En un momento marcado por la indignación ante el ataque de Israel en Doha, el presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan, llamó a los países de mayoría musulmana a aumentar la presión sobre Tel Aviv, afirmando que también deben emplearse medidas económicas para acorralar al este país.
“Debemos intensificar nuestros esfuerzos diplomáticos para incrementar las sanciones contra Israel”, sostuvo Erdogan, advirtiendo que el objetivo del Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu es “continuar con la masacres y genocidios en Palestina y, al mismo tiempo, provocar inestabilidad en la región”.
Durante su intervención en la cumbre árabe-islámica, que Qatar convocó de emergencia para este lunes tras el ataque israelí del martes pasado, Erdogan subrayó que las naciones de mayoría musulmana tienen “los medios y la capacidad para frustrar las ambiciones expansionistas de Israel”, al tiempo que denunció lo que describió como la “mentalidad terrorista de Israel, que se alimenta del caos y la sangre”.
“Türkiye está lista para compartir sus capacidades de la industria de defensa con países hermanos”, añadió el mandatario. “Debemos intensificar nuestra cooperación para ganar las próximas décadas”.
Asimismo, Erdogan reiteró el “apoyo inquebrantable” de Türkiye a Qatar, condenando el ataque de Israel contra el equipo negociador de Hamás en Doha como “vandalismo a otro nivel”.

Junto con Estados Unidos y Egipto, Qatar ha mediado en las negociaciones para poner fin a la ofensiva israelí sobre Gaza, que ya ha dejado más de 65.000 muertos oficialmente, aunque se cree que podrían ser 600.000. Así, Doha denunció el ataque en su contra como una violación directa de su soberanía.
“Es hora de que la comunidad internacional deje de aplicar dobles raseros y castigue a Israel por todos los crímenes que ha cometido”, declaró el domingo en una reunión preparatoria el primer ministro Qatar, Mohammed bin Abdulrahman Al-Thani.
“Este régimen ha atacado a muchos países islámicos, incluidos Qatar, Líbano, Iraq, Irán y Yemen”, agregó. “Hace lo que quiere y, lamentablemente, Estados Unidos y los países europeos también apoyan estas acciones”.
