograr un acuerdo alto el fuego en Gaza.
Los Estados miembros reafirmaron su apoyo a la soberanía y seguridad de Qatar, al tiempo que renovaron sus llamados al fin de la ofensiva militar israelí en Gaza, e instaron a la comunidad internacional a responsabilizar al Gobierno de Benjamín Netanyahu por crímenes de guerra, bloqueos y expansión de asentamientos.
¿Toma de medidas legales?
La declaración final de la cumbre fue más allá, al instar a los Estados a tomar todas las posibles medidas legales y efectivas para impedir que Israel continúe con su exterminio del pueblo palestino. Esto incluye la imposición de sanciones, la suspensión de la transferencia de armas y material militar, y el inicio de procedimientos judiciales en su contra.
Asimismo, incentivó a los países de la OCI a examinar la pertenencia de Israel a la ONU, citando sus persistentes violaciones a la Carta de las Naciones Unidas y a sus resoluciones, así como a coordinar esfuerzos encaminados a suspender dicha membresía.
Los dirigentes reafirmaron la importancia de adherirse a la legitimidad internacional, subrayando que no se puede lograr la paz y la seguridad en la región mientras Israel continúa expandiendo asentamientos ilegales y proyectos de "exterminio" en Cisjordania ocupada, y mientras intenta distorsionar la imagen de los estados árabes y musulmanes mediante la islamofobia.
Además, el documento hizo un llamado a apoyar la ejecución de las órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) contra los responsables de cometer crímenes de guerra contra los palestinos en Gaza, así como el cumplimiento de medidas contra Israel dictadas por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el caso de genocidio.
La cumbre recibió con satisfacción la Conferencia para la Solución de Dos Estados que se celebrará próximamente en Nueva York, y la consideró un paso hacia el reconocimiento más amplio de un Estado palestino con Jerusalén Este ocupada como su capital.
Además, los dirigentes de Qatar fueron elogiados por su "postura sabia y responsable" frente al ataque israelí.

El “ataque traicionero y la agenda expansionista” de Israel
Las voces de condena de las naciones árabes y de mayoría musulmana por el bombardeo de Tel Aviv confluyeron con fuerza este lunes, mientras se desarrollaba la cumbre de emergencia.
En primer lugar, el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al-Thani, fue claro y tajante: pidió dar “pasos concretos” para enfrentar la “sed de sangre” de Israel, calificando el ataque como “cobarde y traicionero”.
Afirmó que Israel buscó descarrilar los diálogos para un acuerdo de tregua en Gaza, al atacar a los negociadores del grupo de resistencia palestino Hamás. Al punto que señaló que el verdadero sueño de Tel Aviv es un mundo árabe bajo influencia israelí. Dijo, además, que este comportamiento demuestra que la liberación de rehenes no es una prioridad para el Gobierno de Netanyahu. “Quien trabaja diligente y sistemáticamente para asesinar a la parte con la que negocia pretende sabotear las negociaciones. Para ellos, las conversación no son más que una parte de la ofensiva”, declaró
Por su parte, el presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que los países de mayoría musulmana tienen los medios y la capacidad para frustrar las ambiciones expansionistas de Israel, subrayando que debe acorralarse al país económicamente. Declaró que se deben intensificar los esfuerzos diplomáticos para aumentar las sanciones contra Israel, ya que se está haciendo frente a su “mentalidad terrorista” que se “alimenta del caos y la sangre”.
De hecho, el rey Abdalá II de Jordania hizo eco de esta idea y pidió una respuesta regional “clara, decisiva y disuasoria, ya que la amenaza de Israel no conoce límites”.
Por su parte, el líder egipcio Abdel Fattah al Sisi advirtió que las acciones de Israel ponen en riesgo los acuerdos de paz vigentes “y obstaculizan cualquier perspectiva de nuevos acuerdos”. Además, auguró: “Las consecuencias serán nefastas: la región volverá a una atmósfera de conflicto (...) Este es un precio que todos pagaremos, sin excepción”.
Otras naciones recordaron también la causa de raíz del problema. “La campaña genocida de Israel ha reducido Gaza a escombros y ruinas. El mundo siempre llevará las cicatrices de esta carnicería interminable, grabadas en la misma espada de la humanidad”, dijo el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Indonesia, Sugiono, afirmó que la cuestión palestina “no se trata únicamente de Palestina, sino de la supervivencia de nuestras naciones, la dignidad de nuestro pueblo y la santidad del derecho internacional”. “No debemos perder de vista la causa raíz, que es la ocupación ilegal de Palestina por parte de Israel”, enfatizó.
Cumbre extraordinaria del Consejo de Cooperación del Golfo
En el marco de la cumbre árabe-islámica de emergencia, se celebró también en Doha una reunión extraordinaria del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), en la que se destacó que Israel amenaza la estabilidad regional. En ese sentido se instó a una acción colectiva del Golfo para salvaguardar la soberanía y seguridad de Qatar.
Los líderes del CCG pidieron el lunes una reunión urgente del Consejo de Defensa Conjunto, precedida por una sesión del Comité Militar, para evaluar la situación tras la agresión de Israel. Durante la reunión, los participantes subrayaron que “la continuación de estas políticas agresivas socava los esfuerzos para lograr la paz y el futuro de los entendimientos y acuerdos existentes con Israel, debido a las graves repercusiones que esto conlleva para la estabilidad de toda la región”.
En una declaración conjunta realizada al final de la sesión, se describió el ataque como una “agresión flagrante contra los esfuerzos de la comunidad internacional y de sus organizaciones para lograr un alto el fuego en Gaza y la liberación de rehenes y detenidos”.
Explicaron que el objetivo de la reunión fue “evaluar la postura de defensa de los Estados miembros y las fuentes de amenaza a la luz de la agresión israelí contra el Estado hermano de Qatar, y dirigir al Mando Militar Unificado a adoptar las medidas ejecutivas necesarias para activar los mecanismos de defensa conjunta y las capacidades de disuasión del Golfo”.